El Correo de Burgos

PATRIMONIO

Destinan 98.000 euros para la Fuente de Santa María

El proyecto contempla obras de canalización y rehabilitación completa de las esculturas Las obras se harán este año y tendrán cuatro meses para su ejecución

La fuente se sometió a una intervención de consolidación para frenar su deterioro.-RAÚL G. OCHOA

La fuente se sometió a una intervención de consolidación para frenar su deterioro.-RAÚL G. OCHOA

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MARTA CASADO / Burgos
Burgos

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‘La fuente de Santa María se desmorona’. Con este gráfico titular ponía blanco sobre negro este periódico el seguimiento de la situación de la fuente frente a la Catedral de un ciudadano burgalés.Desprendimientos de brazos y pies de los querubines, rotura de los dragones... El seguimiento fotográfico de 2010 a 2014 constataba un deterioro que, el entonces concejal responsable de Fuentes Ornamentales, Ángel Ibáñez, consideraba que «no hay riesgo de desprendimiento». Desafortunadamente el tiempo no le dio la razón. En agosto de 2017 las cabezas de algunos de los querubines acabaron en el agua. Entonces sí, se dio la voz de alarma y llegó la urgencia. Se realizó una intervención de consolidación y retirada de las piezas más dañadas hasta ensamblarlas en un proceso de restauración que parece estar cada vez más cerca.Esta intervención está registrada entre las inversiones a acometer con la modificación presupuestaria aprobada por el pleno de este mes. Un total de 98.000 euros que están reservados para la rehabilitación integral de la fuente. « El proyecto de restauración ya está listo, solo nos falta poder disponer de la partida económica, que se liberará una vez la modificación presupuestaria aprobada la semana pasada sea firme, para adjudicar los trabajos de restauración», explica la concejal de Licencias del Ayuntamiento de Burgos, Ana Bernabé.El objetivo es que las obras, que deben adjudicarse conforme a la nueva ley de Contratos al que aún se están adaptando en este departamento municipal, «puedan hacerse este año o, como mínimo, se adjudiquen porque es lo que exige la norma respecto a las inversiones financieramente sostenibles», explicó la edil. De esta manera, se plantea una intervención a lo largo de este año en un proyecto muy ambicioso aunque tiene cuatro meses de plazo de ejecución. «Se trata de recuperar la fuente y consolidar su estructura». El proyecto, ya redactado por GL Arquitectura de la que forma parte Javier Garabito, arquitecto de la Catedral, plantea desde la rehabilitación de canalizaciones de agua y estructura de tuberías a una rehabilitación completa de los diferentes elementos de la fuente (la parte de querubines y dragones, el vaso de ninfas y la imagen de la Santa María realizada por Fortunato Julián). Un proyecto que se adjudicó por valor de 13.596 euros. De forma previa ya se había realizado una intervención de urgencia para, por un lado, analizar el estado de los diferentes elementos de la escultura y, por otro, retirar las piezas más dañadas y consolidar el resto para su correcto mantenimiento hasta iniciar la restauración. Batea Restauraciones realizó esta labor por 2.843 euros. Desde entonces las piezas retiradas están en el Museo de Burgos a la espera de su recuperación.El deterioro de la fuente se inició hacia 2011 con la aparición de las primeras grietas. En un año el mismo querubín empezó a perder partes del brazo y el pie y ya en 2014 no tenía pie y en 2017 se cayó la cabeza. Cuatro años después de la alerta emitida por un ciudadano parece que el periplo de restauración de esta pieza situada en un lugar estratégico a nivel patrimonial frente a la Catedral de Burgos y, por tanto, afectado por la extensión de Patrimonio de la Humanidad que rodea a la Seo.Unas imágenes que se sometieron a una «nefasta» intervención en el año 1996, cuando José Sagredo era el edil responsable. La adjudicación a Restauraciones Hernando por casi diez millones de pesetas de entonces se saldó con una intervención cuestionada por parte del equipo de restauradores que colaboró con el proyecto y que denunció la situación de cómo se estaba realizando el trabajo. Menos la imagen de Santa María realizada por Fortunato Julián y que corona la escultura, todo se trastocó. De hecho el informe solicitado por el Ayuntamiento en 2016 califica el trabajo realizado como una actuación «muy desafortunada y contraria a los criterios de intervención previstos». Asegura que se «modificó sustancialmente sus valores estéticos, se eliminaron elementos figurados originales, que sólo precisaban un tratamiento de conservación correcto, como las cabezas de los animales marinos y el vaso, que sometido a una intervención adecuada, podría haber continuado cumpliendo su función, integrado en el conjunto arquitectónico de la fuente».De aquella desafortunada intervención llegan ahora estos males. Poco queda en la fuente original: la escultura de la mujer y partes de los querubines. El resto se repuso a finales de los 90. De hecho los brazos y cabeza que se han desprendido en estos años son integraciones en piedra de Hontoria selladas con adhesivo termoestable, poliéster, que no unió de forma definitiva las juntas dejando grietas por donde se ha ido colando el agua en el conjunto escultórico. Prueba de ello, refleja el informe, es la contaminación de algas que presenta la cabeza del querubín que se cayó el pasado verano. Además, según se relata en el estudio, la ubicación de la fuente es errónea ya que no se mantuvo su orientación virándola al sentido contrario a las agujas del reloj.Se cree que esta fuente es una de las primeras de la ciudad. La primera reseña histórica se sitúa en la segunda mitad del siglo XIV y va unido a una dotación de bienes de una capellanía fundada en el templo de San Agustín. Se dice «por el cual parral viene el caño de la fuente de Santa María». Pero el funcionamiento de la misma generaba problemas por las roturas de tuberías y escapes de aguas y discusiones sobre el pago entre los responsables de los diferentes edificios religiosos que la rodeaban. En 1567 pasa a ser de competencia municipal y la imagen que todos conocen se debe al artista cántabro Clemente de Quintana que la esculpió en 1663. Se sometió a diversos arreglos pero cuando el Consistorio realizó una revisión e intervención de todas las fuentes de la ciudad, en el año 1863, un informe técnico ya hablaba de la ruina de una instalación que «contrasta con el magnífico monumento que se haya a su puerta y por el cual es causa de que el gran número de forasteros que a todas horas la visitan sí apercibían semejante abandono». Así, en 1868 se cierra la zona con una verja pero en ocasiones supone peligros y en 1902 se pide que se sustituya por una farola monumental. Finalmente se restaura en el año 1937 en la intervención que sustituye el asfalto de la plaza por empedrado. Se somete a algunos arreglos en 1963 antes de la intervención que se produjo en el año 1996 por la misma empresa que restauró algunos de los elementos del Monasterio de San Juan. Y, como sucedió ahora, en los años 90 es la carta de un vecino al entonces alcalde Valentín Niño, el que alerta de «el estado de abandono de la fuente, con los brazos de los angelitos en el pilón y la canalización de agua que es un desastre».

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