Patrimonio autoriza el traslado del arco de Cerezo de Río Tirón

El traslado del arco románico de Río Cerezo, ubicado en el Parque de la Isla, al patio del Monasterio de San Juan está más cerca. La comisión territorial de Patrimonio ha dado luz verde a la ubicación del mismo en el Monasterio y una serie de indicaciones para proceder al traslado de esta instalación que sufre un importante deterioro en su ubicación actual. De esta manera se aceleran los tiempos con esta decisión que ya el pasado lunes urgía el alcalde de Burgos, Javier Lacalle, ya que este traslado está sujeto a las inversiones financieramente sostenibles que tienen un plazo de ejecución muy concreto, antes de que acabe el año. El primer edil confesaba ante los medios no entender cómo tras varias reuniones previas reclaman ahora nuevas explicaciones. «Que se aclaren porque no queremos perder más tiempo», indicó.

«El arco en sí no es BIC y por tanto Patrimonio lo que hace son sugerencias en el proceso del traslado que incluiremos en el proyecto del equipo técnico que se está redactando», señaló al respecto la concejal Ana Bernabé. Aclaró que el dictamen se circunscribía a la instalación en el Monasterio puesto que sí es BIC. Además también se han tramitado los mismos permisos al Ministerio de Cultura como propietario de la instalación.

«Llevábamos tiempo esperando plazos y muchas negociaciones y es cierto que el tiempo se nos echaba encima» reconoce la concejal sobre un asunto del que ayer se quejaba el primer edil. Con la documentación en la mano se trabaja en añadir las consideraciones respecto al traslado. Para ello se controla el montaje y desmontaje de las piedras que forman el bien patrimonial. En la instalación que posteriormente se lleve a cabo en San Juan desaparecerá la base de piedra en la que se sustenta el arco en la actualidad y todo el peso del pórtico recaerá sobre una especie de arco metálico para que, de esta forma, tenga el mismo porte que en su lugar original.

El traslado, financiado con 150.000 euros dentro del catálogo de inversiones financieramente sostenibles, se propuso tras el mal estado en el que se encuentra la instalación que fue sometida en 2011 a una intervención más que cuestionada que eliminó policromías de la piedra y que la dañó de cara a su contacto con los agentes externos que desde entonces han perjudicado considerablemente la conservación de este bien arquitectónico de la provincia. La intervención prevista incluye un tratamiento de protección de la piedra caliza que compone el conjunto escultórico para frenar este deterioro.

La Asociación de Cerasio, que durante años ha criticado la exposición al aire libre de este pórtico, acordó solicitar una reunión tripartita con la Comisión de Patrimonio y el Ayuntamiento de Burgos con carácter urgente para conocer de primera mano la situación del proyecto. Apuntaron ayer que estaban «a la espera de una comunicación oficial sobre el proceso».

Cabe recordar que la asociación cultural Cerasio mantiene desde hace años una reivindicación continuada sobre el mal estado de conservación de esta magnífica portada de finales del siglo XII.

Los daños denunciados se achacaban principalmente a que el conjunto se encontraba a la intemperie y totalmente desprotegido, así como sujeto a actos vandálicos. Pero su rápido deterioro en los últimos años levanto las sospechas del colectivo.

Con el objetivo de contar con pruebas materiales del hecho iniciaron «una recogida de fotografías para intentar reproducir, año tras año, y figura a figura, el proceso de deterioro de las imágenes de la portada». Esta documentación gráfica abarca, según la asociación, desde el año 1995 al periodo 2009-2014 comprobándose que «la policromía y la capa superficial de la talla, que no parecía haberse deteriorado en exceso de 1995 a 2010, prácticamente había desaparecido en 2011». Esta fecha resulta clave al ser, recuerdan, «justo el año de la restauración de la portada» lo que, tras consultar con varios especialistas, les lleva a señalar que «presuntamente es la restauración de dicho año la responsable del lamentable estado actual de las figuras de Cerezo».

La recepción de «una carta anónima en Cerasio contándonos esa persona que vio cómo daban chorros de arena al Arco en 2011» confirmó las sospechas de lo dañiña que fue la intervención y que de no actuar de forma inmediata en la protección de la portada románica esta acabaría perdiéndose por completo.