INICIATIVA DE PROTESTA
Cuerpos desnudos contra la impunidad en Iguala
Un fotógrafo retrata a jóvenes con mensajes en su piel de denuncia por la desaparición de los normalistas
Una de las fotografías de denuncia de los desaparecidos en Iguala.-Foto: EDGAR OLGUÍN
Los cuerpos desnudos pintados con frases como "Estado asesino", "Fue el Ejército" o "Ya me cansé" han irrumpido en las calles y transportes públicos de la ciudad de México como una de las formas de protesta más chocantes en este país pudoroso, cuatro meses después de la desaparición de los 43 estudiantes de Magisterio del estado de Guerrero que, según el Gobierno mexicano, acabaron incinerados en un basurero por sicarios del narcotráfico.
"PONER EL CUERPO, SACAR LA VOZ" Edgar Olguin pic.twitter.com/OZbAZporLK
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"En nuestra sociedad es más alarmante ver un cuerpo desnudo que un cadáver calcinado", dice el fotógrafo Edgar Olguín, autor de las imágenes como promotor del proyecto 'Poner el cuerpo, sacar la voz'. Junto a Olguín participan en la singular protesta cineastas, actores y estudiantes del colectivo Crew A Pie de Calle.
Los lemas que lucen los cuerpos de jóvenes actores y estudiantes de dramaturgia resumen el sentir de los padres de los 43 alumnos de la escuela de Ayotzinapa, desaparecidos por policías municipales de Iguala y Cocula que antes los atacaron a tiros en tres ocasiones. Aquella noche, del 26 al 27 de septiembre pasado, seis personas murieron en esos ataques, entre ellas otros tres aspirantes a maestros rurales de esa escuela de Ayotzinapa. Los policías sometieron finalmente a 43 y, según la Fiscalía general, los entregaron a sicarios del grupo Guerreros Unidos, que los asesinaron y los cremaron en el basurero de Cocula.
DUDAS CIENTÍFICAS
Pero tanto las familias como buena parte de la sociedad mexicana no creen esa versión, basada en las declaraciones de algunos de los 99 policías y sicarios detenidos hasta el momento. Varios físicos han afirmado que para cremar 43 cuerpos al aire libre se necesitarían 30 toneladas de troncos o docenas de neumáticos, mientras un exjefe militar ha venido denunciando que el Ejército mantiene hornos crematorios "como los de los nazis". Los padres llegaron a enfrentarse a los soldados al tratar de entrar en el cuartel de Iguala.
El Gobierno mexicano trató de dar carpetazo al asunto a los cuatro meses de la desaparición de los 43 estudiantes, cuando solo se ha podido identificar un pedazo de hueso de uno de ellos, Alexander Mora, de 19 años, entre las cenizas que la Fiscalía afirma haber recuperado en el río cercano al basurero de Cocula.
Los desesperados padres dicen que el Gobierno los ha estado engañando y solo confían en la ayuda internacional. Dos de ellos han acudido estos días en Ginebra a las sesiones en las que el comité contra desapariciones de la ONU ha examinado el caso de México, donde los desaparecidos son al menos --según cifras oficiales-- 23.000. Y esperan la llegada de los técnicos de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), entre ellos el médico español Carlos Beristain, que revisarán la investigación oficial mexicana.
La protesta, la demanda de justicia y los reclamos al presidente, Enrique Peña, siguen en las redes sociales y en la calle, hasta el desnudo, pasados cuatro meses de la negra noche de Iguala.