ECONOMÍA / Balance provincial de 2018
2019 irá a mejor si la política no interfiere
El crecimiento esperado de 2018 será del 2,9%, impulsando la actividad del año próximo en todos los sectores
Alonso de Linaje y Paz Lorente presentaron ayer el informe en el Colegio de Economistas.-R. OCHOA
La convocatoria de comicios locales y autonómicas en mayo, que coincidirá con las votaciones al Parlamento Europeo el mismo domingo, y la posible llamada a las urnas para unas elecciones generales anticipadas, así como las oscilaciones en la dinámica de gestión de las administraciones públicas son los principales factores de incertidumbre para la economía de cara al inminente año 2019, tanto en Burgos como en el resto de España. A mayores, factores externos como el Brexit, la economía italiana o el proteccionismo comercial que enarbolan EEUU o China condicionarán igualmente la buena marcha de la economía que se espera para el año que se avecina, según el diagnóstico del Colegio de Economistas de Burgos, que cifran el crecimiento final de 2018 en un 2,9% para la provincia.
«En función de lo que hagan o deshagan» los representantes públicos que tomen el poder en Burgos y en Castilla y León se podrán ver los efectos en la economía de este relevo político en las instituciones públicas, a juicio del decano de los economistas burgaleses, Carlos Alonso de Linaje, quien también advirtió que las empresas, ante las buenas perspectivas para 2019, esperan de las administraciones «no estorbar» en primer lugar, ya que unas instituciones con buenos políticos generan una administración «dinámica».El desarrollo económico de la provincia de Burgos a partir de ese momento de relevo político se puede ser «resentido o favorecido» según las decisiones que se vayan tomando y Alonso de Linaje citó en concreto el caso de la administración regional que «tiene competencias industriales» y en cuanto «nos ayude a través de medidas de incentivo industrial seremos capaces de conseguir mejores datos» o nos veremos «peleando solos».
A mayores, el decano de los economistas puso como ejemplo «el tiempo que se puede quedar una licencia de obras encima de la mesa» y aseguró que «cuando tienes buenos políticos las licencias no se quedan encima de las mesas».Para favorecer el crecimiento económico, «a la administración se le pide no estorbar», sostiene Alonso de Linaje, quien asegura, que, pese a que puede hacer «cosas buenas», también «tiene el don» de ponerse en el medio. Ese defecto contrasta con las economías más desarrolladas que habitualmente «tienen administraciones tremendamente dinámicas».
En el caso concreto de Burgos la mejor capacidad de gestión administrativa se convierte en un factor de competitividad con los territorios vecinos, ya que la provincia, explica, Alonso de Linaje, está rodeada por comunidades uniprovinciales y cita a Madrid, La Rioja, Cantabria, Asturias e incluso a Álava, cuyo régimen foral le da ciertas competencias en materia de industria. Son «competidores circundantes» que se benefician de esa condición y Burgos «tiene menos mimbres para competir» con ese entorno, enclavada en la comunidad autónoma más amplia de España. Esta circunstancia obliga a realizar «un plus de esfuerzo» por parte de las empresas burgalesas, que es más que obligado para las administraciones públicas.Más información en la edición impresa