NIPT: Innovación en la estimulación del dolor en pediatría
Juan Valencia y Juan Arnáez, dos pediatras del Hospital Universitario de Burgos (HUBU), han estudiado la forma de crear un dispositivo que creará estímulos medibles para pacientes que necesitan un diagnóstico neurológico

Los pediatras del Hospital Universitario de Burgos Juan Arnáez (izquierda) y Juan Valencia.
El diagnóstico preciso y el tratamiento oportuno son fundamentales en patologías que afectan el sistema nervioso de recién nacidos y niños, especialmente en casos de encefalopatía hipóxico-isquémica (EHI). Pero, ¿qué ocurre cuando una evaluación tan crítica como la respuesta al dolor depende de métodos manuales y subjetivos?
El pediatra del HUBU y Docente del Grado en Ingeniería de la Salud, Juan Valencia, junto con su compañero de profesión y amigo Juan Arnáez Solís, han investigado para crear un dispositivo capaz de estandarizar y objetivizar esta evaluación, reduciendo los riesgos de interpretación errónea y mejorando las oportunidades de tratamiento. El proyecto ha recibido el galardón en la categoría “Diagnóstico de vanguardia” en el 2º HUB de Investigación e Innovación en Salud de Castilla y León.
Esta evolución innovadora proviene de la experiencia y dedicación de ambos profesionales comprometidos con la salud pediátrica. Los dos pediatras han dedicado sus carreras a trabajar en diversos hospitales y a resolver las preguntas que plantea la práctica clínica diaria, combinando investigación básica, aplicada y traslacional con un claro objetivo: beneficiar a los pacientes pediátricos más vulnerables. Juntos, han desarrollado este proyecto llamado NIPT (Neonatal/Infant Pain Tool).
El estudio surge con el objetivo de conocer mejor la repercusión de aquellas patologías que implican un posible daño neurológico en niños y recién nacidos. Entre ellas destaca la encefalopatía hipóxico isquémica (EHI), en la que se ha producido un daño neuronal tras un evento de falta de oxígeno como puede ser una parada cardiorrespiratoria o un daño periparto en el recién nacido. En los casos más leves, los recién nacidos pueden experimentar una recuperación completa sin secuelas aparentes. Sin embargo, en situaciones más graves, las lesiones neurológicas pueden desencadenar complicaciones como parálisis cerebral, retrasos en el desarrollo, trastornos cognitivos, problemas motores y dificultades en el aprendizaje. En los casos más críticos, pueden surgir epilepsia, discapacidades visuales o auditivas e incluso fallos multiorgánicos durante los primeros días de vida. Además, el daño neurológico puede afectar la capacidad del cerebro para controlar funciones esenciales, como la respiración y la regulación de la temperatura, lo que puede poner en riesgo la vida del recién nacido. Estas consecuencias no solo afectan al niño, sino que también tienen un profundo impacto emocional y social en las familias, lo que resalta la importancia de un diagnóstico precoz y un tratamiento eficaz.

Imagen de la UCI pediátrica del HUBU.
Actualmente, su diagnóstico se basa en una escala en la que en una de las variables que se miden es la reacción al estímulo del dolor. De su interpretación depende la graduación de gravedad y, por tanto, el tratamiento y pronóstico. A día de hoy ese estímulo se hace manual (mediante un pellizco) y con una importante variabilidad entre los profesionales, lo que da lugar a una interpretación subjetiva con las consecuencias que ello supone, explica Valencia.
Este trabajo pretende desarrollar una herramienta que unifique y clarifique la gravedad del diagnóstico de este tipo de patologías permitiendo un cambio en la asistencia y calidad de vida de los niños y sus familias.
Su propuesta es el desarrollo de un dispositivo tecnológico: NIPT (Neonatal/Infant Pain Tool) que funcionará aplicando un estímulo doloroso controlado, ajustable en intensidad y duración, garantizando que el procedimiento sea consistente y replicable en cualquier situación. Eliminando la subjetividad y proporcionando un rango de resultados escalables y cuantitativos. Otro aspecto clave del NIPT es su capacidad para adaptarse a las necesidades reales de los entornos clínicos. Estas características hacen del dispositivo una herramienta especialmente valiosa en situaciones críticas, donde cada segundo cuenta y la precisión en el diagnóstico puede marcar la futura morbimortalidad del paciente.
Además, al ser un dispositivo portátil, el NIPT puede utilizarse no solo en hospitales de alta especialización, sino también en centros de salud rurales o con recursos limitados, ampliando así su impacto potencial en la atención pediátrica a nivel global. Este enfoque inclusivo refuerza su carácter innovador y su capacidad para reducir las desigualdades en el acceso a tecnologías avanzadas en salud.
El impacto esperado del NIPT es significativo. Al eliminar la subjetividad, mejora la precisión del diagnóstico y permite a los especialistas tomar decisiones basadas en datos objetivos. Esto se traduce en mejores pronósticos para los pacientes, ya que facilita intervenciones más tempranas y tratamientos adaptados con mayor exactitud a la gravedad del daño neurológico. Además, el dispositivo unifica los estándares de evaluación, creando un marco homogéneo de atención que puede aplicarse en cualquier hospital.
Actualmente, el proyecto se encuentra en sus fases iniciales, con el desarrollo del prototipo y la realización de pruebas en laboratorio. Posteriormente, se llevarán a cabo tests en condiciones clínicas reales, tanto en niños sanos como en pacientes. Este proceso busca validar la eficacia y la seguridad del dispositivo antes de su implementación en la práctica médica, asevera Valencia.
El NIPT representará un avance crucial en la atención neonatal, con el potencial de transformar los estándares de cuidado en patologías neurológicas críticas. Su desarrollo supone un paso adelante en la búsqueda de soluciones innovadoras que mejoren la calidad de vida de los pacientes pediátricos y sus familias.
El haber ganado en la categoría de diagnóstico de vanguardia del 2º HUB de Investigación e Innovación en Salud de Castilla y León, supone un reconocimiento y un respaldo para poder realizar el trabajo, cuenta Valencia. Durante la jornada del evento, otra médico habló de las dificultades que los sanitarios encuentran a diario para poder compaginar la investigación con sus trabajos de asistencia clínica. El Instituto de Ciencias de la Salud de Castilla y León, que organiza este evento, apuesta por la investigación e innovación y Valencia cree y espera que les puedan aportar las herramientas y el apoyo necesario para que este proyecto llegue materializarse.