El Correo de Burgos

Baloncesto / LEB Oro

Autocid Ford prosigue su descenso a los infiernos

Un nefasto tercer cuarto permitió a La Laguna remontar un encuentro que los burgaleses tenían perfectamente controlado hasta el descanso / La derrota comienza a dejar a los de Andreu Casadevall muy lejos de los puestos de cabeza de la tabla clasificatoria

Burgos

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LA LAGUNA 88

AUTOCID FORD 72

La Laguna (Tenerife)

El Autocid Ford Burgos desperdició una buena ocasión de vencer en el difícil feudo del Canarias Ciudad de La Laguna al tirar por la borda el gran trabajo realizado en los dos primeros cuartos en una segunda mitad para olvidar. Esta nueva derrota complica la vida al cuadro burgalés, que ve cómo los equipos de la zona alta siguen metiendo tierra de por medio en la tabla y los de la zona peligrosa le van recortando puntos en la general.

En el primer cuarto el Autocid Ford Burgos empezó con un Morley bastante inspirado anotando los siete primeros puntos del equipo poniendo el marcador 5-7, permitiendo que los hombres de Andreu Casadevall se hicieran fuertes en defensa, tapando las principales vías de anotación de los locales, sobre todo las que llegaban del exterior.

Anagonye se mostró bastante duro con Guillén en defensa, y a los locales les costaba anotar en los ataques estáticos. El cuadro azulón tenía un porcentaje de tiros bastante elevado. Con Morley ganando la partida a Rost, el marcador se puso 14-20, lo que hizo que La Laguna sólo encontrara en el MVP de la categoría, Jakim Donaldson, su figura para hacer frente a las acometidas burgalesas. La intensidad del norteamericano fue lo único que mantenía al grupo canario hasta el 18-20.

Pero las sensaciones transmitidas por los canarios no eran buenas, y aunque Heras, con un triple, puso por delante a los suyos (21-20), cerrando un parcial de 7-0, el Autocid Ford, ya con la seguridad de los suplentes también sobre la cancha, contestó a través de Lorant con un 2+1, poniendo el 21-25 en el luminoso.

La aportación de los hombres de rotación de los castellanos fue excelente, desgastando al cuadro loca, ya que contaban con la baja de Garrido. Se aprovecharon de los minutos en los que Heras tuvo que ejercer de director de juego. Con la vuelta de Morley y, sobre todo de Alberto Miguel, los de Casadevall anotaron un parcial de 0-10 para poner el 23-38 en el marcador. Los canarios siguiendo padeciendo, pero solo el pundonor de Donaldson les salvó de llegar con mayor desventaja al descanso (33-42).

El tercer cuarto empezó muy bien para los burgaleses con la primera canasta y única de Blair en todo el partido. El Socas Canarias salió con otra pinta, mucho más agresivo en defensa, y mucho más suelto en ataque. El equipo tinerfeño encontró a su principal referencia ofensiva, Guillén, que en la primera parte sólo había anotado cuatro puntos, pero ahora estaba muy enchufado y encabezó la reacción local.

El Autocid Ford se atascó cuando tuvo que atacar una zona 2-3 que le planteó Canarias y encajó un parcial de 7-0 con nueve puntos seguidos de Guillén para los locales. Un triple de Rost en el minuto 27 devolvió la iniciativa en el marcador a un La Laguna que ante la desaparición visitante puso ritmo fijo a la victoria 49-47.

Andreu Casadevall trató de variar el rumbo del partido cambiando hasta cuatro jugadores de forma simultánea, pero ya el equipo local había contagiado a su enfervorizada afición y la ineficacia del cuadro burgalés para poder romper el dispositivo zonal del Canarias se tradujo en un desbarajuste total (en este periodo sólo fueron capaces de anotar 8 puntos).

El técnico del CB Atapuerca puso en cancha a Chris Hernández y Corrales, sus dos directores de juego, buscando una mayor movilidad del balón para encontrar posiciones de tiro en la defensa zonal de los locales, y pareció que por momentos esa fue la solución, con 63-55 en el minuto 32.

Pero entonces volvió a aparecer Guillén con cinco puntos seguidos y el Canarias también encontró entonces el acierto de un siempre intenso Anagonye que le aportó esa dosis de garra cuando el Autocid hizo su último intento serio por optar al triunfo final, 77-72 (en el minuto 38).

