El Correo de Burgos

FIDEL VELASCO / SECRETARIO PROVINCIAL DE CCOO

"La política de austeridad se basa en cifras no en personas y así no salimos de la crisis"

Afiliado desde 1985, deja la secretaría provincial después de tres mandatos

Fidel Velasco, secretario provincial de CCOO-ISRAEL L. MURILLO

Fidel Velasco, secretario provincial de CCOO-ISRAEL L. MURILLO

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MARTA CASADO
Burgos

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El próximo miércoles Fidel Velasco dirá adiós a su etapa al frente del sindicato CCOO en Burgos. Ya aclara que dejará de ser la primera cara de Comisiones Obreras en Burgos pero avisa «no abandono el sindicalismo, aquí seguiré como lo he hecho desde que me afilié en el año 85». Este auxiliar de enfermería ha estado durante 12 años al frente del sindicato. Un mandato que arrancó con el peor accidente laboral de la historia reciente en Burgos, el accidente de la Calle Sauce, «aquello fue muy duro, me quedó marcado». Y ha tenido que lidiar en el ultimo mandato con la crisis más dura que ha sufrido España desde la postguerra, que en Burgos llegó con un poco de retraso. Y se va con el grito de la reivindicación en alto: «Antes de la crisis el reparto de la riqueza era más equilibrado ahora es muy injusto, a los trabajadores no les está llegando la recuperación económica que sí perciben las empresas».

Pregunta.- ¿Cómo resumiría 12 años de trabajo sindical en primera línea y en un contexto complicado como han sido los últimos diez años?

Respuesta.- Nosotros en el sindicato nos mantenemos al frente por tres mandatos y eso ya lo cumplo este año. El 22 de marzo celebraremos el traspaso con el congreso provincial pero esto no quiere decir que abandone el sindicalismo. Estoy afiliado desde el año 85, cuando empecé a trabajar, y aquí voy a seguir. En resumen te diría que ha sido un mandato complicado. Cuando no había crisis, sino pleno empleo, nada más acceder al cargo tuve que lidiar con un hecho que me ha marcado para toda la vida, el accidente laboral de la calle Sauce. Los cuerpos tendidos en la calle... diez trabajadores muertos es muy difícil de olvidar. Aquello me quedó marcado. Y poco después la primera deslocalización con TRW.

P.- Estas situaciones tan complejas nada más empezar le curtieron para lo que estaba por llegar, la crisis.

R.- Hasta 2009 fue una época tranquila. Eran años de bonanza y todo iba bien. Eso sí avisábamos que fiar todo al boom inmobiliario no podía ser. Lo avisábamos en 2006 que algún día tenía que caer... y cayó. Entonces había casi pleno empleo en hombres, en algunos sectores tenían que traer gente de Marruecos o Iberoamérica para cubrir puestos. Y en 2009 llegó la crisis. El cierre de empresas, ERES, despidos… Ha sido muy difícil.

P.- ¿Se ha gestionado mal la crisis?

R.- Se ha apostado por las políticas de austeridad que sólo se basan en números no en las personas y el resultado es el que es. En Estados Unidos se apostó por bajar la deuda en 15 años, no en cinco como en Europa, y les ha ido mejor. La política neoliberal europea ha hecho de la austeridad su bandera pero pasan los años y ni Portugal, ni Grecia, ni España, ni Italia salen de la crisis. Igual no funciona ¿no?

P.- Volviendo a Burgos, ¿en qué situación está la masa laboral de la provincia?

R.- Mala. Es cierto que en Burgos la crisis llegó más tarde porque en su momento se hicieron ajustes de empresas pero la recuperación también está costando más. Los trabajadores, y la ciudadanía en general, han pasado épocas muy, muy complicadas. Han sufrido de primera mano las políticas de austeridad y se ha visto que así no salimos de la crisis. Hemos sufrido dos reformas laborales nefastas porque ninguna de ellas ha generado empleo, lo que ha hecho es precarizarlo. Se han ajustado las plantillas con contratos temporales, en el 90% de los firmados, y con salarios más bajos.

P.- ¿Cuál es la peor consecuencia de la crisis?

R.- Hay muchas consecuencias negativas pero la más dura es que la generación de jóvenes mejor preparada de este país se ven abocados a seguir aquí pero en trabajos para los que están sobrecualificados o se ven obligados a salir fuera del país. Es algo traumático para un país. Luego están las personas sin ningún tipo de ingresos, que ya no tienen ningún tipo de coberturas. Para ellos los sindicatos reivindicamos la Renta Mínima Garantizada sólo destinada a personas sin ingresos. Creo que la situación obliga a hacer un esfuerzo que además ya está calculado. Son 1.200 millones al año. Y sería una forma de evitar lo que se ha estudiado ya, que los niños que nacen en riesgo de exclusión seguirán siendo pobres de mayores. Hay que despejar ese futuro a estos niños.

P.- ¿Qué consecuencias ha tenido la Reforma Laboral de 2010?

R.- La contratación, a través de subcontratas, se ha precarizado. La reforma laboral ha demostrado que el capital lo único que quiere es bajar los salarios. Pero si queremos competir con salarios de China... así no salimos de la crisis. Y el problema no sólo es el empleo que se ha precarizado, se gana menos, es que la cobertura del desempleo no llega al 50% de los parados y muchas veces sólo les llega los subsidios.

