Reacción de líder

ARRANZ JOPISA    77

UNI-CAJACANARIAS    72

Arranz Jopisa: Ibarreche (2), Jorge (2), Lozano (12), Kurpniece (10), Franciele (18) -quinteto inicial- Lund (-), Ortega (6), Pablos (25), Teilane (2).

Uni-Cajacanarias: Mirchandani (19), Vivas (13), Serra (15), Oliveira (8), Sánchez (17) -quinteto inicial- Berciano (-), Pérez (-), Matoso (-), González (-).

Árbitros: Carpallo y Rodríguez (Castilla y León). Sin eliminadas.

Parciales: 15-24; 33-34 (descanso); 57-58 y 77-72 (final).

DIEGO ALMENDRES / Burgos

El Arranz Jopisa se ha habituado a convivir con la tensión. Pocas treguas encuentra el equipo burgalés en la dura travesía que conduce a la fase de ascenso a Liga Femenina, aunque la clasificación alivia, compensa y hasta justifica los sufrimientos vividos. La visita del líder Uni-Canarias no fue una excepción. Supuso otra prueba de fuego para las de Fernández, superada con éxito desde el desahogo de aquel que esquiva la trampa a tiempo.

Es como si un virus rondara últimamente por El Plantío, afectando a los equipos burgaleses en los primeros cuartos de los partidos. Le sucedió al Autocid el viernes y en la mañana de ayer al Arranz Jopisa. Un 4-20 de salida no es, precisamente, una buena manera de iniciar un partido, aunque las de Fernández, a diferencia de los chicos, sí supieron culminar la remontada para clavar la bandera roja y blanca en lo más alto de la clasificación.

Y es que la vida con Lucía Pablos es más fácil. Su sola presencia en pista da otra alegría al juego, otro ritmo. El Arranz es un equipo diferente cuando la leonesa templa la batuta y comienza a dirigir. Tiene chispa y don del oportunismo. Además, anota como los ángeles. 25 puntos en este partido, nada menos.

Es algo natural. Lo hace incluso lesionada, como en el partido de ayer. Otro elemento para dar mayor dramatismo a la victoria y valor al esfuerzo realizado por el bloque. Ella, Pablos, a pesar de competir mermada por un contratiempo muscular en la pierna derecha, inició y culminó la reacción del nuevo líder del Grupo A de la Liga Femenina. Al frente de un conjunto burgalés que supo apretar los dientes para responder al ímpetu de su guía.

No fue una mañana agradable para el Arranz Jopisa. Por mucho que tuviera un final feliz. El camino escogido para alcanzar la victoria resultó el más complicado, con un inicio demoledor en el que el rival jugó a placer.

El físico del quinteto inicial del Cajacanarias acusó el esfuerzo que requería la situación. Un batallón compuesto por cinco jugadoras no es suficiente para ganar la guerra cuerpo a cuerpo planteada por las burgalesas cuando se vieron con el agua al cuello. Imposible sin la ayuda de un banquillo inexistente para el veterano equipo canario. Aun así, el Uni tuvo el partido en su mano y sólo hincó la rodilla en el último minuto.

Su arranque, tan espectacular como negativo para el Arranz Jopisa, le brindó la gran oportunidad de asaltar El Plantío. Las de casa tardaron 6 minutos en anotar una canasta en juego y 8 en sumar a su casillero dos puntos en estático. Para colmo, el aro blanquirrojo era una piscina. El 4-20 protagonista a falta de 3:30 requería soluciones inmediatas. Fue entonces cuando el equipo local tomó aire, dio una vuelta de tuerca a su intensidad y, por fin, encontró continuidad para firmar un parcial de 11-4 sobre el que sentar las bases de la reacción (15-24).

Una distancia incómoda todavía, pero asumible. Secundarias como Teilane y Ortega cumplieron en pista, mientras Franciele no acabó de convertir la responsabilidad tomada en puntos. Canarias no desesperó. Nunca lo hizo, consciente de que el colchón adquirido le otorgaba margen. Cada acercamiento burgalés encontraba la respuesta de un conjunto visitante que vislumbraba el descanso con un 27-41 en el zurrón.

A pesar de los problemas, no era el momento de frenar. El Arranz Jopisa estaba obligado a remar hasta el final. Así, el final del segundo cuarto y el inicio del tercer periodo volvió a reafirmar a las burgalesas con un arreón de 13-5 que las metía en harina (40-46). La goma seguía sin romperse. Ni para las locales en su intento por terminar con la resistencia insular ni para un conjunto visitante deseoso de que las castellanas arrojaran la toalla (42-53).

Toma y daca constante

Las celestes siempre encontraron el acierto necesario en los momentos importantes, salvo en el decisivo. Con cuatro pequeñas en pista llegó la hora de Eva Lozano, Bienvenida la aparición de la catalana, con tres triples que pusieron el partido al límite de cara al último actol (57-58). Todo podía pasar y tuvo que ser Lucía Pablos quien diera la delantera a las de El Plantío para vigorizar el alma del equipo (59-58). Pero Canarias devolvió el golpe y tuvo la sentencia en su mano lideradas por Mirchandani hasta colocarse con un 65-70 a falta de 3:20.

Otra vez contra las cuerdas y con el reloj como nuevo enemigo a derrotar. Y allí estaba Pablos, mermada en el físico, impecable en su juego y determinación en pista. La leonesa mantuvo al Arranz con vida y lo dejó a las puertas del éxito, bien acompañada por la intensidad mostrada por sus compañeras y los fallos que, por fin, condenaron a un Canarias que perdía aliento en cada segundo (73-72 a falta de 1:10).

Los tiros libres hicieron el resto. 20 aciertos en otros tantos intentos fueron todo un descanso para el Arranz Jopisa, confiado en el buen hacer de Pablos y aliviado con la personal en ataque forzada por Ibarreche sobre Mirchandani a falta de 6 segundos cuando las azules buscaban la prórroga (75-72). Seis segundos para disfrutar y ocho victorias en diez partidos disputados para zanjar cualquier debate surgido en este primer tercio de competición. El Arranz es líder.