La inestabilidad política mina la confianza de los empresarios

BURGOS

La inestabilidad política merma la confianza del empresariado burgalés en la recuperación económica. Así se deduce del informe semestral elaborado por la patronal local en el que tratan de pulsar el ‘ánimo’ a partir de los resultados obtenidos y esperados.

En este sentido, las conclusiones presentadas ayer apuntan precisamente a un descenso del optimismo detectado el año pasado. Sin llegar a denominarlo pesimismo, FAE subraya que impera la «prudencia». De esta forma traduce que en 2016 un 25% de las empresas considera que les irá mejor según vaya avanzando este ejercicio frente al 40% que tenía este presentimiento a mediados del año pasado.

Con todo, lo cierto es que la facturación de los negocios consultados -una muestra de un centenar, del que un 75% tienen entre cero y cincuenta empleados- evidencia que la recuperación es un hecho consolidado. «La mitad reconocía que este primer semestre del año les ha ido mejor que en el mismo plazo de 2015», indicaba Ignacio San Millán, tesorero de FAE, encargado de trasladar los detalles del Índice de Confianza Empresarial de Burgos relativos a la primera mitad de 2016.

San Millán añadió a la inestabilidad política, derivada del resultado electoral del pasado 20 de diciembre que motivó los nuevos comicios de junio, la corrupción, el posible impacto del ‘Brexit’ en la economía burgalesa, «la ausencia de un mercado interno único o la creciente presión fiscal» como factores que influyen en el evidente empeoramiento de las perspectivas de los empresarios.

San Millán reconocía que estos últimos meses de Gobierno en funciones no solo no han tenido consecuencias negativas en la economía local, si no que incluso la mejoría ha sido notable. No obstante, lo achacaba a la «inteligencia» de haber dejado aprobados los presupuestos generales antes del 20D. «Si el panorama actual se mantiene va a haber problemas. Además, necesitamos estabilidad para poder dar una imagen de país serio en Europa», opinó el tesorero de FAE, que vinculaba la incertidumbre reinante a la expectación sobre cómo se concretarán los posibles pactos.

El informe elaborado por la patronal concluye además que el empleo se mantiene este año en cifras muy similares a las de 2015. «Un 37% de las empresas crearon puestos de trabajo en el primer semestre de 2016», detallóSan Millán. Al respecto, destacó además que «casi el 65% del empleo se crea por un aumento sostenible de la actividad o por la puesta en marcha de nuevos productos o servicios y no tanto por factores como la estacionalidad o las sustituciones».

Las finanzas también arrojan resultados positivos. El documento difundido por FAE se detiene en el descenso de la morosidad, que ha bajado varios puestos en el listado de principales preocupaciones de los empresarios. Casi el 40% de los consultados, de hecho, no tienen problemas en este sentido y un tercio de los que sí los tienen con firmas que están en concurso de acreedores o han cerrado.

También se reduce la morosidad de las administraciones públicas. «Hace dos años el 15% de los negocios tenían graves dificultades en este ámbito y en 2016 es un 10%», precisó San Millán.

En cuanto a la financiación, la mitad de las empresas incluidas en la muestra no necesitan acudir a ella y el 35% del total «percibe que las condiciones actuales para hacerlo son más favorables». Un 16% considera, sin embargo, que hay las mismas o más dificultades para acceder al crédito.UN 15% DE LA OFERTA LABORAL, SIN CUBRIR POR FALTA DE ESPECIALISTASEl tesorero de FAE, Ignacio San Millán, aprovechó la presentación del Índice de Confianza Empresarial relativo al primer semestre de 2016 para instar a las administraciones a ajustar la oferta formativa a la demanda de las empresas.

Consideró que en la actualidad «tenemos un problema» derivado del distinto paso al que caminan estos dos ámbitos. Aseguró que un 15% de los puestos de trabajo que se ofertan no pueden cubrirse por falta de personal especializado en la actividad.

«Las empresas que no encuentran a gente preparada y se ven obligadas a implantar su propia formación o a buscar gente fuera del país para desempeñar esas labores», lamentó, para relacionar esta situación «especialmente» con los proyectos vinculados con la llamada industria 4.0.

En este sentido, el informe elaborado por FAE también detecta un creciente interés de las empresas por mejorar los procesos e implantar nuevas tecnologías ligadas a su actividad productiva. Además, el documento concluye que, «en Burgos, formación y empleo van muy de la mano con un 60% de las ocupaciones relacionado precisamente con preparación especializada». El 50% de las empresas buscan profesionales con FP y el 25% con estudios universitarios.