El Correo de Burgos

HUELGA GENERAL 14N

Como una mañana de domingo

El comercio cerró a primera hora por miedo al conflicto, después por falta de clientes

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Burgos

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MARTA CASADO / Burgos

La jornada de huelga general, la segunda en menos de un año, arrancó en el centro de Burgos con una calma tensa. Algunos carteles pegados recordando la cita y otros muchos instalados frente a una de las tiendas de moda juvenil de la calle Vitoria, donde la noche había sido algo tensa, demostraban que aunque parecía una mañana de domingo cualquiera, no lo era.El cierre de negocios, con el cartel preceptivo de cerrado por huelga general ya fuera el oficial, impreso con el ordenador a última hora o a mano, se sucedía. Las cafeterías también, salvo alguna excepción. Algunos bancos cerraban con llave tras la salida de algún cliente. Estaban a la espera de la llegada de los conocidos piquetes informativos a los que sólo algunas cadenas comerciales esperaban con la puerta abierta cortada por agentes de seguridad privada. No era éste el ambiente propicio para hacer compras. No era un día normal dada la falta de compradores y los corrillos de dependientas eran lo más común. Unas tras la verja echada, otras tras el personal de seguridad.

En ese momento el conflicto se vivía en los centros comerciales como Camino de la Plata. Allí arrancó el piquete más numeroso generando los primeros momentos de tensión en el ámbito comercial. Mientras bajaban en el Mercado Norte sólo siete de los más de 30 puestos permanecían abiertos. «No puedo cerrar. Tengo cosas que hacer» reconocían algunos de esos siete valientes. «Aquí hay mucho miedo, la huelga anterior tiraron botes de humo y a uno de los negocios les tiraron la máquina del peso. Hay miedo», reconocían. Poco antes de que el piquete pasara por la calle Vitoria ya habían echado el cierre a la puerta de entrada del Mercado Norte que se mantenía así más allá de las 12.30 del mediodía. Es la misma sensación que se vivía en locales comerciales del centro.

Hacia las once del medio día los pocos comercios que seguían abiertos tenían a sus propietarios a la puerta. La presencia de la Policía Local por los alrededores de la calle Morco demostraban que los piquetes informativos convertidos en una manifestación con decenas de integrantes se acercaban. Lanzaban gritos contra la reforma laboral, los desahucios y la situación de la clase trabajadora frente a la sede del PP de Burgos. Petardos, golpes en la puerta y protestas de unos manifestantes cercados por un amplio dispositivo policial y que cerraba las verjas de los pocos comercios que habían apostado por abrir durante las primeras horas de la mañana a su paso. La acción informativa del grupo se mantuvo dentro de la calma por las calles del centro. Los efectivos policiales les rodeaban y protegían algunos edificios clave como la Subdelegación del Gobierno y la sede de la Seguridad Social donde se vivieron momentos tensos. Varios petardos y gritos contra personas que paseaban por la calle a quienes increpaban que hoy no era día de hacer compras. Por donde pasaban, las tiendas echaban el cierre. Frente a El Corte Inglés se vivieron momentos de tensión entre los integrantes de la protesta. Las patadas y golpes de una avanzadilla de la comitiva informativa dañaron la entrada. Una acción que recriminaron otros integrantes de la protesta como Stop Desahucios y el Sain que optaron por el sonido de los bongos y la batucada. Desplegaron sus pancartas en contra de la política en materia de vivienda de las entidades financieras. Desde allí la protesta informativa y pacífica se trasladó a la Plaza Mayor donde miembros de la comunidad educativa de disciplinas artísticas bailaron como forma de protesta contra los recortes. Pasaban las 12 del medio día cuando los manifestantes marchaban. Los comerciantes se atrevían a abrir la puerta. «No ha habido mucho lío esta vez» reconocían. Otros ya daban el día por perdido. El cliente ha preferido pasear a comprar.

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