El Burgos CF firma un empate de última hora y de penalti que rompe la racha sin puntuar fuera de casa

Un penalti a última hora y de VAR, pero evidente como la belleza de la Bahía, le dio al Burgos CF un sabroso punto en el campo del Cádiz, solventando el duelo de necesitados en tablas. Álex Sancris igualó en el 88´ desde los once metros y los de Ramis truncaban así su tétrica racha de seis salidas consecutivas con derrota, siete si le sumamos el bochorno copero. De hecho, El Burgos CF no puntuaba fuera de El Plantío en Liga desde el partido contra el Depor en La Coruña, el 21 de septiembre cuando ganó 0-2 en Riazor.

De su visita a la Tacita de Plata, el conjunto blanquinegro se trae un puntito lejos de casa tras un encuentro que sólo se animó al final después de una hora inicial ciertamente plomiza.

De salida, control de los locales en el primer compás ante un Burgos al que apenas le duraba la pelota en su poder. Los primeros avisos cadistas llegaban en un zurdazo desviado de Carlos y en un centro donde Cantero dudó en su salida, sacando la defensa a córner en última instancia. A los diez minutos, Javi Ontiveros mostraba movilidad en la línea de tres cuartos con un zapatazo desde el perfil derecho que solventaba el arquero del Burgos en dos tiempos.

El encuentro se movía en tonos bajos, con las dos escuadras a la espera, como esperando a soltarse en unos minutos de tanteo con más tanteo que nunca. Los de Ramis movían el cuero con una lentitud exasperante y con nula verticalidad tratando de enfriar la mayor chispa del Cádiz en busca del marco adversario.

Los minutos se iban escurriendo con algún bostezo cada vez menos disimulado en el Nuevo Mirandilla, ante la falta de ritmo y la falta de riesgos en el rectángulo, con dos equipos temerosos. Ontiveros le puso el despertador al encuentro a los 27 minutos con una entrada por el carril central con zapatazo lejano que se perdía cerca de la escuadra.

Matos dejaba claro que los saludos y la amistad con sus excompañeros se opacaban con el pitido inicial, dejando un buen recado a Sancris. Las brusquedades comenzaban a ser abundantes, afeando todavía más una media hora inicial que no era precisamente una gala de Carnaval en el Falla.

El primer acercamiento más o menos serio de los de Ramis, a la salida de su primer córner, fue un centro chut extraño de Dani Ojeda que Gil blocaba cerca de la escuadra. El vigués Mario Cantero y Marcelo Expósito se mostraban como un doble pivote joven pero sin miedo a meter la pierna y a ´rascar´ si era preciso, marcando bien el territiorio.

A los 38 minutos tuvo el Burgos el 0-1 en una jugada bien trenzada y vertical, al fin. Pase filtrado a Edu Espiau por raso, centro raso del ariete y remate en el segundo palo de Florian Miguel entrando en carrera que entre Iza y Fali solventaron cerca de la raya. En el servicio de córner volvería a avisar Álex Sancris con un disparo casi sin ángulo, desviado. Fue lo último del primer periodo con Muñiz Muñoz pitando justo a los 45 minutos, sin duda deseando el trencilla que acabase.

Con Morante y Anderson en el once comenzaba el segundo periodo y el Burgos daba un claro paso adelante, pisando campo adversario con bastantes más efectivos y más ambición atacante. A los siete minutos, primer aviso en una jugada de estrategia, una falta colgada al primer palo donde Espiau peinaba prolongando al segundo, y allí Aitor Córdoba cabeceaba alto. Trataba de despertar el Cádiz con un par de centros intencionados al área, bien resueltos por la defensa castellana.

Ander Cantero salía decidido frenando en dos tiempos un intento de Ontiveros y Borja Sánchez entraba al verde para revitalizar el fútbol burgalesista entre líneas, pero el encuentro no acababa de romper en una fase de mayor posesión de los andaluces.

Primer tiro a puerta claro entre palos a los 63 minutos para los locales, ahí es nada, un derechazo raso de Ontiveros que atajaba sin agobios el meta del Burgos. Y dos minutos después, la más clara en un zapatazo en carrera de Brian Ocampo en el balcón del área que se marchaba muy cerca del palo. El partido estaba del todo volcado hacia la meta de un Burgos al que la pelota volvía a durarle un suspiro, y al final el empuje cadista le dio su premio.

A un cuarto de hora del final, el charrúa Brian Ocampo controlaba en la frontal del área y después de un par de amagos entraba en paralelo a la línea hasta ver el hueco y enchufar el derechazo a media altura junto al palo, imposible para Ander Cantero. Era justo visto el desarrollo de la segunda parte y el acierto de su entrada, todo un revulsivo.

Reacción inmediata del Burgos con una gran opción en una falta escorada que Sancris golpeó sorprendiendo a todos, directo a puerta, menos a David Gil, quien pudo reaccionar y sacar el balón con un palmetazo que se convertía en el paradón de la noche. Poco después el equipo arbitral del VAR avisaba sobre un grosero agarrón de San Emeterio a Edu Espiau en el área a la salida de un córner, y el joven Muñiz Muñoz, 28 años, pitaba penalti y segunda amarilla al mediocampista local.

Álex Sancris, con el ´agravante´ de un doble cambio local que le tuvo minutos plantado el área, clavó el penalti junto al palo, perfecto, tablas de nuevo en todo lo alto.

Susto a los 92 minutos cuando la volea de Roger Martí en bello escorzo se iba cerca del poste, aunque los de Ramis tenían hasta el 98´ para buscar el triunfo con uno más. No lo tenían claro los blanquinegros, aunque David Gil sacaba de la misma escuadra el trallazo de Marcelo Expósito en el 94. Espiau generaba peligro en un centro y en un testarazo alto antes de dejar su puesto a David González. Al final, un punto fuera de casa es siempre buen botín, y más en las circunstancias en las que llegaban los del Plantío.