Comienzan las obras en la casa cuartel con la colocación de bloques de hormigón en la fachada

R. TRAVESÍ / Burgos

El esqueleto de hormigón de la Casa Cuartel de la Guardia Civil que se mantuvo en pie tras la explosión de la bomba de la banda terrorista ETA comienza a cobrar vida.Concluido el desescombro y vaciado del edificio de la avenida de Cantabria, que comenzó unos días después del atentado del 29 de julio del año pasado, ahora se inician las obras de reconstrucción y ya son visibles las escaleras del inmueble, que en lugar de ir en el interior como antes se colocarán en el exterior, adosadas a la fachada. De esta manera, el edificio dispondrá de más superficie útil gracias a la reordenación de los espacios.

La rehabilitación de la Casa Cuartel corre a cargo de la Unión Temporal de Empresas Calle Jerez, de la que forman parte las cuatro constructoras burgalesas como Jopisa, Río Vena, Arranz Acinas y Aragón Izquierdo. Unas obras que están presupuestadas, según el Ministerio del Interior, en 15 millones de euros después de que el Gobierno optara por mantener su ubicación en la avenida de Cantabria y que los técnicos descartaran la demolición de la Casa Cuartel, al no estar dañada la estructura, y decidieran la rehabilitación de los bloques de viviendas.

Primeros bloques

Los obreros colocan los primeros bloques de hormigón en la fachada trasera de las torres amarillas y en algunos lugares ya alcanzan el primer piso. De momento, los trabajos no alcanzan al interior del inmueble y cada una de las plantas luce un espacio diáfano, por el que se vislumbra el horizonte a través de la estructura panelada. Un vistazo de cerca al edificio que sufrió la explosión de la furgoneta bomba de ETA en las inmediaciones de la Casa Cuartel permite ver algunos de sus pilares reforzados, tras sufrir daños.

Todavía son visibles los carteles que los vecinos han colocado en sus ventanas, en los que puede leerse su oposición a que esas dependencias de la Benemérita estén junto a sus casas. Por lo demás, el entorno recobra su normalidad y son escasos los vestigios de los efectos de la bomba que detonó más de 300 kilos de explosivos.

La casa cuartel estará lista para acoger a las viviendas de los guardias civiles en año y medio aproximadamente, según anunció el director general de la Policía Nacional y la Guardia Civil, Francisco Javier Velázquez, en su visita a Burgos en diciembre.

El traslado al edificio de oficinas, en junio

El atentado de la banda terrorista dañó el inmueble que hacía imposible su uso, por lo que las 90 familias de guardias civiles que residían allí se trasladaron a viviendas que ofrecieron constructoras y entidades de ahorro de la ciudad. Además, el Ministerio de Interior se vio obligado a reubicar a las diferentes unidades de la Benemérita en Burgos.

El acondicionamiento del edificio de la vieja Subdelegación del Gobierno en la calle Vitoria alberga, de momento, la Segunda Compañía, la Compañía de la Plana Mayor, los puestos de Burgos y Villímar, el Seprona, la unidad de desactivación de explosivos Tedax, el Grupo de Análisis y Tratamiento de la Información Gati y la unidad operativa de la Policía Judicial. El resto se trasladó a las antiguas dependencias de la cafetería de la Comandancia de la glorieta Logroño.

Unos servicios de la Guardia Civil que, según ha podido saber este periódico, tienen previsto acometer el traslado al edificio de oficinas de la calle Jerez, junto a la Casa Cuartel, en junio. Las obras de acondicionamiento del inmueble están concluidas desde hace meses y está a falta del equipamiento.

Uno de los objetivos de la rehabilitación de la casa cuartel es mejorar la seguridad del recinto. De momento, la esquina de la avenida Cantabria y la calle Jerez luce una gran garita de hormigón para controlar los accesos al edificio.