El Correo de Burgos

El paro sigue al alza pese a la leve caída desde marzo

Los 400 parados menos del segundo trimestre no evitan que aún haya 200 más que hace un año, plazo en el que 6.900 personas han dejado de trabajar

En algunas actividades de servicios, como en limpieza o en hostelería, preocupa la economía sumergida.-RAÚL G. OCHOA

En algunas actividades de servicios, como en limpieza o en hostelería, preocupa la economía sumergida.-RAÚL G. OCHOA

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L.B.
Burgos

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Se auguraban «históricos» y nada más lejos de la realidad provincial. Los resultados de la Encuesta de Población Activa del segundo trimestre del año distan, y mucho, del optimismo que impregnó el anuncio de la ministra de Empleo. Si bien es cierto que Fátima Báñez se refería a las cifras nacionales, que es verdad que, al igual que las regionales, presentan una tendencia positiva, las referidas a Burgos se desmarcan de esa evolución.Y es que pese al tímido descenso de la tasa de paro registrado entre abril y junio, que pasa del 18,96 del primer trimestre a un 18,74, la comparación con la registrada en el mismo periodo del año pasado, un 17,95, refleja un incremento del 4,4%. Así, la reciente caída resulta insuficiente para colocar a la provincia en la senda de la recuperación en materia de empleo.Los datos absolutos tampoco permiten lanzar las campanas al vuelo. El número de parados en la provincia asciende en la actualidad a 33.100, 400 menos que en el inicio del año pero aún 200 más que en julio de 2014.El mismo panorama pero al revés dibuja la tasa de empleo, que se desploma del 49,22 al 47,23 respecto al año pasado. Traducido en personas supone que los 143.300 ocupados actuales son 6.900 menos que los 150.300 registrados hace doce meses.El vertiginoso descenso de empleados, mucho mayor al aumento de parados, tiene su explicación en la fuga de población activa, con 400 personas menos en el último trimestre y hasta 6.300 menos en un año. El grueso pasaba en este periodo a ser población inactiva, colectivo integrado por estudiantes, jubilados o pensionistas, personas que se dedican a las labores del hogar o que presentan incapacidad. Este colectivo crecía desde marzo en 400 personas y en 5.000 desde julio de 2014.En total, 127.200 burgaleses responden a esta definición. La mayoría son jubilados, hasta 70.100, seguidos de amas y amos de casa, el único perfil que ha descendido al pasar de 31.000 a 28.700 personas, y estudiantes, en auge: con 19.600 en la actualidad frente a 16.000 de hace un año.Por sectoresDel total de 143.400 burgaleses con trabajo la gran mayoría depende del sector servicios que, según señala la Encuesta de Población Activa. se encuentra en caída libre.Así, mientras el informe publicado en julio del año pasado ubicaba a 99.900 personas en esta área, el conocido ayer reduce la cifra en cuestión a 88.000. Tal descenso implica que casi 12.000 personas han dejado de trabajar en dicho ámbito en apenas doce meses.Es tal el desplome que el aumento registrado en agricultura y construcción no logra compensarlo. En concreto, el campo ganaba 3.200 ocupados en el último trimestre y 200 más respecto a hace un año, hasta los 8.900 actuales. La construcción, principal damnificada de la crisis que se resiste a abandonar la provincia, también levanta el vuelo con 10.200 ocupados, 1.400 más que en marzo y 2.500 más que en 2014. La industria, sin embargo, perdía solo en este último trimestre 1.200 trabajadores.Roberto gómez: «Es una cifra pésima y demoledora»Los sindicatos piden que el repique de campanas con las cifras de la EPA a nivel nacional se apague en la provincia. Aseguran que los 400 desempleados menos en Burgos son «una cifra pésima, demoledora porque es una sexta parte de lo que le correspondería a  nuestra provincia en el cómputo logrado a nivel nacional», reflexiona el secretario provincial de UGT Burgos, Roberto Gómez. Argumenta que el peso de Burgos en la estadística es un 0,80% y que del global de empleos creados en esta estadística  en todo el país (295.000) a Burgos le corresponderían 2.400 y no los 400 que refleja la estadística. «Vivimos en una provincia con pocas esperanzas, porque no hay visos de que la situación vaya a mejorar a corto y medio  plazo más allá de cifras puntuales», señala.Gómez pone el foco en dos sectores que «deberían tener un mejor comportamiento». Señala entre ellos a agricultura «donde con las jubilaciones que hay debería haber más contratación» y al sector servicios donde en determinados subsectores «el fraude laboral y la economía sumergida campan a sus anchas». Centros de estética, peluquerías, limpieza, transporte están en el punto de mira. Por ello desde sindicatos demandan un refuerzo del personal de inspección de trabajo para atajar esta situación que es «un fraude para el trabajador y para las empresas que operan en la legalidad».

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