El Correo de Burgos

Fútbol

Mucha lucha y pocas ocasiones en un derbi que acabó sin goles

Un empate justo en un encuentro que empezó con el Burgos imprimiendo un alto ritmo y generando ocasiones claras pero que el Mirandés consiguió dormir para acabar con las ocasiones locales

Pablo Ramón intenta hacerse con el balón ante el atacante blanquinegro.

Pablo Ramón intenta hacerse con el balón ante el atacante blanquinegro.SANTI OTERO

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Burgos y Mirandés firmaron un empate sin goles en el derbi de El Plantío. Un empate justo en un encuentro que empezó con el Burgos imprimiendo un alto ritmo y generando ocasiones claras pero que el Mirandés consiguió dormir antes del minuto 20 para imponer un ritmo más pausado que acabó con las ocasiones locales. Y la situación no cambió ya hasta los últimos compases, con alguna que otra llegada aislada de ambos equipos pero, en líneas generales, poca cosa más.

Saltó el Burgos muy enchufado, apretando en los primeros compases del encuentro y generando ya en los primeros cinco minutos hasta tres ocasiones, la primera en un saque de esquina que tuvo que despejar Tachi, la segunda en un remate de Elgezabal que se iba alto y la tercera, la más clara, en una doble ocasión de José Matos desde la frontal del área que acabó con el balón fuera, lamiendo el palo izquierdo de la portería rojilla.

No se amilanó, sin embargo, el Mirandés, que aceptó el reto de su rival, tocando bien el balón cuando se lo permitían los locales y profundizando con velocidad para avisar ya en el minuto 7 con un balón al punto de penalti de Rubén Sánchez que remataba Chaira desviado.

El Burgos imprimía un alto ritmo y tenía más balón ante un Mirandés que defendía arriba, pero que se mantenía fiel a su estilo, tratando bien el balón cuando lo tenía, que, sin embargo, era poco ante un Burgos que parecía muy cómodo sobre el terreno de juego. 

Pero no desfallecían los rojillos, que conseguían frenar el ritmo infernal de los locales. Se atascaba el Burgos, que empezaba a acusar la presión del rival y a cometer algunas imprecisiones.

Mientras, los de Miranda intentaban llegar, aunque no conseguían profundizar. Le costaba también ahora al Burgos, que aún así tenía otra buena ocasión en el 22, en un centro a la olla que conseguía rematar Curro de cabeza, sin acierto.

Pablo Ramón y Dani Ojeda pugnan por un balón.
SANTI OTERO

El partido ganaba en igualdad y se jugaba más en el centro del campo, aunque unos y otros lo intentaban y lo hacía con más acierto el Burgos, que en el minuto 33 obligaba a lucirse a Ramón Juan para detener en dos tiempos un potente disparo de Sancrís. 

El jugador local volvía a ser protagonista apenas un minuto mas tarde, cuando le ponía un balón de oro a Mumo en el punto de penalti, pero el remate de este se fue alto.

La replica del Mirandés acabó con polémica cuando se escapaba de Borja González Gabri. Caía al suelo el jugador del Burgos, que tocaba la pelota con la mano, aunque el colegiado entendía que al estar apoyada la mano no había penalti.

Cobraron protagonismo los jabatos en la recta final de la primera mitad, apretando sobre la portería local, aunque sin ocasiones claras.

Mucho menos interesante resultó el inicio de la segunda mitad, con un Burgos que se precipitaba, fallaba pases fáciles y no conseguía generar ante un Mirandés que tenía más balón y llevaba el partido a su terreno, pausando el juego y tratando de crecer sin prisas. El bagaje ofensivo era casi nulo.

Lo intentaba Sancrís en el Burgos, auqnue era Fer Niño el que la tenía en el minuto 57 en un cabezazo que le salía demasiado centrado a las manos de Ramón Juan.

Rubén cierra el paso a Fer Niño y despeja, mientras Pablo Ramón bloquea la llegada de Ojeda.
SANTI OTERO

Intentaba Jon Pérez Bolo dar un nuevo aire a los blanquinegros con la entrada de Andy y Bermejo y parecía que los locales ganaban en intensidad con las nuevas incorporaciones, recuperando la posesión y avanzando algunos metros en el terreno de juego para jugar más en el campo del Mirandés. 

Pero duró poco esa nueva situación. Los rojillos conseguían abortar esa tímida reacción del Burgos y el partido volvía a igualarse, aunque es cierto que en los últimos minutos se jugaba con algo más de velocidad y ritmo. Sin embargo, eso no se tradujo en ocasiones claras, al menos hasta los últimos segundos. Antes, sin embargo, reclamaron otro penalti los visitantes en una gran jugada de Chaira, que se deshacía de Matos y Elgezabal para ponerle el pase interior a Martón. 

La dejaba pasar este, que acababa cayendo ante la llegada de Aitor Córdoba en un forcejeo que el colegiado no consideró punible.

Ya en el tiempo de descuento pudo llegar el gol. Primero para los burgaleses, en un lanzamiento de falta ejecutado por Córdoba a la altura del punto de penalti que se iba fuera por poco. Y luego para el Mirandés, en un córner que acababa despejando con esfuerzo la zaga burgalesa.

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