PP y PSOE son incapaces de acordar una proposición para pedir la sede de CaixaBank
Los socialistas se escudan en que la propuesta de los populares es muy suave y los conservadores hacen lo propio al considerar inconvenientes las exigencias de su rival
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J. MAIQUES / Burgos
La rivalidad política pudo más que el deseo de lograr el consenso en un tema en el que, curiosamente, todos estaban de acuerdo. De lo que se trataba era de alcanzar en el Pleno una postura unánime de la ciudad (y del Ayuntamiento como representante de la misma) para pedir que la Dirección Territorial y el Comité Asesor en Castilla y León de CaixaBank (tras la absorción de Banca Cívica y, por tanto, de Caja de Burgos) tengan su sede en la capital de la provincia. Pero fue imposible, y el sistema de mayorías hizo que sólo prosperara la proposición del PP con el voto de UPyD. El PSOE, por su parte, presentó, in extremis, una moción de urgencia que fue meramente testimonial ya que no se llegó ni a votar (no se aceptó su carácter apremiante).
Los portavoces de las grandes formaciones se empeñaron en repetir, hasta la saciedad, que compartían lo que decía el contrario, pero siempre encontraron la excusa para aprobar su propuesta y rechazar la de su rival. Para los socialistas, el texto de los populares resultaba insuficiente y para los conservadores, por su parte, los progresistas eran excesivos en sus exigencias y hacían una propuesta que entendían inconveniente.
La única forma de explicar por qué se produjeron las diferencias, pasando por encima los egos y las ganas de abanderar la pelea por que la sede regional se quede en Burgos, es con una cronología de lo sucedido ayer en el Salón de Plenos de la Casa Consistorial.Continúa en edición impresa