El Correo de Burgos

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UNADElas grandezas de la democracia es la libertad que tiene el individuo para decidir si está de acuerdo o no con las líneas marcadas por el gobierno de turno y, sobre todo, mostrar su rechazo públicamente. Poder recorrer las calles, aun cuando la manifestación no esté debidamente autorizada, exponer tus razones a la oposición y, cada cuatro años decidir si a los que uno les dio su voto ahora no son merecedores de tu papeleta.

Son sólo algunas de las grandezas que la la libertad democrática, pero no siempre hacemos un buen uso de ellas. Porque confundimos en demasiadas ocasiones la libertad con el libertinaje. A veces me pregunto si hemos leído lo suficiente a los filósofos o a los padres de la democracia, pero no de las modernas formas de gobierno, sino de aquellas que se pierden en la línea del tiempo y que consideramos culturas clásicas con lenguas muertas que no son merecedoras de estudio. Pues en esas civilizaciones encontramos la raíz, el fondo y el alma de la libertad que hoy disfrutamos. E insisto: Libertad, no libertinaje.

Y si hubiéramos leído lo suficiente, podríamos darnos cuenta que nuestra confusión se ha asentado en cada acción que desarrollamos. No debería generalizar, soy consciente. Pero quiero incluir a todos porque nadie está libre de pecado y seguro que en más de una ocasión nos hemos dirigido con cierto libertinaje sin pensar en el prójimo.

Pues esa es otra de las grandezas de la democracia. Saber ponernos nosotros mismos los límites siguiendo unos mínimos valores que deberíamos haber aprendido desde pequeños y en los libros.

Y todo esto, se preguntarán, a qué viene. Volvemos a vivir noches de violencia en Burgos, en la zona 0. Volvemos a ser noticia. Nuevamente unos cuantos violentos han destrozado mobiliario urbano, contenedores, sucursales bancarias... Podemos estar en contra de la nueva obra que el equipo de Gobierno se plantea en la plaza de toros. Pero los límites que uno mismo se marca hasta en la protesta deben estar presentes. Y no puedo estar de acuerdo con la violencia gratuita para salir en el telediario apelando a un espíritu que creció lleno de hartazgo por las aciones de políticos que también se dirigen en su vida con libertinaje, para justificar los hechos de estos dos últimos días. Porque entonces, aunuqe derivó en violencia era espontáneo. Ahora se intentaba emular lo acontecido. Y por muy en desacuerdo que uno esté con la obra en la plaza de toros, no se puede justificar esa violencia. Y más teniendo en cuenta de que en Gamonal ganó el que quiso hacer el bulevar y ahora quiere remodelar la plaza. En mayo hay municipales. Ejerzan la democracia.

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