El Correo de Burgos

El hospital aumenta la diversidad del menú y condensa las dietas

Desde enero permite elegir entre tres primeros y tres segundos. Maneja 45 alimentaciones distintas ajustadas al perfil médico del paciente

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Burgos

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L. B. / Burgos

Cuando al día tienes que atender una media de 520 comensales la ‘maquinaria’ debe estar a la altura. Solo las dimensiones de las cocinas del Hospital Universitario de Burgos sirven para atisbar la importancia de lo que allí se cuece. Las cifras lo confirman. El producto se adquiere por toneladas y el movimiento no cesa. Las bandejas recorren en cada turno -desayuno, comida, merienda y cena- hasta 1,2 kilómetros cuando la habitación en cuestión se encuentra en el bloque de hospitalización más distante al industrial, donde se ubican las dependencias de hostelería.

El traslado se completa en un tiempo máximo de 15 minutos y sin que el menú note gracias a la tecnología que incorporan los carros que portan las bandejas, cada una con el nombre y apellidos de su destinatario, con placas que plato a plato mantienen la temperatura adecuada.

Más allá de cómo se da de comer a los usuarios del complejo a los responsables de la empresa responsable de prestar este servicio les importa el qué se les ofrece. Aseguran que en ello coinciden con Sacyl y a renovarse en este aspecto han dedicado meses.

El resultado, las mejoras incluidas en el servicio desde el mes de enero. «Cuando se trasladó la actividad absorbimos los menús y las dietas del viejo Yagüe que, siendo correctas, estaban un tanto obsoletas. Además, por contrato estábamos obligados a modificar la oferta y así ha sido», explica Santiago Pérez, responsable del servicio de restauración.

En concreto, se ha apostado por la variedad al ser «el aspecto en el que las valoraciones de los pacientes, que recogemos diariamente mediante encuestas de satisfacción, eran inferiores».

Se ha pasado de poder elegir entre dos primeros platos y dos segundos platos a tres en cada caso. La oferta, ideada codo a codo con el equipo de Nutrición y Dietética del HUBU, se extiende de lunes a domingos y rota cada dos semanas. El próximo reto es mantener esta opción en los meses de verano y en festivos. «Trabajamos ya en una propuesta», indica Pérez.

La representante de Serunión, que así se llama la empresa adjudicataria del servicio de restauración desde el salto al nuevo edificio, en el diseño de los nuevos menús ha sido la dietista María Hontoria. Al respecto, precisa que «de 74 tipos de alimentación que existían antes hemos pasado a 45 para facilitar la organización, la distribución y evitar errores».

Más allá del listado prefijado de opciones cabe la posibilidad de añadir al perfil de cada paciente cualquier observación o característica particular, labor que realizan las enfermeras en cada planta de hospitalización. Incluso, si es algo urgente o muy especial se descuelga el teléfono para buscar una solución. Cocina recibe la información y ajusta el menú a los requerimientos. «Es una oferta totalmente personalizada», subraya Hontoria y enumera: «Tenemos menús basales, menús diabéticos separados por categorías, menús diseñados para distintas patologías como insuficiencia renal o hepatopatías, menús sin grasa, ricos en fibra, especiales para alergias, para celíacos e intolerantes a la lactosa, dietas líquidas, semilíquidas, semisólidas o de progresión...». Más información en edición impresa

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