El Correo de Burgos

Creado:

Actualizado:

NUBARRONES negros se asoman a nuestro cielo de cada día, ese que vemos al madrugar perezoso y forzado. Ayer al mediodía, la plaza mayor en la Villa Ducal estaba a reventar de coches que traen turistas de cercanías. Se ven buenas marcas y modelos. Hay dinero guardado en bolsillos de ahorradores temerosos de Dios. A comer sí y de momento a cenar no, por esto del confinamiento decretado por reyezuelos de palacio en Madrid y misericordiosos de baba floja en Valladolid. Es cosa sabida que, cortesanos limpiaban su culo en las cortinas de pasillos en Versalles, a la vez que hacían la reverencia. Esto no ha cambiado y el pueblo llano, cada vez más, recibe diezmos con resignación y más miedo que alma. Suerte de mesa y mantel en el restaurante Los Caracoles de Lerma, con olor a trufa fresca y buen vino de primera mano del jefe, Hector. Gastemos el poco dinero que nos queda en Burgos y Provincia, o no tendremos perdón. Para todos viene un invierno frío que no sabemos cuánto durará, aunque ya he dicho más veces que no será tan largo como el reciente de los casi diez años que nos dejó en los huesos. No deseo a los esforzados hosteleros y profesionales del sector turístico, esa guadaña que segó ilusiones y proyectos de quienes vivíamos del ladrillo. Durante esos 10 años, desaparecieron nuestros clientes al 80 %, las expectativas se desplomaron en pocos meses y tardaron en brotar años, para quienes lo soportaron. Ojalá no os pase igual, amigos. Las noches se hacen eternas y los días, más. Los números no salen, las nóminas llaman a tu puerta, y la templanza se pone a prueba como el ébano ante el buril. Al fin y a la postre, sale el sol para quien esté a la espera y se reinvente. Los cuartos de lechazo viajan rápido via Globo en bicicleta. Mal lo tiene el restaurante que enseñe su fogón encendido y por estar donde siempre, desperdicie abrir una puerta virtual a sus mejores platos. Veremos cómo suceden  historias de nuestra castellana ciudad a la que alumbran mensajes de esperanza por parte del flamante equipo municipal de gobierno mixto, el Socialista hermanado con Ciudadanos. Quieren hacer de nuestra industria burgalesa ya de por sí, más que significativa, un referente internacional. Lo han dicho pero, cómo lo harán, con qué capital humano cuentan para programar, cómo rescatarán jóvenes talentos formados aquí que buscaron otro lugar. Ojo con estas promesas, que ponen los dientes largos. Yá se verá.

tracking