El Correo de Burgos

PRECAMPAÑA

Burgos, laboratorio del escenario que deparará las elecciones

La provincia con 5 partidos con posibilidades (PP, PSOE, Ciudadanos y Vox) es un claro ejemplo de la división / Sergio Pérez Castaños vaticina «noches electorales muy ajustadas»

Imagen de urnas con votaciones en las pasadas elecciones.-RAÚL G. OCHOA

Imagen de urnas con votaciones en las pasadas elecciones.-RAÚL G. OCHOA

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MARTA CASADO
Burgos

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Faltan seis días para que arranque la campaña electoral de las Elecciones Generales. La elección de diputados y senadores tendrá en Burgos un laboratorio claro de lo que puede suceder a nivel nacional. «Las elecciones anteriores se decidieron por un puñado de votos un diputado frente a otro y ahora es una situación en la que Burgos es el mejor ejemplo porque hay cuatro diputados para cinco formaciones políticas con aspiraciones en las generales, ¿Quién quedará fuera? ¿Habrá cuatro partidos con uno cada uno?», se pregunta el coordinador del Grado en Ciencia Política y Gestión Pública de la Universidad de Burgos (UBU), Sergio Pérez Castaños.

Esto es algo que sucede en «todas las provincias con menos de seis diputados» que son 36 de las 52 en las que se divide el país. Algo que puede perjudicar especialmente al Partido Popular. «La pérdida de votos en el PP de una a otra provincia puede provocar que esos diputados de menos que va dejando no de para sumar con las fuerzas de la derecha». El escenario es «inédito para el PP». El votante fiel «se ha cansado del voto tradicional, un desgaste que el PSOE ya padeció en las anteriores elecciones nacionales» pero también imprevisible por el perfil del votante del Partido Popular. «Es difícil prever que finalmente el votante del PP mayor, fiel y que tenga decidido cambiar su voto se enfrente el día en cuestión a coger la papeleta y no coja finalmente la del PP», señala Pérez Castaño.

Refleja que en estas citas electorales «cada voto cuenta más que nunca» y vaticina que la noche electoral del 28 de abril será larga para decantarse por un ganador y el escenario generará una resaca que contagiará a los comicios locales, autonómicos y europeos que se celebrará el 26 de mayo. Prácticamente diez días después de que se inicien las rondas de contactos por parte del Rey para alcanzar acuerdos de Gobierno a nivel nacional arranca la campaña para las municipales y autonómicas. «En la política municipal hay un contacto más directo entre fuerzas, una mayor madurez quizás para alcanzar acuerdos, pero en un escenario a nivel nacional con discursos tan enconados va a ser difícil superar la resaca de las nacionales de cara a las locales». Así la política de pactos se vaticina complicada. «Madrid no va a decidir nada hasta que pasen las locales si no hay un escenario muy claro para evitar el efecto contagio». Pero también se baraja que «el resultado sea tan incierto, la imposibilidad de sumar sea tal que quizás nos volvamos a ver en las urnas en septiembre», sentencia.

Y en ese escenario incierto las dudas por la actitud del votante son muchas. «Es la primera vez que en un mes se acude a las urnas en cuatro ocasiones y es un escenario inédito, aunque la vez que se hizo coincidir las Europeas con municipales y autonómicas (2015) la participación cayó del 60% al 50%, el riesgo de hartazgo o desilusión está ahí y en un proceso tan ajustado como va a ser hace el escenario sea tan incierto», explica este experto. Esa lealtad del votante y del militante es clave a la hora de elegir y por ello la presencia de líderes externos puede ser un hándicap.

En esto Burgos vuelve a ser un espejo de la realidad nacional. Dos formaciones han elegido personas desligadas de la provincia: Dolores Martín Albo (Podemos), natural de Cádiz y residente en Zamora, y Aurora Nacarino (Ciudadanos) que sí tiene ascendencia de la provincia burgalesa pero es de Madrid. Frente a ellos está la figura de «quien entró en política con 20 años pero ya hace tiempo que hace su vida fuera de la provincia que representa». Es el caso del PP que tiene como primera de la lista a Sandra Moneo. El PSOE con Esther Peña y Vox con Javier Martínez parecen estar más cerca del territorio y, lo que es más importante, del militante y el afiliado de base que «los ve por la sede, los identifica y siente reconocido su trabajo».

Rivera «dando tumbos»

En esa elección de candidatos para Pérez Castaños la actitud de Albert Rivera moviendo fichas en las delegaciones provinciales y autonómicas es un «claro ejemplo de control del partido». Explica que «hay descontento puesto que con esa política de fichajes el cuadro interno, que ha levantado el partido de la nada en su circunscripción no ve reconocido su esfuerzo». El fichaje «poco discreto» de Silvia Clemente de un día para otro, el de Soraya Rodríguez «con un aparente mayor sentido de reflexión puesto que han pasado dos años sin cargos en su anterior partido» marcan esa estrategia en la región. «Parece mentira que un líder como Rivera que lo ha calculado todo tanto, que fue muy cuidadoso en los nombres elegidos en 2015 ahora ande dando tumbos», explica.

Una actitud de «fichajes más o menos mediáticos» que se ha dado en todas las formaciones y que imitan la estrategia de Pedro Sánchez con la elección de ministros mediáticos o conocidos expertos en sus áreas. «¿Tendrá eso efecto en el elector? Porque hay estrategias poco claras el PP elige al hijo de Suárez pero ¿cuántos de los que votaban a CDS no estaban ya en el PP?».

Así las cosas, el escenario actual parece más proclive a una victoria del PSOE en las generales que «no sume y necesitará apoyos». La duda en el PP, que parece ser segundo en las generales, pero ¿será suficiente para pactar con otros partidos de derecha? Ciudadanos es una incógnita «puede acabar como tercera o cuarta fuerza política» en pugna con Podemos que no está claro como resurgirá de la crisis interna que atraviesa y ahí juega, también, la capacidad de irrupción de Vox que en Burgos ya cosechó 2.000 votos en las municipales y 647 en las generales.

El escenario municipal y autonómico vaticina, de esta manera, un ajustado empate entre PP o PSOE «cualquiera de los dos puede ganar va a estar muy reñido». Y, especialmente en el ámbito autonómico, «todo dependerá de Ciudadanos quizás apoyen un cambio como puso de ejemplo el propio Rivera a Castilla y León de lucha contra gobierno del mismo color durante décadas, pero su posición anti PSOE a nivel nacional hace muy difícil explicar una estrategia diferente en otras cámaras», señalan el politólogo de la UBU.

Campaña a golpe de tuit

Ante este escenario extraño las campañas han cambiado. Aún no se sabe nada de ningún programa pero todos lanzan a través de sus redes sociales mensajes y propuestas. Pero el contrato entre el partido y el ciudadano a través de un programa electoral de más de 100 páginas no parece estar en la agenda por el momento. «Los políticos creen que no se lee un programa de 100 páginas y apuestan por mensajes cortos, que apelan al sentimiento». Pero esa capacidad de navegar por las arenas movedizas de la opinión pública, especialmente de las redes sociales, hace que algunos partidos no necesiten hacer campaña. Es el caso de Vox. «No necesitan hacer nada porque la campaña se la hace el resto» cuando, además, parece que votar a la extrema derecha «ha dejado de estar mal visto» y se suma a «un posible voto de castigo al PP».

Y también desmotiva mucho al ciudadano la figura del político de toda la vida. A juicio de Pérez Castaños «el votante que ve quien ha sido concejal electo y lleva 20 años en política, siempre en el partido no ha trabajado de otra cosa, difícilmente puede entender las necesidades reales de la gente».

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