P.- De la población mas golpeada por la crisis ¿cuál es la que mas preocupa?

R.- Los mayores de 55 años. Son los principales perjudicados de la crisis de la construcción que, además, tienen una difícil reinserción en otro sector. Lo que sucede es que es difícil que vayan a encontrar otro empleo y tienen muchos años cotizados pero tras años de vacío su pensión va a caer drásticamente. Además muchos tienen acceso a la ayuda de mayores de 55 años con lo que si encuentran trabajo, generalmente precario, tienen miedo a perderla... Lo tienen muy difícil.

P.- ¿Qué podemos esperar de una sociedad en la que un médico de familia encadena más contratos temporales que un preparador de comida rápida?

R- La reposición de efectivos de empleos públicos ha sido otra de las consecuencias de la crisis. Ha habido una salida de jubilados, especialmente en Sanidad y Educación, y no se cubrían esos puestos, la tasa de reposición era un nuevo contrato por cada diez jubilaciones. En esta región, que es la más grande de Europa, hay que cubrir un amplio territorio y tenían un problema para servicios como la sanidad o la educación. Se quiere cubrir y se hace con interinos, contratos temporales, porque no se cubren plazas y cuando se necesita un puesto se solicita. Cuando haces una reforma laboral para recortar, pasan estas cosas. Además son políticas en las que no se mira a futuro. De aquí a seis años va a haber un problema gordo porque muchos trabajadores llegarán a la edad de jubilación y si no se sube la tasa de reposición ¿qué van a hacer? ¿contratar la iniciativa privada?

P.- Y se despide cuando la máquina empieza a engrasarse. ¿Es momento de que el crecimiento macroeconómimco llegue a la gente?

R.- Los datos demuestran que hemos salido de la crisis a nivel macroeconómico pero en el día a día de las familias eso no se nota. Aún hay entre 8.000 y 9.000 familias que dependen del Banco de Alimentos. Ahora estamos en un año importante para la negociación colectiva y en años anteriores hemos incluido cláusulas para bajar condiciones con tal de evitar despidos y ajustándonos a la realidad de la producción de las empresas. Pero ahora que hay mejoría eso se tiene que trasladar también al trabajador. En la crisis hemos tenido que ajustarnos, acudir a ERES, algunos trabajadores han consumido el desempleo, había que evitar el cierre de centros de producción. Pero ahora hay más trabajo y no es justo aumentar las ganancias a costa de mantener la precariedad en los salarios. Hemos sido responsables cuando las cosas han venido mal dadas, y ¿ahora qué?

P.- Hemos hablado de la Reforma Laboral que en algunos casos han usado los sindicatos para reducir su plantilla. ¿Cómo pueden utilizar la ley contra la que tanto luchan no parece ser incongruente?

R.- Los sindicatos hemos cometido muchos errores, eso no lo voy a discutir, ahí están las tarjetas black que afectan a un compañero en Madrid. Pero también los ERES en los que no se ha demostrado nada pero los titulares están ahí, quedas desprestigiado. ¿Quién rectifica?

P.- Es el mismo argumento que los partidos políticos.

R.- Es que hemos sido condenados antes de ser juzgados. Respecto a los despidos. Sí que, desgraciadamente, en el sindicato los ha habido. Especialmente en el área de formación con una compañera... Pero si estos trabajadores estaban en programas estatales de formación y llevan dos años sin salir un programa de estos... Te puedo asegurar que ha sido duro y muy difícil tomar el paso. Pero no se ha aplicado la reforma laboral. Se han dado 33 días, no 20. Ha habido dos casos en concreto y hemos ido más allá de la reforma laboral, no la hemos aplicado. Cuando vuelva a haber actividad, se volverá a contratar.

P.- Otra mala fama de los sindicatos es que sólo pelean por el que ya tiene un empleo fijo, acogido a convenio etc. ¿Cree que es así?

R.- No es cierto. A veces se ha pedido tener situaciones en empresas con doble escala salarial, como ha sucedido en Firestone y se ha dicho que no. Es que las críticas son muchas pero cuando hay un problema todos se preguntan ¿dónde están los sindicatos? Y cuando se hacen las cosas bien en un ERE que se cierra sin un despido, nadie dice nada. Los sindicatos hacemos trabajos, negociaciones y no se habla todos los días. No radiamos lo que hacemos allí a pie de empresa. El sindicalismo real es el que está en las empresas. Pero que no se les olvide a los críticos que nosotros no legislamos, lo hace el parlamento que elegimos todos. Nosotros planteamos propuestas a todos los partidos, lo hacemos todos los días y es un trabajo que no se ve.

P.- ¿Con qué se queda de estos 12 años de responsabilidad en CCOO?

R.- Pues precisamente con el día a día del sindicalismo. Ver a compañeros que resuelven los problemas, cientos de compañeros. Problemas de personas que se resuelven, los casos del día a día que no se ven pero que te dan una satisfacción tremenda porque he sido un privilegiado con el equipo con el que he trabajado todos estos años. Si algo he hecho bueno es gracias a ellos.

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