De los banderines y las tarjetas a los programas, los mítines y las urnas

A sus 22 años, Estefanía Benito es uno de los rostros más jóvenes entre las listas electorales. Esta burgalesa, vecina del barrio de Gamonal, ocupa el puesto dieciséis en la candidatura de UPyD.Esta estudiante del último año del grado de Historia en la UBU, que compagina con el grado en Geografía por la UNED, muestra un interés por la política generalmente difícil de encontrar entre las personas de su edad. «Siempre me ha interesado el mundo de la política y me ha gustado estar informada», explica. Sobre el porqué de su entrada en política en un momento como este, lo tiene claro, «es un momento difícil pero no me gustaría que la sociedad entendiese a los políticos como una personas corruptas que sólo piensan en ellos mismos, sino que puede haber gente de la calle que esté involucrada en política porque realmente tiene vocación de servicio y de ayuda a los demás».Reconoce que desde que apareció UPyD siempre ha tenido «feeling» con la formación. Cree que «el trabajo de los último años de la formación en el Ayuntamiento ha sido bueno» aunque reconoce que «la salida de Alonso ‘ de aquella manera’ fue un error que no nos beneficia pero los que quedamos seguimos queriendo lo mejor para los burgaleses». En este sentido, Estefanía lamenta que «la gente no lea los programas electorales» y que «sólo vote a caras o nombres conocidos».Como futura historiadora explica que «la historia es cíclica y gracias a ella se pueden aprender de los errores». Si tuviera que comparar el momento actual con otro de la historia reciente, lo tiene claro, «sería con la crisis de la Restauración, la ciudadanía quiso terminar con un momento oscuro, como ahora, en el que la gente cree en la política pero no en los corruptos».Al margen de su interés político, Estefanía se describe como «gran aficionada al deporte», especialmente, «al fútbol y al ciclismo» pero su gran hobby es el arbitraje. «De pequeña jugué al fútbol pero no era lo mío y la verdad es que el arbitraje no entraba en mis planes. Todo empezó yendo a ver jugar al fútbol a mi hermano pequeño a Pallafría, veía a gente joven que arbitraba y les dije a mis padres que yo quería hacer eso». Aunque ellos no se lo tomaron muy en serio al principio.Estafanía ‘ha cumplido’ ocho temporadas como árbitro principal en la 1ª División Provincial Aficionados y como asistente en Regional Aficionados.Explica que «aunque hay pocas mujeres en el arbitraje- cuatro en la delegación burgalesa- cada vez tienen más interés». Jura que nunca ha tenido problemas por el hecho de ser mujer, «los jugadores no ven si eres hombre o mujer, ven un árbitro y con la afición, habitualmente no he recibido insultos ,pero si lo hacen, da igual si eres hombre o mujer, el insulto es insulto».