«Trabajamos en la promoción y en captar al consumidor joven»

lleva cuarenta años en la profesión, relacionado con el sector cunícola. Javier Gómez (Madrid, 1951) es presidente de la Organización Interprofesional de la Carne de Conejo de Granja, Intercun, y director comercial del canal tradicional de la empresa Hermi. Ha vivido ya varias crisis, aunque reconoce que esta es, sin duda, una de las más largas. Aún así se muestra optimista de cara al futuro y valora el trabajo realizado en Castilla y León, primera productora nacional.Pregunta.- El sector cunícola afronta un momento complicado, con precios por debajo de los costes de producción. ¿A qué escenario presente y futuro se enfrenta, sobre todo el sector productor?Respuesta.- Estamos sufriendo todos. Atravesamos un momento delicado que viene propiciado porque el sector tenía un subproducto que era la piel del conejo que se valorizó mucho a partir del año 2009. China llegó a comprar esta piel a 1,70 euros. Ahora, esos precios han bajado paulatinamente hasta los tres céntimos, lo que está afectando al productor. El sector lo está pasando mal, especialmente los productores y los mataderos. Estamos en un mal momento. De cara al futuro, quiero ser optimista. Hay que adecuar la oferta y la demanda, y esto solo se hace de dos maneras: o se quita producción o se vende más. Pensamos que hay que vender más. Lo deseable es que seamos capaces de subir la demanda porque ya somos un sector pequeño.P.- En este contexto, ¿Cuál es la línea de trabajo desde la Interprofesional Intercun?R.- Fundamentalmente, la promoción. En la Interprofesional tenemos dos líneas de trabajo. Por un lado, la que denominamos de ‘lluvia fina’, que es una serie de actuaciones sobre médicos, enfermeros y enfermeras, en la que tratamos de recordarles los beneficios de la carne de conejo para todo tipo de dietas, ya que no tiene contraindicaciones. Y, por otro lado, la obvia, la publicidad directa, invirtiendo e intentando ser lo más ágiles posibles. Es complicado porque también las demás carnes están ahí.P.- ¿Qué falla en la promoción para que no aumente el consumo de carne de conejo?R.- Tenemos dos problemas. Por un lado, el común a todas las carnes, que todas están mal y tienen que hacer publicidad. Y, por otro, un problema que tenemos detectado y es el del cerdo, con el veto ruso. Con el cierre, el sector ha buscado otros sitios donde vender, pero también se ha quedado más carne. El consumo de cerdo ha subido más de un 3 %, sin contar la parte correspondiente a los derivados, por tanto, hablamos de muchos kilos, 12 por habitante y año. El conejo ha bajado el consumo solo un 1,5%, pero el consumo per cápita es de 1,3 kilos /habitante y año. A nivel nacional el consumo de carne en general per cápita son 50 kilos, la tendencia es a consumir menos carne. Si el cerdo y el pollo han subido, a alguien se lo han quitado. Al conejo desde luego sí. Por eso, las campañas son menos efectivas.P.- Nuestras granjas son competitivas e incorporan gente joven al sector, como está ocurriendo en Castilla y León. ¿Cuál es el futuro de estas explotaciones?, ¿Hay margen de crecimiento ante el desajuste de oferta y demanda?R.- Sí, hay margen de crecimiento, sobre todo en Castilla y León se puede afirmar que se han hecho los deberes. En general, las granjas que pueden producir más barato tienen más futuro que las tradicionales que producen más caro, es una obviedad. Desde este punto de vista en la Comunidad ha habido buena visión para apoyar esto. En Castilla y León se producen más de 200.000 conejos por semana, es la primera productora ahora mismo, por encima de Cataluña.Hay margen de crecimiento, pero se tienen que ajustar las estructuras. Lo que no es compatible es hacer las cosas bien y mal. Hay que hacerlo de la mejor manera y lo más barata posible.P. - ¿Hay que ser competitivo?R.- Sí sí, claro. Como dato, en Castilla y León la media de conejas en una granja son 1.131, mientras que en Cataluña, la segunda comunidad en producción, la media son 397 animales por explotación.P.- ¿ Entiendo que vincula dimensión a una mayor competitividad y futuro?R.- Sí, y calidad de vida además de competitividad. Una explotación de 1.600 hembras implica dos personas y, también, descanso y vacaciones. En cuanto al sistema de explotación, hay sistemas diferentes. Lo normal en las granjas nuevas son ganaderías extensivas de bandas únicas, con trabajos programados como la inseminación, por ejemplo. Pensamos que el futuro va por ahí, por ganar dimensión ya que ganamos en todos los campos.P.- Las organizaciones piden que se agilice la autorización de mataderos de conejos. ¿Cuál es su opinión al respecto?R.- Como Interprofesional decidimos no tomar parte de este tema ya que la parte de los mataderos no estamos de acuerdo, pero se cree, por error, que no lo estamos porque tememos la competencia. No es nada nuevo, ya funciona en otros países. No nos da miedo comercialmente hablando. Estos mataderos tendrán autorización para matar cien conejos a la semana, no lo veo rentable dada la inversión que hay que hacer, en torno a los cien mil euros. Nos da miedo que sanitariamente no haya un control y nos salpique a los demás. Como mataderos, no nos gusta.P.- El sector está manteniendo reuniones con el Ministerio para abordar la situación actual. ¿Qué le pide Intercun a la administración, ahora en funciones?R.- Lo que les pedimos es dinero para promoción o incentivos para la jubilación y medidas fiscales para disminuir la presión. No notamos mucho la interinidad del Gobierno.P.- ¿Qué previsiones de futuro realiza Intercun para este 2016?R.- Todo apunta a que las vamos a pasar estrechas. Espero que la economía en general mejore para que haya poder adquisitivo para acercarse al conejo. A corto plazo no parece que vaya demasiado bien.

P.- ¿Tampoco hay salida al exterior?

R.- España exporta aproximadamente el 10% de lo que produce. Producimos un millón de conejos a la semana, prácticamente hay muy poca importación. Más que una saturación en el mercado lo que ocurre es que el consumidor tradicional tiene una edad media alta. Para captar al consumidor joven hacemos productos de despiece de conejo, más fácil para guisar en casa. Esto claro encarece el producto y al consumidor le cuesta entra ahí. Estamos trabajando en este camino. Vamos perdiendo consumidores porque se nos mueren, literalmente. Hace falta promoción en este sentido y trabajar para captar a los jovenes.