El Correo de Burgos

La competitividad que se escapa por el enchufe

La luz puede suponer un coste de entre un 5% y un 30% en las industria y del 10% en hoteles y comercio / Denuncian que es el «coste fijo más variable»

Hoy la luz alcanzará un precio de 61,42 euros el megavatio, un 33% menos que los 91,8 que alcanzó el miércoles.-RAÚL G. OCHOA

Hoy la luz alcanzará un precio de 61,42 euros el megavatio, un 33% menos que los 91,8 que alcanzó el miércoles.-RAÚL G. OCHOA

Publicado por
MARTA CASADO
Burgos

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La tormenta perfecta que ha supuesto un aumento de la tarifa del mercado regulado de la luz (aquellos que tienen contratado el Precio Voluntario al Pequeño Consumidor PVPC) ha aterrizado en los hogares. Aquellas viviendas con una potencia instalada inferior a 10 kilovatios, lo habitual en los hogares es de 3,3 o de 4,4 kw, han visto como el año ha arrancado con un incremento de precios. Pero en comercios, hoteles e industrias también se mira con preocupación la evolución del gasto fijo más variable de todos. Este aumento de gastos de producción supone un auténtico lastre que mina la producción económica en diferentes ámbitos.

La industria, por ejemplo, tiene la electricidad 20 euros más cara que en Alemania. Según los precios industriales determinados por Eurostat la industria española paga la luz a 68,5 euros frente a la industria alemana que paga el mismo megawatio de luz a 48,8 euros. A ello hay que sumar la carga fiscal que, en España, es elevada al unir peajes, IVA e impuesto de electricidad.

«Si encadenamos años de precios alcistas de la luz las empresas dejan de ser competitivas» señala el responsable del área de energía de FAE, Gustavo Sánchez. De ahí que aquellos que tienen un coste más elevado se puedan plantear medidas drásticas ante la pérdida de competitividad.

Industria

El sector industrial es muy variado y su coste energético depende de muchos factores desde tamaño de la fábrica, hornos y maquinaria, horario de trabajo... Por líneas generales se establece que el gasto energético supone entre un 5% y un 30%. En estas últimas están la industria química y las cementeras cuyas asociaciones nacionales ya han alzado la voz. Si la venta exterior no suple el incremento de la factura podrían llegar cierres y deslocalizaciones. Tiene en esto mucho que ver si las fábricas o empresas forman parte de emporios internacionales porque existe el riesgo de llevarse la producción a países energéticamente más estables. «Al final en todo negocio y en un mundo tan global, hay que ser competitivo y más en los grandes consumidores de energía», señala Sánchez.

Para el asesor energético de FAE la postura de una empresa debe ser revisar su forma de trabajo, adaptar sus horarios a las franjas con menor precio y, especialmente, revisar sus sistemas de eficiencia energética. Pero otra de las opciones es negociar su tarifa energética a un año vista. «Si la empresa tiene el precio fijo a un año no le afecta tan directamente estas subidas». El problema, explica, entra en si la empresa tiene que afrontar ahora la revisión del contrato. «Si su contrato a un año se fijó en enero o febrero y toca renovar ahora sí que notarán los precios más caros que, además, se mantienen durante un año». Por eso Sánchez recomienda que se revisen bien todas las tarifas porque «no todas las comercializadores aplican la subida de la misma manera así que es el momento de negociar el precio de la energía, también su compañía habitual puede realizar ofertas de renovar al mismo precio contratado hace un año etc.», señala.

Hostelería

Pero en esta pérdida de competitividad están también los negocios de hostelería y comercios que han superado una larga crisis económica que ha acarreado una pérdida de consumo. En algunos hoteles la mejor opción pasa por el cierre en enero. «El precio del gasto energético por habitación se ha encarecido en cinco o seis euros y, lo más común en los hoteles, es tener la calefacción y la refrigeración por el mismo sistema que es eléctrico», señala el presidente de la Federación Provincial de Hostelería, Luis Mata. El gasto energético supone el 10% de la factura de tener abierto un hotel. «Está claro que supone una pérdida total de competitividad en un mes duro en Burgos, con una calefacción que tienes que mantener sí o sí en un sistema de confort que en tu casa igual te aguantas y bajas unos grados, y con un consumo mínimo de habitaciones», señala Luis Mata quien concluye que «al final es más barato cerrar estos meses». La factura de la luz en un hotel medio, de 50 habitaciones, puede oscilar entre los 4.000 y los 5.000 euros en una temporada, además, donde los precios caen.

Comercio

En la misma línea se expresan los comerciantes. «El calor de confort en la tienda tiene que estar si o sí siempre», señala el portavoz de la Federación de Empresarios del Comercio de Burgos (FEC), Julián Vesga. Desde la asociación no se han hecho estudios de consumo al respecto pero sí hablan de importantes impactos. Muchos de los pequeños comercios tienen una tarifa similar a la de los hogares. De esta manera se ven afectados directamente por el incremento de las tarifas con varios inconvenientes respecto a hogares e industrias. «Lo que más le gusta a un comerciante, que la puerta se abra muchas veces, te supone un coste porque el calor se escapa rápido y tienes que mantener sí o sí un ambiente de confort y además, que se abra la puerta no te garantiza una venta cosa que en industria te puede aumentar el coste de la luz pero al final la producción es la que es y le sacas rendimiento, nosotros no siempre», destaca Vesga.

Señala que esa pequeña subida es sumar frenos a la tan ansiada recuperación ya que el consumo está más bien estable, incluso en rebajas, donde no se aprecian grandes incrementos. La tarifa de la luz además es importante porque en los comercios burgaleses el sistema más habitual de calefacción es por acumuladores eléctricos. Aunque Vesga no establece un porcentaje medio de gasto ya que depende de los locales en función de metros y altura, el servicio de cámaras de frío o no, de áreas de calor como los vestuarios en tienda de ropa donde la temperatura tiene que ser elevada. «El comercio siempre tiene que estar con una temperatura agradable y eso no te garantiza una venta», sentencia.

El aumento de la factura de la luz viene dada por la falta de lluvia y viento que lastra la producción hidroeléctrica y eólica que es la más barata, y el aumento de la demanda por el invierno, la habitual, y la compra de energía por parte de Francia donde se han parado de forma simultánea por cuestiones de mantenimiento 20 centrales nucleares. Aunque también tener en cuenta que el coste diario de la luz afecta al 35% de la factura, el resto es un precio fijo de impuestos y peajes.

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