El Gobierno israelí cerrará barrios palestinos de Jerusalén y desplegará al ejército en ciudades

Tras una reunión maratoniana que acabó de madrugada, el Gobierno de Israel adoptó este miércoles diversas medidas con las que considera que contribuirá a aplacar la ola de violencia desatada en Israel y Palestina, que desde el 1 de octubre ha causado 37 muertos -30 palestinos y 7 israelíes-. Más de 1.400 palestinos y medio centenar de israelíes han resultado heridos.Según anunció en un comunicado la Oficina del Primer Ministro (OPM), la policía israelí está ahora autorizada “a imponer un cierre sobre centros de fricción e incitamiento en Jerusalén o a rodearlos, de acuerdo con las consideraciones respecto a la seguridad”. Según medios de comunicación israelíes, cerca del 80% de los que han cometido ataques en las últimas dos semanas son palestinos deJerusalén este. REVOCAR EL DERECHO A RESIDIRLas casas de los que cometan ataques se demolerán y en su lugar no se podrá reconstruir nada. Donde viven los que perpetran ataques, también lo hacen sus familias. Y si los atacantes son muy jóvenes, la casa ni siquiera es de ellos sino de sus padres.

A partir de ahora, el estado confiscará las propiedades del atacante y, si sobrevive, se revocará su derecho de residencia permanente en Jerusalén, cuya parte este, la palestina, está ocupada por Israel.Los palestinos de Jerusalén no tienen nacionalidad israelí -excepto algunos que la solicitaron voluntariamente- sino tarjeta de residencia. Habitualmente pierden su derecho a residencia, de forma totalmente ilegal, si están fuera del país más de tres años. Israel les retira el permiso aunque sean nacidos en Jerusalén y sus familias estén allí desde hace cientos de años. ¿Y SI ES JUDÍO?El comunicado no especifica qué se hará en caso de que el atacante sea un palestino de Israel o un israelí judío. En las dos últimas semanas ha habido dos apuñalamientos por parte de judíos. Uno acuchilló a tres palestinos de Cisjordania y un beduino de Israel en Dimona, hace cinco días y ayer, un israelí judío apuñaló a otro al que confundió con un árabe, en la localidad de Kiriat Ata (norte de Israel).El Gobierno decidió también que el ejército refuerce a la policía en las ciudades y las principales vías de comunicación. Los militares aún no han señalado donde se desplegarán, pero informaron de que diversas unidades se distribuirán en localidades “hoy, más tarde”. SEGURIDAD PRIVADAEl Gobierno israelí contratará a 300 guardias de seguridad para vigilar los transportes públicos en Jerusalén, lo que costará 80 millones de shekels (unos 18 millones de euros).La ONG Human Rights Watch afirmó este miércoles que “exacerbar la política punitiva de la demolición de las casas es una respuesta ilegal y apresurada”, según dijo la directora de HRW en Israel y Palestina, Sari Bashi.

“Cerrar los vecindarios de Jerusalén este es violar la libertad de movimientos de todos los residentes palestinos, más que dar una respuesta elaborada estrictamente a medida para una preocupación específica. Los controles (militares o policiales) son una receta para el acoso y los abusos”, añadió Bashi en un comunicado.