El Correo de Burgos

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GAMONAL HA ARDIDO más de una vez catapultando el nombre de Burgos a medio mundo, y no para bien. Desde que Cristino que esculpe con metal como nadie, dejó esta embajada, los distintos ayuntamientos han hecho aguas en esta parte de la ciudad. Se quemaron contenedores y taparon calles abiertas con proyectos supuestamente aprobados por consenso y calado social. A Gamonal no hay nadie que le meta mano por mucho que quieran o se crean que pueden. La mitad de nuestra ciudad es Gamonal. Creció por el Este, pegado al Polo Industrial donde dijo Franco el desenterrado, sin parques ni jardines y espacios de proximidad. Media docena de familias de empresarios hicieron su agosto sin darse cuenta de construir una ciudad descompensada, hacinada y condenada a convivir en calles estrechas y pocos jardines. Hoy vivimos el recuerdo y consecuencias de este frenesí urbanístico del que aún algunos quieren hacer historia. En la legislatura del Alcalde Javier Lacalle, del que ya nadie habla y parte de la que estamos de Daniel de La Rosa, se establecieron las bases para que cada parte de esta magnífica ciudad castellana, tuviese su propia autonomía y voz de barrios que calase a fondo. Se postularon y aprobaron los ‘distritos de ciudad’. Pero nacieron con carencias insalvables como dije en otras ocasiones y hace muchos meses atrás. Nacieron politizados desde el momento que fueron repartidos entre las distintas formaciones aunque con apariencia de participación ciudadana. El repetido Gamonal no es de nadie pero su distrito está adscrito a la tutela del partido que gobierna en nuestro ayuntamiento. Puesto que nadie se atreve a mover un bordillo ni farola sin que la voz del pueblo conozca y responda a lo que se prenteda hacer, el Sr. Alcalde hace la pregunta a los miles de ciudadanos. Hay quien dice que tira la piedra y esconde la mano al plantear una consulta popular por internet. No es tiempo de reuniones donde los vecinos puedan juntarse en asambleas por ende del COVID. El cara a cara desgasta mucho, lo sabemos y la plataforma virtual on line queda a mil años luz del cuerpo a cuerpo, directo y valiente. Una vez más, el Ayuntamiento mete la pata y camina hacia un «no hay dos, sin tres». El año de pesares que llevamos, precisa de intervenciones más populares, prácticas y resolutivas. Sabemos esperar, que las obras faraónicas las hagan otros, es hora de suturar y curar.

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