El Correo de Burgos

El veredicto de los ausentes

Rivera asegura que el debate entre Rajoy y Sánchez escenifica el "fin del bipartidismo". Iglesias lo califica de "bajada al fango" y lo ve como el "epílogo de una época"

El líder de Podemos, Pablo Iglesias, siguiendo el cara a cara entre Pedro Sánchez y Mariano Rajoy.-

El líder de Podemos, Pablo Iglesias, siguiendo el cara a cara entre Pedro Sánchez y Mariano Rajoy.-

Publicado por
IOLANDA MÁRMOL / PATRICIA MARTÍN
Burgos

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La nueva política abrió anoche una grieta a golpe de irreverencia en la historia del bipartidismo. Los líderes emergentes, Pablo Iglesias y Albert Rivera, consiguieron 'colarse' en un debate al que no fueron invitados y pusieron de relieve que no están dispuestos a conformarse con los huecos marginales en los que los partidos tradicionales tratan de arrinconarlos.Los dirigentes de Podemos y Ciudadanos juzgaron un cara a cara clásico entre Mariano Rajoy y Pedro Sánchez desde el plató de 'La Sexta'. El formato innovador y su sola presencia, en paralelo, puso de manifiesto que las campañas electorales dificilmente van a poder jugarse a partir de ahora con las reglas que han operado durante 37 años de democracia.

Con el incendio de las encuestas y un resultado que se augura de vértigo, los número uno de Podemos y Ciudadanos afinaron anoche su ingenio para tratar de concretar en frases impactantes su veredicto e incidir en el electorado que todavía no ha decidido su voto, entorno a 4 de cada 10 ciudadanos. La primera batalla, la ganaron:  el debate a dos de que estaban excluidos se convirtió practicamente en una pugna a cuatro, en la que "los nuevos" subrayaron los tics de la "vieja política". Sin embargo, resulta más complejo determinar si lograron incidir en la campaña. Históricamente, los electores encuestados siempre niegan que los debates hayan influido en su decisión de voto y, en un escenario tan revuelto, es imposible vaticinar si esta vez lo lograron y en qué medida.EN EL BARRO

Diez segundos después de terminar el debate, Pablo Iglesias hizo su primera valoración. "El bipartidismo ha terminado", sentenció y calificó el encuentro de "bajadas al fango sin ninguna ilusión". El candidato de Podemos se mostró orgulloso de no insultar al adversario y debatir sin descalificaciones. "Es una buena noticia que esto sea un epílogo de una época. Yo quiero ser presidente para no parecerme a estos dos señores, afirmó Iglesias, que sacó pecho de haber debatido con Albert Rivera sin utilizar "ese tono y esas formas".Ya antes de que empezara, Rivera subrayaró que se trata del "último debate para fingir que somos bipartidistas". El dirigente de Ciudadanos aseguró que el 40% de la sociedad no se va a sentir representada en un cara a cara en el que, según algunos sondeos, Sánchez ya no disputa a Rajoy la presidencia del Gobierno. En tono irónico, Iglesias señaló que si el PP diera verdadera importancia a este choque, hubiese enviado a la vicepresidenta Soraya Saénz de Santamaría, quien salió bien parada del debate a cuatro.EL PUNTO FINAL

La importancia que el debate en paralelo tenía para los dirigentes de Podemos y Ciudadanos se venía evidenciando desde el fin de semana, cuando ambos candidatos incluyeron en sus mítines centrales referencias críticas al cara a cara entre Rajoy y Sánchez. El director de campaña de la fuerza morada, Íñigo Errejón, comparó el carácter viejuno del duelo con la reposición de las series "The Walking Dead" o Verano Azul.Albert Rivera empezó el día calentando motores, aseguró que el cara a cara significa "el punto final a la vieja política y al bipartidismo" y vaticinó que en las próximas campañas no habrá debates "anquilosados" y con "cronómetros".Más allá de lo que suceda el 20-D en las urnas, la mera escenificación del cara a cara Rajoy-Sánchez en las televisiones, y los comentarios irónicos en las redes, ante todo el divorcio sociológico entre el oficialismo de la campaña y la nueva política.

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