Oportunidades para todos

Una doble oportunidad se instala hasta mañana en el patio cubierto del Monasterio de San Juan. Doble porque al tiempo que brinda a todo el que se asome la posibilidad de adquirir productos interesantes a precios inmejorables sirve para reivindicar manos tendidas que faciliten el acceso al mercado laboral de las personas con discapacidad por enfermedad mental. Todos ganan, a uno y otro lado de las dos mesas ubicadas desde ayer en tal enclave, gracias a la iniciativa de Prosame, agrupación local que promueve este mercadillo solidario, abierto hoy de 11 a 14 y de 17 a 21 horas y mañana de 11 a 14 horas. En él pueden encontrarse los frutos del trabajo que realizan los usuarios de sus centros ocupacionales -dedicados a la encuadernación, el cuero y la ebanistería-, y también prendas de segunda mano del ropero que la asociación gestiona en la calle Severo Ochoa.La técnico de empleo y educación social de la entidad, Sara Basurto, explicaba ayer, al tiempo que daba los últimos retoques a los puestos, las ventajas que estas labores proporcionan a los usuarios de Prosame: «Más allá de los oficios que aprenden, los talleres les ayudan mucho a adquirir ciertos hábitos, tener rutinas y cumplir normas. También les facilitan establecer relaciones sociales. Por otra parte, los productos que elaboran nos permiten dar a conocer el trabajo de la asociación en distintos entornos, como es el caso».Prosame presta apoyo a personas con enfermedad mental y sus familias, también en materia de empleo, ámbito en el que en ocasiones este colectivo se encuentra con obstáculos añadidos. «Es verdad que hay cambios positivos y cada vez son más las empresas que, animadas también por las bonificaciones, se animan a facilitar la inserción laboral de personas con discapacidad. No obstante, en el caso de la enfermedad mental el estigma aún pesa y el primer paso cuesta. Cuando lo dan suelen sorprenderse del resultado porque en la mayoría de los casos llevan a cabo las tareas como cualquier otro empleado. El miedo al final suele derivar de la ignorancia», relata Basurto. Y para combatirla está precisamente la agrupación, empeñada en romper con los prejuicios.Enclave laboralMientras caminan hacia ese objetivo siguen ideando vías para ‘esquivar’ sus consecuencias en el mercado laboral. Para ello, además de buscar a empresarios que acepten el reto, creaban su propio centro especial de empleo La Brújula que recientemente daba un paso más al promover la fórmula denominada enclave laboral. Se convertía en una suerte de empresa de trabajo temporal propia mediante la cual seis personas han accedido desde el pasado mes de febrero a sendos puestos en Magnesio&Metal. «Hemos sumado así a nuestros propios negocios (como el kiosko de prensa que regentan en San Pedro y San Felices) la externalización de servicios. La empresa nos indica qué necesitan y nosotros contratamos al personal, aunque el trabajo lo realizan en sus instalaciones», detalla Basurto, satisfecha de esta iniciativa pionera.Lo que permite esta fórmula es que la empresa compruebe que los trabajadores «funcionan» y así, una vez termina el contrato, a largo plazo una parte de los empleados puedan depender directamente de la empresa, tal y como se recoge en el acuerdo entre ambas partes.De vuelta al mercadillo que sirve de excusa para ‘celebrar’ oportunidades, cabe señalar que se acompaña de actividades lúdicas tales como la degustación culinaria que llevarán a cabo mañana varios usuarios de Prosame.