Los problemas del juego online

Puede que el proceso empiece como un simple juego en la red, pero poco a poco va engullendo horas y horas de vida de jóvenes que van abandonado, en primer lugar los estudios, luego dejan a sus amigos y por último se aíslan de su propia familia para poder seguir jugando. Según los responsables de la asociación burgalesa de rehabilitación del juego patológico, la edad de los chicos que se están acercando a su sede en busca de ayuda ha disminuido en por lo menos diez años en los últimos tiempos. «Hace un par de años la edad media de los jóvenes que tratábamos en la asociación rondaba los 35 años, ahora tienen 24 años, incluso menos», reconoce el presidente de la asociación José Luis Barriocanal. Otro de los datos alarmantes es que el número de jóvenes con ludopatía también ha crecido significativamente en los últimos años. «No nos gusta dar cifras pero podríamos decir que ha aumentado un 10%».Otro de los cambios de conducta que han percibido en este colectivo es que si bien los juegos tradicionales como tragaperras y bingo siguen siendo los que más enganchan, ahora aparece también el problema de los juegos online. «Con 16 años quizás no tengan dinero para jugar, pero el coste es el tiempo que emplean». Además, según los datos de la asociación, muchos de estos juegos están preparados para ir apostando y gastando dinero, con lo que se agrava el problema de la ludopatía. «Creemos que advertir sobre estos peligros tendría que ser una función de las escuelas e institutos», comenta Barriocanal. Por el momento, voluntarios de la asociación están dando charlas informativas en varios centros docentes de Burgos y provincia. «Es impresionante la atención que ponen los chicos y las preguntas que hacen». Como comentan desde el colectivo, el juego que empieza como una diversión inocente puede convertirse en un problema. «Muchos chicos no se dan cuenta hasta que se lo explicamos».La ludopatía es una enfermedad que afecta a más de un 10% de la población. «Hay un 3% de personas que han tocado techo, un 2% de gente que empieza a estar afectada por el juego y un 5% de familiares que sufren las consecuencias de tener un jugador en casa». Según los datos de la asociación, en los últimos veinte años han pasado entorno a 2.500 personas por la sede buscando ayuda.Las personas que sufren este trastorno pasan por varias fases que pueden ser identificadas por los familiares. Según el psiquiatra José Carlos Fuertes Rocañín, el proceso tiene inicio con una serie de cambios de la conducta, el afectado se demuestra más tenso, más inquieto, tiende a ausentarse en las conversaciones. «Y sobre todo no quiere hablar del tema».El cambio más evidente es la pérdida de dinero. «Lo más significativos son las excusas y las mentiras que cuentan para justificar esos gastos», explica Fuertes Rocañín.Estos cambios vienen acompañados por cambios en los horarios del sueño, falta de concentración y del rendimiento escolar. «El perfil del joven ludópata es una persona que se siente insegura y el juego, aparentemente, le ayuda a mejorar su autoestima». Pero este alegría inicial no tarda en convertirse en un camino sin salida que termina provocando ansiedad y cuadros depresivos. «Hay que tener presente que la segunda causa del muerte entre los 15 y 25 años es el suicidio», comenta Fuertes Rocañín. Según los responsables de la asociación, los afectados pueden llegar a un punto de desesperación tal que casi un 80% ha pensado en algún momento en suicidarse.