El Correo de Burgos

La reforma de los edificios de Rey San Fernando y la calle Aranda queda para 2011

El Ayuntamiento admite el estado ruinoso de estos céntricos inmuebles municipales

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Burgos

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N. VILLAMIL / Burgos

El Ayuntamiento dejará la rehabilitación integral que necesitan los edificios municipales de la plaza del Rey San Fernando y de la calle Aranda para la próxima legislatura. El estado «ruinoso» de ambos inmuebles ha llevado al Consistorio a encargar sendos informes al arquitecto municipal, para evaluar y cuantificar las actuaciones de reforma necesarias.

El concejal de Hacienda descarta destinar una partida para ambas actuaciones en el presente año. Con toda seguridad, indica, se abordarán en el próximo ejercicio presupuestario y se acometerán «al mismo tiempo porque son igual de urgentes».

Sin embargo, su rehabilitación partirá de situaciones diferentes, porque mientras que el de la calle Aranda tuvo que cerrar el portal número 7 y trasladar a las pocas entidades que quedaban al número 5, el inmueble de la plaza del Rey San Fernando mantiene su actividad y verá mejorada su fachada en los próximos meses. Es una de las acciones que se contemplan en el Plan Catedral XXI, cuyas obras arrancarán en otoño, con una inversión que rondará los cuatro millones de euros.

Después de este lavado de cara, quedará pendiente de solución el problema más importante, el mal estado de la estructura del inmueble, evidente en su interior. Tanto los grupos políticos como la Asociación Española contra el Cáncer y la Hermandad de Peñas, actuales inquilinos junto a dos familias, esperan una intervención que adecente este bloque.

«Necesita un arreglo inminente, sobre todo la fachada, porque es un edificio en pleno centro histórico de una ciudad que aspira a ser Capital Europea de la Cultura en el año 2016», indican desde la Agrupación de Fajas y Blusas.

El Ayuntamiento procedió en el pasado mayo al desalojo de varias familias que habitaban en este edificio, igual que hizo con los ‘okupas’ de la calle Aranda hace meses.

En este último caso, la Federación de Asociaciones de Vecinos, que acababa de acondicionar su sede, tuvo que trasladarse al número 5. Ibáñez sostiene que es pronto para definir el alcance de las actuaciones que el Ayuntamiento tendrá que llevar a cabo en estos edificios. En función del informe del arquitecto, «habrá que tomar una decisión u otra», insiste el edil.

iento dejará la rehabilitación integral que necesitan los edificios municipales de la plaza del Rey San Fernando y de la calle Aranda para la próxima legislatura. El estado «ruinoso» de ambos inmuebles ha llevado al Consistorio a encargar sendos informes al arquitecto municipal, para evaluar y cuantificar las actuaciones de reforma necesarias.

El concejal de Hacienda descarta destinar una partida para ambas actuaciones en el presente año. Con toda seguridad, indica, se abordarán en el próximo ejercicio presupuestario y se acometerán «al mismo tiempo porque son igual de urgentes».

Sin embargo, su rehabilitación partirá de situaciones diferentes, porque mientras que el de la calle Aranda tuvo que cerrar el portal número 7 y trasladar a las pocas entidades que quedaban al número 5, el inmueble de la plaza del Rey San Fernando mantiene su actividad y verá mejorada su fachada en los próximos meses. Es una de las acciones que se contemplan en el Plan Catedral XXI, cuyas obras arrancarán en otoño, con una inversión que rondará los cuatro millones de euros.

Después de este lavado de cara, quedará pendiente de solución el problema más importante, el mal estado de la estructura del inmueble, evidente en su interior. Tanto los grupos políticos como la Asociación Española contra el Cáncer y la Hermandad de Peñas, actuales inquilinos junto a dos familias, esperan una intervención que adecente este bloque.

«Necesita un arreglo inminente, sobre todo la fachada, porque es un edificio en pleno centro histórico de una ciudad que aspira a ser Capital Europea de la Cultura en el año 2016», indican desde la Agrupación de Fajas y Blusas.

El Ayuntamiento procedió en el pasado mayo al desalojo de varias familias que habitaban en este edificio, igual que hizo con los ‘okupas’ de la calle Aranda hace meses.

En este último caso, la Federación de Asociaciones de Vecinos, que acababa de acondicionar su sede, tuvo que trasladarse al número 5. Ibáñez sostiene que es pronto para definir el alcance de las actuaciones que el Ayuntamiento tendrá que llevar a cabo en estos edificios. En función del informe del arquitecto, «habrá que tomar una decisión u otra», insiste el edil.N. VILLAMIL / Burgos

El Ayuntamiento dejará la rehabilitación integral que necesitan los edificios municipales de la plaza del Rey San Fernando y de la calle Aranda para la próxima legislatura. El estado «ruinoso» de ambos inmuebles ha llevado al Consistorio a encargar sendos informes al arquitecto municipal, para evaluar y cuantificar las actuaciones de reforma necesarias.

El concejal de Hacienda descarta destinar una partida para ambas actuaciones en el presente año. Con toda seguridad, indica, se abordarán en el próximo ejercicio presupuestario y se acometerán «al mismo tiempo porque son igual de urgentes».

Sin embargo, su rehabilitación partirá de situaciones diferentes, porque mientras que el de la calle Aranda tuvo que cerrar el portal número 7 y trasladar a las pocas entidades que quedaban al número 5, el inmueble de la plaza del Rey San Fernando mantiene su actividad y verá mejorada su fachada en los próximos meses. Es una de las acciones que se contemplan en el Plan Catedral XXI, cuyas obras arrancarán en otoño, con una inversión que rondará los cuatro millones de euros.

Después de este lavado de cara, quedará pendiente de solución el problema más importante, el mal estado de la estructura del inmueble, evidente en su interior. Tanto los grupos políticos como la Asociación Española contra el Cáncer y la Hermandad de Peñas, actuales inquilinos junto a dos familias, esperan una intervención que adecente este bloque.

«Necesita un arreglo inminente, sobre todo la fachada, porque es un edificio en pleno centro histórico de una ciudad que aspira a ser Capital Europea de la Cultura en el año 2016», indican desde la Agrupación de Fajas y Blusas.

El Ayuntamiento procedió en el pasado mayo al desalojo de varias familias que habitaban en este edificio, igual que hizo con los ‘okupas’ de la calle Aranda hace meses.

En este último caso, la Federación de Asociaciones de Vecinos, que acababa de acondicionar su sede, tuvo que trasladarse al número 5. Ibáñez sostiene que es pronto para definir el alcance de las actuaciones que el Ayuntamiento tendrá que llevar a cabo en estos edificios. En función del informe del arquitecto, «habrá que tomar una decisión u otra», insiste el edil.

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