Santos y Maduro llegaron a un principio de acuerdo para solucionar los graves problemas fronterizos

Colombia y Venezuela alcanzaron en Quito, y gracias a la mediación de Ecuador y Uruguay, un principio de acuerdo para resolver la crisis fronteriza que puso en vilo las relaciones entre los dos países. El encuentro no parecía abrigar demasiadas esperanzas a un mes de que Venezuela comenzara a deportar colombianosalegando la penetración de grupos paramilitares. Desde entonces, 1.645 personas retornaron compulsivamente a su país y otras 17.000 resultaran damnificadas. Sin embargo, los presidente Juan Manuel Santos y Nicolás Maduro pudieron poner el suspenso el enfrentamiento verbal y abrirle la puerta a una negociación. Las partes acordaron el retorno inmediato de los embajadores tras ser llamados a consulta, la realización de una investigación de la actual situación de la frontera, la conformación de un equipo de ministros para tratar los temas sensibles, la progresiva normalización en los pasos fronterizos y la realización de un llamado a la reconciliación en la región.

Al final de la larga reunión, el presidente ecuatoriano, Rafael Correa, dijo: “espero que igual que ustedes lo mejor, que todo esté solucionado o por lo menos encaminado a una solución pronta”. Ladeclaración conjunta leída por el anfitrión señala que ambos mandatarios se comprometen a llegar a un acuerdo “orientado a lafraterna convivencia, la buena vecindad, el mutuo respetoy el desarrollo económico y social”. Según Correa, ambos “coincidieron en la importancia de continuar fortaleciendo el diálogo bilateral para garantizar el cumplimiento de estos propósitos, en el marco del respeto al derecho internacional”.

Santos, en tanto, agradeció a los países facilitadores por su tarea de acercamiento. Resaltó a su vez el papel que ha jugado Venezuela en el proceso de paz de Colombia. No obstante, recordó que los vínculos bilaterales no han estado exentos de rispideces. El fronterizo, es apenas el último capítulo de esta compleja relación con el vecino. “(Cuando se adoptaron las medidas) le expresé al presidente Maduro el respeto sobre su decisión de cerrar la frontera o deportar a los colombianos (que presuntamente estaban en condición de ilegalidad), señalando que está en todo su derecho, pero le pedí que respetara el debido proceso y los derechos de los colombianos”, dijo. De acuerdo con Santos, su colega se comprometió a investigar la violación del espacio aéreo. “Entiendo la preocupación de Venezuela por las bandas criminales, las cuales estamos interesados en combatir; el narcotráfico es otro tema que nos obliga a trabajar juntos”, añadió. “Aquí primó, como dice el presidente Maduro, la sensatez. Esta fue una discusión, un diálogo sereno, respetuoso y productivo y me complace muchísimo poder restablecer este diálogo con Venezuela porque lo hemos dicho tantas veces: cuando dos mandatarios tienen diferencias quienes sufren son los pueblos”.

UNA NUEVA ERA

Maduro auguró en tanto “nuevo tiempo de relaciones con Colombia, de respeto, de cooperación, de beneficio mutuo, de paz, de convivencia, de coexistencia de modelos, ideas y proyectos”.

Horas antes, las perspectivas eran diferentes. El ambiente en las afueras de la sede del Poder Ejecutivo ecuatoriano era tenso. Según el reporte del portal bogotano Semana, había un altavoz que emitía un discurso de Hugo Chávez y se repetía la frase: “El modelo bolivariano dialoga pero no se arrodilla ante la oligarquía”. Cuando llegaron Santos y Maduro, los esperaba adentro del palacio el presidente uruguayo Tabaré Vázquez. La conversación adquirió otro tono.