La mujer gana terreno en la alta dirección

La mujer gana terreno en la alta dirección. Ellas suben más en un año entre los salarios más altos mientras que ellos reducen su presencia en estos perfiles. Las cifras de ingresos por patrimonio, del rendimiento de las rentas por el trabajo, así lo avalan. En Burgos un total de 671 personas cobran más de 6.451 euros al mes, es decir, diez veces el salario mínimo interprofesional (648 euros). De ellas solo 79 son directivas frente a los 592 que son directivos. Estas cifras reflejan el techo de cristal que pocas mujeres consiguen romper aunque se resquebraja poco a poco.

El número de mujeres con ingresos más altos en la provincia se incrementó un 25,3% en 2014, último dato de ingresos por IRPF publicado por el Ministerio de Hacienda, con respecto al mismo tramo salarial de 2013 en el que se encontraban 63 mujeres. En un año, en plena desaceleración económica, 16 mujeres lograron romper ese techo de cristal. En frente el poderío de los hombres con ingresos superiores a 6.500 euros se ha reducido. De los 601 que estaban en 2013 a los 592 un año después, lo que supone una caída interanual del 1,5%. «Una empresa no se puede permitir prescindir del talento, de la capacidad y los méritos por una cuestión de género, no le importará si es mujer o hombre sino qué puede aportar o mejorar esa persona en su compañía», señala la vicepresidenta de la Confederación de Asociaciones Empresariales de Burgos (FAE), Emiliana Molero. De hecho afirma que desde las organizaciones empresariales (FAE, CEOE y CEPYME), se trabaja porque «las empresas y las organizaciones siempre deben primar eliminar las barreras visibles o invisibles que impidan garantizar la igualdad entre hombres y mujeres porque al final un empresario lo que busca es tener a los mejores», sentencia.

Pero en esta diferencia de accesos a la élite laboral hay factores de género que siguen acompañando a la sociedad. «La mujer tiene que decidir si familia o subir a nivel profesional, una disyuntiva que no se presenta en el hombre», señala la responsable del área de igualdad en UGT Burgos, Maru Ruiz. «Sigue habiendo un hándicap vinculado a los estereotipos y a los roles hombre o mujer que no han cambiado», insiste. Para ello Ruiz alude a las estadísticas sobre responsabilidades familiares. En ellas se refleja que «en la gestión del tiempo la mujer triplica el tiempo dedicado al hogar que el hombre, que lo reduce y, además, en lo único que sube que es el padre que se encarga de los hijos está vinculado a la gestión del tiempo lúdico porque la limpieza, los deberes, las enfermedades etc. siguen siendo un rol de la mujer», señala. Y eso, aseguran desde UGT, sigue dejando tras de sí la diferencia de cargas familiares entre hombre y mujer a la hora de afrontar una entrevista de trabajo. «Si eres hombre con cargas familiares eres un valor seguro, si eres mujer se preguntan cuánto vas a faltar, si vas a reducir jornada etc.», señala.

Aunque crece el número de directivas éstas no ganan lo mismo que los hombres. Una situación que tanto Molero como Ruiz achacan a los incentivos y pluses. Para la primera las diferencias pueden deberse a «razones variables por ejemplo las concepciones retributivas por antigüedad». Ellos llevan más tiempo siendo jefes, ellas empieza a llegar poco a poco. Pero para Maru Ruiz también está vinculado a otros factores «ella tiene que hacerse cargo de los roles de familia y no dispone de fines de semana, comidas de empresa etc. porque dedica ese tiempo a otros menesteres familiares de ahí que vía pluses y complementos la mujer cobre menos». Según los datos de ingresos del IRPF de 2014, las jefas ganaban de media 115.618 euros mientras que ellos logran 130.811, lo que suponen cerca de 15.200 euros menos de media.

Pero la estadística refleja como la diferencia se reduce en número de personas. Y las cosas han ido cambiando mucho en los últimos tiempos. Así lo reconoce Emiliana Molero «cuando yo empecé a trabajar la situación era mucho más complicada y difícil éramos muy pocas pero nunca he visto una discriminación de género sino que la empresa busca tener los mejores y la tendencia será a cambiar aún más puesto que ahora hay más mujeres en la universidad frente a los hombres que son mayoría en los grados de FP», señala.

El incremento de la presencia femenina incluso en los grados de ingeniería, habitualmente poco seleccionados por ellas, supondrá también un cambio de dinámicas, según la responsable de igualdad de UGT en Burgos pero siempre que vaya acompañado por «un mejor reparto de tareas en el hogar y en la familia y un cambio de concepto a este respecto entre las empresas». Para Maru Ruiz las mujeres además de formarse, que ya lo hacen, deberán reivindicarse en la empresa y en casa «exigiendo que se cumplan sus derechos y no rendirse ni dar marcha atrás». Aunque la educación también es importante. Inculcar a niños y niñas que son iguales será la clave.Una brecha salarial que sigue bajando

Las cifras de ingresos por Patrimonio demuestran que la brecha salarial entre hombres y mujeres sigue bajando pero parece que más por la caída de poder adquisitivo de ellos que por mayores ganancias de ellas. La crisis está igualando los sueldos a la baja. De esta manera, por primera vez desde 2006 las mujeres han bajado de los 6.000 euros menos de ingresos al año. La brecha salarial se situó en Burgos en 2014 en 5.968 euros. Estas cifras se deben a que los salarios de ellos bajaron un 0,5% al pasar de 22.484 euros de 2013 a los 22.354 cosechados un año después. Entre ellas el sueldo medio creció cerca de un 1% al situarse en 2014, último año del que se desgajan estos datos, en 16.386 euros frente a los 16.230 euros al año. La última cifra es la más alta desde 2006.