El Correo de Burgos

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Llega la hora de la verdad y ahora se verá si el reparto en lo necesario e imprescindible, es acertado. En etapas anteriores relativamente recientes, se han criticado inversiones en la Ciudad que todos tenemos en mente. Inversiones ya consumadas que pudieron esperar a tiempos mejores y no lo hicieron. Los nuevos presupuestos pretenden ser equilibrados y sostenibles en la medida de lo posible, en momentos aún difíciles, donde hay que repartir la caridad municipal en sectores de esa tarta ciudadana que se lo merienda todo. Hay sólo para lo imprescindible y no entran caprichos de nadie, o así pretende ser. El gasto del presupuesto que se apruebe con el apoyo del PP, Ciudadanos y la abstención del PSOE, ha de ser lo más trasparente posible y lo más equilibrado, también. No imagino derroches ni obras de las que se beneficie cualquiera otro que no sea la ciudad, con barrios que están hambrientos de obras de consolidación, mantenimiento y reforma. Durante los años de vacas flacas se hicieron inversiones que han mejorado a Burgos y sin duda han generado riqueza. Bulevar y Plaza de Toros son representativas, con presupuestos millonarios que bien pudieron ser de aquellas que se hacían en los tiempos mejores. Durante estos procesos, se aludió al concepto “prioridad”, que no es otra cosa que hacer lo más importante primero y lo menos, más tarde. El Ferrocarril ha dejado una deuda que hemos de pagar entre todos durante años y el presupuesto del la Plaza de Toros pudo haber tapado muchos baches en Barrios Como San Pedro y San Felices y otros parecidos donde un paseo pone en evidencia, vergüenzas como la Barriada de los Ferroviarios en el entorno de las Calles Lope Gemeno y sus cuestas de bajada. Hay rincones de Burgos a los que no queremos mirar pero antes o después saldrán a la luz. Quedan calles sin pavimentar, infraestructuras envejecidas en la mayoría de barrios que no separan las aguas pluviales, ahora que presumimos de nueva depuradora. Por eso, a veces me pregunto quién es el que hace la ciudad y que mano o manos, la dibujan. Veremos si en esta nueva etapa de pactos entre las fuerzas políticas de Burgos, donde ha de reinar la sensatez y cordura, se prima la inversión que modernice el conjunto yendo de las partes al todo. A priori ha de terminarse el hacer lo que no sea, pactado, justificado y equilibrado. Los Distritos, aún en mantillas, pretenden ser la voz de ciudad a través de los Barrios. En esta jugada andan unos cuantos. Quien controle los Distritos, mandará.

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