Niega haber matado a su marido, por el que sólo siente «agradecimiento»

M. R.  / Burgos

Rudy R.G.H. negó haber tenido «absolutamente ningún» tipo de intervención ni haber colaborado en la muerte por estrangulamiento de su marido, José Manuel Madruga, la madrugada del 9 de mayo de 2009 en su vivienda de Miranda. Aseguró que sólo tiene «agradecimiento» hacia el fallecido por su «apoyo incondicional» y que sería «incapaz, incluso de pensarlo». La acusada declaró en la primera sesión del juicio con jurado que comenzó ayer en la Audiencia Provincial. Las acusaciones piden para ella una pena de 18 años de cárcel por un presunto delito de asesinato, mientras que la defensa interesa la absolución.

La Fiscalía advirtió al jurado en su intervención inicial que este sería un juicio en el que deberían aplicar de manera especial el sentido común, ya que admitió que no hay pruebas directas contra Rudy, quien ha estado en libertad en todo el procedimiento, aunque habló de la existencia de 12 indicios que apuntan a su culpabilidad. Según las acusaciones, Rudy actuó motivada por el dinero, ya que el patrimonio de la víctima se ha cifrado en torno a los 380.000 euros, aunque ella declaró desconocer cuáles eran sus posesiones. La defensa señaló que lo único que podrán demostrar las acusaciones es que la imputada estuvo en Miranda el día de los hechos, ya que el relato de Fiscalía y la acusación particular es un «desarrollo novelesco» para encontrar a un culpable. Dentro de estas elucubraciones situó la posible participación de dos cómplices, ambos en paradero desconocido. No obstante, estas dos personas fueron protagonistas indirectos en la sesión de ayer. Alejandro, novio entonces de la acusada, que no vivía ya con su marido, y Timoteo.

En su declaración, la acusada contó que su relación con la víctima comenzó en 1997, que a los pocos meses comenzaron a vivir juntos en Miranda y se casaron en mayo 2002. Cinco años después, ella abandona el piso conyugal y se marcha con sus dos hijas a vivir a Burgos. Será después del verano de 2008 cuando empieza su relación con Alejandro. A pesar de que estaban separados, solía ir con bastante frecuencia al piso de su marido para hacer tareas del hogar y admitió que recibió dinero prácticamente todos los meses.

Sobre lo que hizo el 8 de mayo 2009, Rudy contó que acudió en su coche a Miranda tras pedirle una de sus dos hermanas que viven en la localidad que le fuera a recoger un papel que necesitaba enviar con urgencia. Llegó sobre las nueve de la noche y, tras estar con su hermana, quedó con José Manuel en un bar. Según su relato, se tomaron un vino, fueron a repostar gasolina y, alrededor de las 23.00 horas, acudieron al piso de la víctima, que estaba bebido y le había propuesto que mantuvieran relaciones sexuales. Ya en la casa, la víctima no fue capaz de hacerlo, se vistieron, la acompañó hasta el coche y se marchó al bar de una amiga, donde se quedó bebiendo hasta las tres de la madrugada. En este punto cambió su relato respecto a lo que declaró ante la Policía y el juzgado, donde contó que se había ido a Burgos, adonde llegó sobre las 12 de la noche y estuvo en bares de Gamonal.Continúa en edición impresa