El 45% de los hogares podrán pagar el recibo de luz por horas

A partir de mañana poner la lavadora de madrugada o a las 21 horas tiene un precio. Desde el 1 de octubre las compañías eléctricas dejarán de facturar por estimaciones de gasto en el pasado para hacerlo por el consumo en función del precio de la luz en cada tramo horario. Son 24 precios distintos cada día. Pero el nuevo algoritmo para evitar sorpresas inesperadas en la factura de la luz solo se lo podrán aplicar aquellos clientes que tengan un contador digital y estén acogidos al denominado Precio Voluntario al Pequeño Consumidor (PVPC) con hasta 10kw de potencia de consumo. También se aplica a los clientes acogidos al Bono Social pero que cuenten con un contador inteligente. El resto, incluso aquellos que se hayan acogido a alguna de las múltiples ofertas del mercado, están fuera de estas nuevas reglas del juego que se asemejará de alguna manera al consumo telefónico de tarifas por tramos de tiempo con el que arrancaron los móviles.

Como ejemplo de cifras podemos aplicar las que relata Iberdrola que, desde el 7 de septiembre, ha puesto en marcha este sistema de forma experimental en Valladolid. Esta compañía tiene cobertura en 344 municipios de la provincia y cuenta con 286.440 puntos de suministro. De ellos sólo el 45% cuentan con contador inteligente. Hasta mediados de septiembre se han instalado 130.197 de estos aparatos que permiten registrar el consumo por tramos horarios y, a su vez, emitir el consumo para girar la factura. Todos ellos no cuentan con una tarifa PVPC que asciende a 103.277 en Burgos de los que 27.190 están acogidos al bono social.

La compañía eléctrica está informando a sus usuarios en condiciones de poder acogerse a estos precios por horas de la entrada en vigor del nuevo sistema de cobro. No es la única. Todas están habilitando propuestas comerciales de cara a rentabilizar con ofertas o descuentos aquellos tramos en los que el hogar tiene un pico de consumo en caso de que coincida con los tramos más caros o para incentivarlo en aquellos más baratos.

Los especialistas afirman que el cambio de hábitos no es fácil. La mayor diferencia entre los tramos de consumo están entre la madrugada ( a partir de las 01.00 hasta las 8.00), cuando es más barato, y aquellos entre las 21 horas y la medianoche, cuando está más cara. Aunque las diferencias entre consumir en las horas con menos coste a las del precio más elevado tampoco tiene gran diferencia. La distancia entre el tramo más barato y el más caro apenas es del 15% en el coste pero el ahorro que puede alcanzarse en el hogar no supondrá, según los expertos, más del 4,5%. Esto se debe a que los hábitos de consumo tan sólo afectan a un tercio de la factura estando el resto afectado por el precio fijo y los impuestos. Además, cambiar los hábitos de consumo no será tan fácil. ¿Acabará siendo rentable para las familias levantarse de madrugada a poner y quitar lavadoras o lavavajillas? ¿Lo soportarán sus vecinos?

El impacto final de este nuevo sistema de tarificación está por verse. En principio habla de un consumo más consciente entre particulares y más transparencia de las eléctricas. Aunque, como es evidente, los picos de precio se alzan en los momentos de más consumo. A la hora de levantarse para ir al colegio o al trabajo, de 7 a 9 de la mañana, a la hora de la comida, de 14 a las 16 horas, y, especialmente, por la noche desde las 20 a la medianoche. Cuando las tarifas planas habían llegado al teléfono, llegan los tramos horarios a la luz.