El Correo de Burgos

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SALGA BIEN o mal, se me ocurre ahora por casualidad. Así fue que estuvieron esta vez con el Señor alcalde, quien les recibió con la tarea aprendida, no por casualidad. Lo que tanto tiempo estuvo perdido entre los prados que hay a un lado y al otro, casas pequeñas. Después de estar en el MOPU con el subdelegado del Gobierno la representación vecinal, con una palmadita administrativa bien argumentada y el vuelva usted mañana. En pocas semanas veremos la gran pasarela sobre la vía de ronda, autopista que está al sur de burgos y marca ciudadanos de primera y segunda. Esa vergüenza urbana a la que nadie ha querido mirar hasta que no ha quedado más remedio, cuando los vecinos han tomado la iniciativa de contar al resto de burgaleses. El coste de ese nuevo puente peatonal sale de las arcas del Estado, unos cuantos cientos de miles que llegan después de muchos tientos con el Ministerio. Pero nace muerta y sentenciada a desaparecer en un breve espacio de tiempo. Afortunadamente, por cierto. Según el alcalde en un par de años se desmontará, según el candidato del PSOE será en siete. Qué mas da. Para empezar, hace años que tenía que haberse quitado la vieja sin repuesto de otra, porque la ciudad se merece sensatez y coherencia. Recuerdo el tirón de orejas que me pegó por teléfono quien hoy es alcalde, ante mi osadía de criticar en esta misma columna de opinión, la chapuza de aquellas vallas acústicas que se pusieron y quitaron en horas. De esto han pasado años. Dije que esa vía rápida tenía que pasar a ser una calle bulevar a la altura de las circunstancias según estaba previsto en el Plan General de Ordenación urbana. Los vecinos salieron a la calle alarmados cuando vieron que tapaban sus ventanas con tapias de metacrilato, eso sí, todo tutelado por el ayuntamiento, por casualidad. Fue entonces cuando desde la casa grande de Plaza Mayor nº1 debieron de empezar a considerar la necesidad de programar el Brexit de este tramo dañino para el barrio del Crucero, su integración y crecimiento. Pero llueve sobre mojado y quienes decimos las cosas para ser leídas entre líneas, a veces somos incómodos. Por fin, el ayuntamiento abre los ojos y ve la necesidad de programar la nueva calle, haciendo de ello la primera promesa electoral de entidad. El barrio se lo merece y la zona está programada para ser consolidada como urbana. Abrió los planos ante los vecinos, se los enseño, puso el dedo en el lugar donde serán las nuevas rotondas y sonó la música celestial. Por casualidad.

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