Pasado histórico y presente acogedor

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La Ribera del Duero, sinónimo de turismo, cultura y excelentes caldos de reconocimiento internacional, se configura sobre una serie de localidades con un legado histórico y artístico que ofrece a sus visitantes un remanso de paz y descanso para desconectar del ritmo frenético de los grandes municipios. En este sentido, Fuentecén constituye una atractiva opción para cualquier viajero que desee desconectar por unos días mientras descubre una de las grandes joyas de la arquitectura religiosa de la comarca: la iglesia de San Mamés.

El templo, de innegable belleza tanto por fuera como por dentro, ha experimentado numerosos cambios a lo largo de su dilatada historia, cuya construcción actual finalizó en 1962 bajo el dictamen sobre plano de un monje del monasterio de Valbuena de Duero. Sus orígenes, según los historiadores, oscilan entre los siglos XV y XVII, si bien su principal atractivo –el retablo de Santa Catalina- se levantó en el año 1599. Dicha pieza, de incalculable valor patrimonial, fue una donación de un caballero apellidado Ordóñez y su esposa, tal como muestra una inscripción. Pero no es el único elemento a tener en cuenta en el interior del edificio, ya que las imágenes, cuadros y esculturas –atribuidas al artista franco-español Juan de Juni-, la pila bautismal o el Cristo del Carmelo favorecen un intenso recorrido que se instala de por vida en la memoria de sus visitantes.

La tranquilidad que se respira en el interior de la iglesia, al igual que en la ermita de la Concepción, se contagia por todas y cada una de las calles de esta pequeña localidad de alrededor de 250 habitantes que acogen con los brazos abiertos a los ‘forasteros’. Tanto es así, que para fomentar la fijación de población en el municipio, el Ayuntamiento impulsó la donación de parcelas de 500 metros cuadrados durante la pasada legislatura para todo aquel que pretenda fijar su residencia en Fuentecén. Sin trampa ni cartón, el único requisito para acceder a esta suculenta oferta es hacerse cargo de la urbanización del terreno y asumir los gastos corrientes que cualquier vivienda genera, como el agua, la luz o el gas.

En que respecta a la arquitectura civil, el pueblo mantiene con orgullo gran parte de su histórico pasado gracias a la rehabilitación y mejora de casas solariegas, blasonadas y de sillería del siglo XVIII en la mayoría de los casos, que pertenecían a familias la baja nobleza o capellanes de la parroquia local. Asimismo, la localidad presume de haber tenido como vecino al célebre militar y héroe de la Guerra de la Independencia Española, Juan Martín Díez El Empecinado, quien contrajo matrimonio con la fontecenense Catalina de la Fuente en 1796.

De vuelta al presente, y aprovechando que nos encontramos en plena Ribera del Duero, resulta inevitable destacar que Fuentecén cuenta con una de las centros bodegueros más importantes de todo el territorio. La Bodega de San Mamés, que el año pasado celebró su 50 aniversario, comercializa sus vinos Doble R por medio mundo mientras sitúa al pueblo en el mapa, lo que inevitablemente se traduce en la visita obligada cada año de numerosos amantes de universo vitivinícola. No es para menos, por las Denominación de Origen (DO) es sinónimo de prestigio, éxito y atracción de un turismo cada vez más especializado.

Cualquier momento se torna idóneo para visitar Fuentecén, sobre todo en verano. No obstante, si usted está pensando en conocer a fondo este pequeño municipio y, al mismo tiempo, busca diversión y ‘movimiento’, las fiestas de la localidad están a la vuelta de la esquina. Y es que durante el último fin de semana de este mes, los vecinos de la localidad volverán a rendir homenaje a San Mamés y Santa Ana haciendo gala de su hospitalidad en pleno ambiente festivo de confraternización y bienvenida a todo aquel que se acerque a divertirse.