El Correo de Burgos

El hospital mejora su respuesta al ictus con el uso de la trombectomía

Se aplica a afectados por un infarto cerebral que no admiten medicación estándar

Burgos

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L. B. / Burgos

La creación de las unidades de ictus fue el primer paso para mejorar la atención a los pacientes que sufrían un accidente cerebrovascular. En Burgos ocurría en 2006. La del Yagüe era la segunda de la Comunidad. Desde entonces, el Servicio de Neurología se ha esforzado en avanzar en el tratamiento de una patología tan prevalente, con elevada mortalidad, que genera casi un ingreso diario y que es la primera causa de discapacidad severa en el adulto.

A este empeño responde la aplicación en el último año de una nueva técnica, la trombectomía, que permite ofrecer esperanza a los pacientes que, por varias circunstancias, no pueden recibir el tratamiento estándar o no mejoran con él.

La responsable de la unidad en el Hospital Universitario de Burgos, Yolanda Bravo, explica que es un tratamiento complejo que precisa más tiempo «porque hay que introducir un catéter y requiere mucho más personal». De momento en Burgos la llevan a cabo («de manera altruista», subraya Bravo) neurorradiólogos intervencionistas con el apoyo del equipo de Neurología.

Cabe recordar que existen dos tipos de ictus: isquémico (también conocido como infarto cerebral, trombosis o embolia) y hemorrágico, mucho menos frecuente. Hay un tratamiento farmacológico específico solo para los casos del primer grupo. Consiste en «administrar el medicamento rt-PA por vía endovenosa» y se conoce como tratamiento trombolítico o fibrinolítico. «Tiene un potente efecto sobre la coagulación y puede deshacer la obstrucción de la arteria que provoca que el cerebro sufra», relata la especialista. Este es el tratamiento estándar porque su eficacia es elevada y se puede aplicar muy rápido. «En Burgos tardamos una hora en hacerlo desde que el paciente accede al hospital, una vez que se le explora, se le hacen análisis y un escáner cerebral», añade.

Sin embargo, este fármaco solo puede aplicarse «en las primeras horas desde el inicio de los síntomas». Así, «a muchos pacientes no podemos dárselo por llegar demasiado tarde o por que presentan riesgo de sufrir hemorragia si lo toman como es el caso de personas con tratamiento anticoagulante, como el Sintrom, por ejemplo, o con úlceras de estómago, entre otros casos».

Son ellos los que pueden beneficiarse del uso de la trombectomía. «Consiste en acceder a las arterias cerebrales hasta llegar a la obstruida y extraer el coágulo de sangre con unos dispositivos caros y complejos. Así, la posibilidad de que haya hemorragia es baja. Sin embargo, y aunque la probabilidad de éxito en la extracción del trombo es alta, la mejoría del paciente no siempre es la deseada», apostilla Bravo.

El Universitario carece aún de datos concretos relacionados con el uso de esta técnica «porque apenas llevamos meses con ella». También se hace «desde hace pocos años» en otros hospitales de España de gran tamaño.

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