COLEGIO DE DENTISTAS DE BURGOS
«Debemos incidir en la prevención y acortar el tiempo entre visitas»
Aunque el paciente está «cada vez más informado», el Colegio de Dentistas de Burgos sigue detectando «patologías muy destructivas» en jóvenes

El Colegio de Dentistas de Burgos, siempre dispuesto a que el paciente luzca su mejor sonrisa.
Hacer pedagogía es fundamental para que el paciente salga de la consulta con una sonrisa. Esa es la máxima a seguir en el Colegio de Dentistas de Burgos, siempre dispuesto a difundir cualquier campaña de comunicación encaminada a mantener y mejorar la salud bucodental de la población.
Pese a todo, nunca conviene bajar la guardia. Todo lo contrario. «Debemos incidir en la prevención y en las visitas más frecuentes al consultorio dental para acortar el tiempo entre citas de revisión», señala el presidente del Colegio de Dentistas, Alfredo Aragüés, porque solo así es posible «realizar tratamientos menos agresivos y, por lo tanto, menos costosos para el paciente».
Las labores de divulgación por parte del sector parecen dar sus frutos, ya que «el paciente está más informado y acude con más regularidad a sus revisiones». No obstante, Aragüés reconoce que «seguimos viendo en nuestras consultas a pacientes muy jóvenes con patologías muy destructivas». Así las cosas, recomienda encarecidamente «inculcar desde bien pequeños el hábito de la higiene y la prevención rápida de caries para evitar que desencadene en un tratamiento más complejo».
Por norma general, el principal motivo de consulta en las clínicas dentales burgalesas continúa siendo el «dolor». Es decir, «siguen predominando los motivos terapéuticos sobre los meramente estéticos». Pero ojo, porque «las redes sociales juegan un papel muy importante, influyendo muchas veces negativamente para crear necesidades estéticas en los pacientes que no siempre necesitan».
La Clínica Odontología Solidaria, ubicada el Hospital San Juan de Dios, atendió el año pasado a 280 personas en riesgo de exclusión
Más allá de lo que sucede en las consultas, el Colegio de Dentistas de Burgos prosigue su actividad en la Clínica Odontología Solidaria, en en marcha desde 2019 en el Hospital San Juan de Dios, con el fin de atender a personas en riesgo de exclusión social. Según detalla Aragüés, al año pasado se asistió a 280 personas. Hubo algún que otro paciente menor de 14 años, pero «en bastante menor medida puesto que a hasta esa edad los tratamientos son cubiertos en su mayoría por la Sanidad pública». Lo importante, en cualquier caso, es que el Colegio cuenta con diez dentistas, seis higienistas y dos protésicos dentales que «donan su esfuerzo y su tiempo de manera totalmente altruista» para ayudar a quienes más lo necesitan.
Respeto a la profesión
En sintonía con el Consejo General de Dentistas de España, el Colegio de Burgos rechaza de plano la propuesta de clasificación profesional contemplada en el borrador del Anteproyecto del Estatuto Marco del Personal Estatutario del Sistema Nacional de Salud. Y es que la inclusión de los odontólogos en el Grupo 7 supondría, tal y como apunta Aragüés, «partir la profesión en dos» al obviar que las funciones del dentista competen a estomatólogos, licenciados, graduados y médicos con doble titulación que se matricularon en Odontología en lugar de realizar una especialidad MIR.
«Abogamos por la igualdad entre dentistas e insistimos en que se respete nuestra profesión y se deje de ningunearnos»
«¿Acaso no somos todos dentistas? ¿Por qué se empeñan en diferenciarnos?», se pregunta Aragüés mientras deja claro que «desde el Colegio abogamos por la igualdad entre dentistas e insistimos en que se respete nuestra profesión y se deje de ningunearnos».
«Mano a mano» con las universidades y las sociedades científicas, el Consejo General trata de revertir la situación actual, donde «nuestros dentistas no pueden competir con compañeros europeos que sí tienen las especialidades». Lo «curioso» del asunto, ante tal circunstancia, es que ni siquiera el reconocimiento a nivel comunitario sirve para que la especialidad se reconozca en España.
«Si estamos viviendo en un espacio europeo, debemos ‘competir’ en igualdad de condiciones», concluye antes de advertir que «aún será peor cuando lleguen a España las especialidades y durante los primeros años podrán venir dentistas de otros países (...) y acceder a algunos puestos antes que nosotros».