Sin embargo, el desgaste físico le pasó factura a los visitantes, que ya no anotaron hasta el final, y encajaron un parcial de 11-0 que dejó el marcador final en un 88-72, un severo castigo para un combinado burgalés que no consigue levantar la cabeza.

El Autocid Ford Burgos desperdició una buena ocasión de vencer en el difícil feudo del Canarias Ciudad de La Laguna al tirar por la borda el gran trabajo realizado en los dos primeros cuartos en una segunda mitad para olvidar. Esta nueva derrota complica la vida al cuadro burgalés, que ve cómo los equipos de la zona alta siguen metiendo tierra de por medio en la tabla y los de la zona peligrosa le van recortando puntos en la general.

En el primer cuarto el Autocid Ford Burgos empezó con un Morley bastante inspirado anotando los siete primeros puntos del equipo poniendo el marcador 5-7, permitiendo que los hombres de Andreu Casadevall se hicieran fuertes en defensa, tapando las principales vías de anotación de los locales, sobre todo las que llegaban del exterior.

Anagonye se mostró bastante duro con Guillén en defensa, y a los locales les costaba anotar en los ataques estáticos. El cuadro azulón tenía un porcentaje de tiros bastante elevado. Con Morley ganando la partida a Rost, el marcador se puso 14-20, lo que hizo que La Laguna sólo encontrara en el MVP de la categoría, Jakim Donaldson, su figura para hacer frente a las acometidas burgalesas. La intensidad del norteamericano fue lo único que mantenía al grupo canario hasta el 18-20.

Pero las sensaciones transmitidas por los canarios no eran buenas, y aunque Heras, con un triple, puso por delante a los suyos (21-20), cerrando un parcial de 7-0, el Autocid Ford, ya con la seguridad de los suplentes también sobre la cancha, contestó a través de Lorant con un 2+1, poniendo el 21-25 en el luminoso.

La aportación de los hombres de rotación de los castellanos fue excelente, desgastando al cuadro loca, ya que contaban con la baja de Garrido. Se aprovecharon de los minutos en los que Heras tuvo que ejercer de director de juego. Con la vuelta de Morley y, sobre todo de Alberto Miguel, los de Casadevall anotaron un parcial de 0-10 para poner el 23-38 en el marcador. Los canarios siguiendo padeciendo, pero solo el pundonor de Donaldson les salvó de llegar con mayor desventaja al descanso (33-42).

El tercer cuarto empezó muy bien para los burgaleses con la primera canasta y única de Blair en todo el partido. El Socas Canarias salió con otra pinta, mucho más agresivo en defensa, y mucho más suelto en ataque. El equipo tinerfeño encontró a su principal referencia ofensiva, Guillén, que en la primera parte sólo había anotado cuatro puntos, pero ahora estaba muy enchufado y encabezó la reacción local.

El Autocid Ford se atascó cuando tuvo que atacar una zona 2-3 que le planteó Canarias y encajó un parcial de 7-0 con nueve puntos seguidos de Guillén para los locales. Un triple de Rost en el minuto 27 devolvió la iniciativa en el marcador a un La Laguna que ante la desaparición visitante puso ritmo fijo a la victoria 49-47.

Andreu Casadevall trató de variar el rumbo del partido cambiando hasta cuatro jugadores de forma simultánea, pero ya el equipo local había contagiado a su enfervorizada afición y la ineficacia del cuadro burgalés para poder romper el dispositivo zonal del Canarias se tradujo en un desbarajuste total (en este periodo sólo fueron capaces de anotar 8 puntos).

El técnico del CB Atapuerca puso en cancha a Chris Hernández y Corrales, sus dos directores de juego, buscando una mayor movilidad del balón para encontrar posiciones de tiro en la defensa zonal de los locales, y pareció que por momentos esa fue la solución, con 63-55 en el minuto 32.

Pero entonces volvió a aparecer Guillén con cinco puntos seguidos y el Canarias también encontró entonces el acierto de un siempre intenso Anagonye que le aportó esa dosis de garra cuando el Autocid hizo su último intento serio por optar al triunfo final, 77-72 (en el minuto 38).

Sin embargo, el desgaste físico le pasó factura a los visitantes, que ya no anotaron hasta el final, y encajaron un parcial de 11-0 que dejó el marcador final en un 88-72, un severo castigo para un combinado burgalés que no consigue levantar la cabeza.

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