Gestión de crisis

ME GUSTARÍA entender hacía dónde miran, con quién consultan, quién asesora a los responsables políticos cuando hay una crisis. Porque es en estos momentos en los que se mide la verdadera capacidad de un político. Y, tristemente, cada vez que hay una crisis, como la que está pasando ahora con el virus ébola, son muchos, demasiados, los ejemplos de políticos que no solo no están a la altura de las circunstancias, las complican aún más. Uno de los problemas que más daño hace a una crisis, sea del tipo que sea, es que haya un exceso de precipitación en buscar responsables antes de que determinar con claridad qué es lo que ha pasado. O, algo que suele ocurrir en el ámbito periodístico con cada vez más preocupante frecuencia, establecer primero una conclusión y después elaborar hipótesis que se adapten a esa conclusión.

Lamentablemente, los medios de comunicación suelen manejar una información limitada en situaciones de crisis, lo que puede inducir a errores de bulto porque puede más el afán por ser el primero que ser lo más riguroso posible. Y con el caso del virus ébola ha habido demasiados, y a la vez muy desalentadores, ejemplos que dejan el oficio de contar cosas en muy, pero que en muy mal lugar. Por eso, quienes tienen la información en sus manos, es decir, los responsables políticos, deben hacer un ejercicio de eso mismo, de responsabilidad. Lo sorprendente es que si un político mete la pata, no ya con lo que tiene que ver con su obligación, conocer en profundidad el trabajo de los profesionales del área que es su responsabilidad, sino con comentarios inadecuados y fuera de lugar es que no presente su dimisión de manera automática.

Debería ser más sencillo. Un político asume una responsabilidad en el momento que plantea un plan o un proyecto. Si fracasa, como pasó como con el primer ministro de Escocia que planteó un referéndum que perdió, dimite. Así de sencillo. Lo que no es lógico es que si no es ni tan siquiera capaz de explicar cómo se está afrontando una crisis o que, y este ejemplo es de aquí, diga , así con toda la pachorra, que que día tan bonito para ir a dar un paseo por el Castillo cuando hay casi medio metro de nieve colapsando la ciudad, tenga la desvergüenza de seguir en un cargo para el que no está preparado. Menos mal, para él, que este concejal del ejemplo no hizo el comentario en público.

Es en los momentos de crisis en los que se pone a prueba la valía de los responsables políticos. Y también de quienes deben velar por su gestión.