En unos años

HACE YA unos cuantos años, en otro tiempo político en el que tampoco es que imperase el sentido común pero al menos los prófugos de la justicia no ponían ni quitaban presidentes del Gobierno, el jefe del Ejecutivo estatal nombró ministro de Fomento, de obras públicas, vamos, que es como lo hemos conocido casi toda la vida, a otro exalcalde como ahora hizo Pedro Sánchez con el vallisoletano Oscar Puente, el de las polémicas. De aquella el elegido fue el santanderino Íñigo de la Serna, que llegaba al cargo con preparación suficiente para ejercerlo ya que no solo mandó en Santander y fue presidente de la Federación de municipios y provincias, sino que su profesión primera fue la de ingeniero de Caminos, Canales y Puertos por la Universidad de Cantabria. Mal se tendría que dar, pensábamos los burgaleses, si no es este hombre que culmine la autovía de Burgos a Aguilar de Campoo. Un ingeniero y alcalde, plenamente consciente de la importancia de ofrecer una conexión rápida y directa desde Cantabria al centro de la meseta en conexión con el nudo logístico de nuestra provincia. Qué más podíamos pedir. Sin embargo, hoy es el día que seguimos esperando a que se remate esa autovía inconexa, con tramos desdoblados y tramos de la nacional. Ahora llega, Óscar Puente, exalcalde y abogado, pero supuestamente también consciente de la importancia de rematar las infraestructuras pendientes de Burgos y por encima de todas, la autovía del Duero, que conecte nuestra Aranda de Duero con su Valladolid. Y luego, o a la vez o a la vicecontra, como él quiera, tiene pendiente el tramo burgalés de la autovía Camino de Santiago, otro fiasco del Gobierno central. Por si le deja tiempo libre el traspaso de las Rodalies al gobierno separatista catalán, le recordamos que con el AVE a Vitoria, el mismo que pasa por Valladolid para ir de Burgos a Madrid, tampoco se puede descuidar. En el colmo de la eficacia sería imprescindible que diera algún paso para la reapertura a medio plazo del tren directo de mercancías entre Burgos y Madrid pasando por Aranda. Menuda carta a los Reyes magos que le acabo de escribir. Menos mal que Puente es mucho Puente. Que se lo digan a Tudanca.