El Correo de Burgos

NUEVO FUTURO

Crear hogares para construir un futuro mejor

La delegación de la asociación llegó a Burgos en el 98 / Actualmente cuenta con 3 viviendas y 14 niños

Tres integrantes de la asociación posan con uno de los carteles promocionales de la asociación.-RAÚL G. OCHOA

Tres integrantes de la asociación posan con uno de los carteles promocionales de la asociación.-RAÚL G. OCHOA

Publicado por
MARTA CASADO
Burgos

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Encontrar el apoyo necesario para crecer y madurar. Cuando este apoyo no se puede dar en la familia entra el paso de la tutela de las administraciones. Evitar que los niños y jóvenes en situación de vulnerabilidad se vean abocados a un centro institucional. Para ello Nuevo Futuro se encarga de crear hogares funcionales y desde el año 1998 desembarcan en Burgos. La asociación persigue la atención familiar pero el seguimiento individualizad de los profesionales para garantizar su desarrollo y su inserción total en la sociedad en su etapa adulta.«Tratamos de desarrollar una atención en viviendas que estructuramos como un hogar con las mismas infraestructuras que una vivienda pero con profesores, tratamos de reproducir el ambiente familiar en unidades pequeñas que nos garantizan una atención individual de cada caso», resume la coordinadora de Nuevo Futuro en Burgos, María Muñoz.La asociación cuenta en la provincia con tres viviendas, dos en Burgos y una en Aranda, con capacidad para acoger a seis niños cada uno con edades comprendidas entre los cero y los 18 años. En la actualidad cuentan con 14 acogimientos. El acuerdo con la Junta de Castilla y León, que tiene la tutela de los menores, les permite recibir a los niños a atender que eligen los técnicos de protección a la infancia. En las viviendas realizan «la labores propias del hogar entre todos, cuentan con salón, cocina y baños y al mismo tiempo reciben una atención integral desde el punto de vista educativo, los niños van al colegio con normalidad, social, de salud o emocional pero la tutela siempre y nunca deja de ser de la administración», explica la coordinadora en Burgos.El objetivo es la integración total en el hogar, en la sociedad y su entorno y a nivel escolar para no distorsionar su correcto desarrollo. Para ello las viviendas cuentan con cuatro educadores (formados en pedagogía, psicología y educación social) a jornada completa y otra persona contratada por seis horas. Además para todos los usuarios tienen un psicólogo, un trabajador social y un administrativo para la gestión burocrática de la asociación. «Además sumamos el trabajo voluntario, especialmente del comité ejecutivo, que de forma altruista dedica su tiempo al funcionamiento de la asociación pero también trabaja en el hogar, en apoyo escolar, en la gestión del ocio y el tiempo libre de los menores es una labor importantísima», señala Muñoz.Y para financiar esta labor cuenta con la colaboración de la Junta y con subvenciones de Ayuntamientos, Diputación y colaboración de entidades privadas. «Aún así tenemos déficit y organizamos, con la colaboración imprescindible y altruista de los voluntarios, diferentes eventos como el rastrillo solidario que es lo más conocido», destaca.En todos estos años de estancias el trabajo diario con los menores demuestra que se logra una integración social. «Es cierto que estos chicos tienen un mérito especial porque su situación personal les obliga a realizar un esfuerzo extra, parten con situación de desventaja por su entorno familiar pero nosotros prestamos ese apoyo mientras sea necesario para que salgan de esa situación de desventaja», señala. De hecho con algunos chavales siguen manteniendo una colaboración y realizan talleres con los niños que están en los pisos de acogida. «Dejamos a los menores libertad que sean ellos si quieren seguir manteniendo relación con nosotros o no, pero sí es cierto que los talleres más gratificantes son los que protagonizan chavales perfectamente integrados porque son un ejemplo en positivo para niños que afrontan esta situación», explica.El tiempo que dura la atención «está estipulado por la administración» y en todos estos años de experiencia han constatado las ventajas de este sistema de atención. Pero con el tiempo han visto como carencia el apoyo a estos chicos más allá de los 18 años. «Nosotros podemos ampliar hasta el final del curso pero esta prórroga es muy temporal», señala. Trabajan en colaboración con otras asociaciones que ya cuentan con hogares de emancipación donde se puede establecer la medida de protección hasta los 21 años. En caso de no lograr un hueco en estos hogares pueden ser derivados a la Residencia Gregorio de Santiago. En cuanto a la evolución del tipo de atención señalan que en los últimos años «están llegando niños más pequeños antes lo más común era que llegaran a partir de los 12 años», señala María Muñoz. Con todos ellos trabajan la autonomía, en la que se hace más incidencia en la fase final del proceso.En cuanto al futuro además de mantener estas tres unidades asistenciales en forma de hogar y continuar con el apoyo psicosocial y educativo buscan mejorar su servicio con formación. Así Nuevo Futuro trabaja en la organización de un curso de formación para el mes de febrero con el educador Luis Emilio Oliver que además de formar a su propio equipo psicopedagógico será una charla abierta al público general.

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