El Correo de Burgos

Creado:

Actualizado:

Pasa de largo esa oportunidad para que España entreteja su propio imperio sin necesidad de ser la pequeña pieza en el rompecabezas europeo. La Hispanidad llama a nuestra puerta al tiempo que somos uno de los muchos invitados que estos días buscan el espectro de Fidel Castro en Veracruz. Quizá no es descabellado, pensar que el fumador de habanos pasó a mejor vida y Raúl su hermano, lleva sin rumbo y a la deriva la isla mágica de caña y ron. La poca visión de futuro de nuestros presidentes y ministros de exteriores, tamaño XXL, ha dejado pasar una de las mayores oportunidades de creación de riqueza asentada en el turismo. Al final, Cuba se la quedan los americanos por cuatro chapas y caramelos para los niños. Arruinada, hambrienta y eso sí, muy digna y de piel morena. Los Cadillac ruedan por Varadero con carburadores atados con alambre y las manillas de elevalunas, dejaron de funcionar hace años. Como la ilusión de los cubanos y las cubanas. Estamos por encima de Italia y por debajo de Francia, atormentados con el equilibrio entre euro y dólar. Una vagoneta más que baila al son del chacachá de la locomotora alemana. Pero como digo, pudimos haber pilotado casi medio mundo, unido a nosotros por el vínculo sagrado de la lengua. O idioma. O lenguaje. O como se quiera que se diga. En Manhattan cada vez se habla más, el español. No hace falta saber inglés para caminar por la Quinta Avenida y Times Square, el SoHo o Chinatown. Ser español significa ser hispano, referencia y horizonte para los pueblos que hoy necesitan nuestro ejemplo de modernidad. Pero no hemos sabido cuidar la herencia que siglos atrás, sembraron los navegantes conquistadores, cierto que en medio siglo han pasado muchas cosas y escrito historias en la piel de toro. Algunas, con guerras que aún nos duelen a los nietos. Una piel que da mal ejemplo cuando se parte en trozos vascos y catalanes. Madre hispana que abandonó a sus hijos por tener poca leche o estar ciega. Las Américas fueron nuestras, por si acaso alguien se ha olvidado. Ahora su VII cumbre sienta en su trono al negro Obama. Muy pronto pasarán página. Borrón y cuenta nueva. América la madrastra de mano dura, amamantará a las niñas que se venden en la calle. Llenará de nuevas neveras, las casas humildes de Guantánamo, Cienfuegos y Santiago. Televisores LED de 50” por fin con ADSL y tarifa plana. Mientras nuestro joven Rey con su Reina, se sientan a la mesa hispana con camisa blanca, los agrimensores americanos miden las calles y parcelas. Cuba no se vende. El olvido español, la regala.

tracking