Perseguir los delitos informáticos es el reto de la Guardia Civil en este siglo

BurgosLa persecución de los delitos informáticos es uno de los retos de la Guardia Civil para este siglo XXI. Así lo señalaba ayer el teniente coronel Miguel Salom Clotet al término del acto de conmemoración del 169 aniversario de la creación del Instituto Armado que se celebró en Residencia Logística Militar 2 de Mayo. Durante el acto se condecoró a tres oficiales, tres suboficiales y siete guardias civiles, a los que les ha sido impuestas la Cruz al Mérito de la Guardia Civil, la Medalla al Mérito Civil o la Cruz al Mérito de Protección Civil y se entregó un diploma a otro que pasó a situación de retiro.Al acto asistieron el subdelegado del Gobierno en Burgos, José María Arribas; el vicepresidente Primero de las Cortes de Castilla y León, Fernando Rodríguez Porres; el Comisario Provincial de Policía, José María Calle; el subdelegado de Defensa, Jesús María Cirujano Pita; el presidente de la Cámara de Comercio, Antonio Méndez Pozo; su homólogo en  la FAE, Miguel Ángel Benavente, y  el presidente del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León (TSJCyL), José Luis Concepción.Salom Clotet subrayó la importancia de la formación de los guardias para la persecución de esos delitos relacionados con las nuevas tecnologías. A la vez, sin embargo, resaltó la importancia de mantener presentes las virtudes que siempre han destacado en la Benemérita como son el «espíritu de sacrificio, la abnegación y el honor».Unas cualidades que permiten en estos tiempos de crisis y recortes que el trabajo en la Guardia Civil salga adelante. El jefe de la Comandancia de Burgos lo resumió en una frase: «No es un funcionario, es un guardia civil».  La Guardia Civil en Burgos tiene cubierto el 90% de su plantilla, informó el mando.  Son un total de 900 guardias civiles, un número que Salom Clotet considera «Suficiente» para afrontar las tareas asignadas en diferentes ámbitos a este Cuerpo de la Seguridad del Estado.Durante el acto de homenaje se dio lectura a un extracto de los decretos fundacionales del Cuerpo. Uno dictado a 28 de marzo de 1844 por el Marqués de Peñaflorida y el segundo dado en Palacio a 13 de mayo de 1844, por el entonces ministro de la Guerra. Ramón María Narváez.