El Correo de Burgos

DANIEL DE LA ROSA / ALCALDE DE BURGOS

«Desde la ética y la moral política la moción de censura sería un fraude y no se entendería»

Daniel de la Rosa, durante la entrevista.-RAÚL G. OCHOA

Daniel de la Rosa, durante la entrevista.-RAÚL G. OCHOA

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R. G. U. / Burgos
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Asume el cargo con una actividad frenética y en vísperas de las fiestas mayores. Pasada ya la sorpresa de resultar elegido cuando casi no lo esperaba, le faltan horas para desplegar una agenda política que lleva años preparando. Le faltan también apoyos pues encabeza un gobierno minoritario sobre el que pende la amenaza de una moción de censura, que cree que no se producirá por ser incomprensible e injustificable para el ciudadano. Por si acaso deja la mano tendida permanentemente a Cs por si su pacto con el PP fracasa y se aviene a entrar en el gobierno.

Pregunta.- ¿Cómo vivió el pleno de investidura?

Respuesta.- He de reconocer que íbamos con una incertidumbre absoluta. De decantarnos por algo, pensábamos que no íbamos a salir porque los ayuntamientos con similares circunstancias en Castilla y León, Palencia, Aranda... estaban decayendo hacia el acuerdo que se cerró de madrugada en Madrid y pensábamos que Vox aquí iba a hacer lo mismo. Lo afronté con muchísima expectación, inquietud y una emoción enormes. Fíjate cómo entramos en el ayuntamiento y cómo salimos ese día.

P.- Cs le culpa de instigar el acoso que sufrieron sus concejales a la entrada y reconocieron a personas con insignias del PSOE en la solapa.

R.- Nada más lejos de la realidad. En todo caso, lo que hizo un servidor nada más comprobar el malestar, cabreo que había en la ciudad, en los días previos, ante el conchabeo que se estaba preparado a doscientos y pico kilómetros de distancia, cosa que los burgaleses no soportan, que se decida en un despacho por dirigentes nacionales que nada tienen que ver con Burgos los destinos de esta ciudad, hice unas declaraciones previas para intentar evitar que hubiera manifestaciones agresivas, maleducadas con cualquier corporativo. Pero la reacción de la gente es libre y mientras tanto no se produzcan agresiones ni situaciones que nadie puede avalar entiendo el cabreo y la satisfacción y el orgullo que hubo después al comprobar que por lo menos en Burgos se había hecho justicia.

P.- El portavoz de Vox, Ángel Martín, le encomendó en su discurso que gestione con acierto el ayuntamiento en tanto los tres partidos de centro derecha que suman mayoría absoluta recomponen su pacto. ¿Tiene la sensación de que está de prestado?

R.- En absoluto. Tengo la sensación de que los burgaleses me han dado toda la legitimidad que puede tener un alcalde al obtener una victoria histórica para el partido socialista. Más de 33.000 votos, más de diez mil votos sobre la siguiente formación y cuatro concejales. Eso me sitúa en una situación privilegiada para ser alcalde y es la principal razón de que haya un alcalde socialista en Burgos. Que circunstancialmente el rechazo a un preacuerdo por una de las tres formaciones que estaban llamadas a conformar una alternativa es secundario. Creo que el PSOE va a demostrar que va a gobernar y va a cambiar esta ciudad y que va a durar cuatro años.

P.- Le han criticado por elogiar la coherencia de los dos ediles de Vox. ¿Qué le sorprende más, lo que votaron o que se le critique a usted por esas declaraciones?

R.- Las opiniones de la gente que no tiene ningún sentido común no las tengo en cuenta demasiado. Me considero una persona honesta, franca e intento demostrar una opinión sincera independientemente si me enfrento a un adversario o a un aliado político. En el pleno hice justicia en mis declaraciones sobre el comportamiento de dos ediles. Esos señores están en las antípodas ideológicas de un servidor, seguramente sean pocas las ocasiones en las que podamos llegar a importantes acuerdos, a pesar de que la impresión de entrada que me ha causado el señor Martín es muy positiva, porque a pesar de que fuera una persona muy de derechas tiene sentido común, tiene sentido de la responsabilidad, por lo menos es lo que ha demostrado, y tiene palabra. Y eso hay que reconocerlo y el alcalde tiene que dar ejemplo a la hora de reconocer esos comportamientos.

P.- ¿Es consciente de que podría ser recordado por ser el alcalde más breve de la democracia?

R.- No contemplo ese escenario. Cuando un gobierno arranca en minoría siempre estará sobrevolando la amenaza de la moción de censura los cuatro años. Es un recurso legítimo que el resto de la oposición tiene para intentar hacerse con el gobierno, siempre y cuando exista una motivación en el pleno que lleve a una mayoría de concejales a que así lo quieran. Es muy importante lo de la motivación en el pleno porque yo creo que desde el punto de vista político y social, no entendería nadie que se presente una moción de censura simplemente porque les haya salido un mal acuerdo en Madrid. Tendrán que tener motivos para cuestionar a un gobierno municipal en la ciudad de Burgos y yo voy a trabajar todo lo mejor que pueda para no darles ni un sólo motivo.

P.- ¿Tiene intención de apresurar su agenda política por si acaso?

R.- Soy un tipo inquieto. Se está demostrando estos primeros días. Creo que hay que ir sin prisa pero sin pausa, con las ideas claras. El proyecto de gobierno del Partido Socialista es serio, tenemos experiencia sobrada de cuales son las prioridades de esta ciudad para intentar ir acometiéndolas y lo que voy a necesitar, eso sí, es cierta responsabilidad de algunos grupos de la oposición o de todos ellos, espero, para que se puedan ir sacando adelante algunas de estas cuestiones.

P.- ¿Cree que sería legítimo o ético desbancarle a Ud. para colocar en el sillón del alcalde a Marañón o quien finalmente encabece esa moción?

R.- Desde el punto de vista de la legitimidad legal, por supuesto. Desde la ética política, de la moral política, sería un fraude. El sentido del voto que hubo el 26-M en Burgos fue cambio. No sólo porque el PSOE ganara por primera vez las elecciones; es porque el PP que lleva ganando las elecciones en esta ciudad en los últimos 16 años viene perdiendo consecutivamente apoyos en las anteriores elecciones de forma rotunda. Está en caída libre. La traducción de esa gran victoria socialista y esa debacle popular es que los burgaleses dijeron: queremos que haya un nuevo gobierno sin el PP, con el PSOE liderándolo y, claro que sí, con el apoyo de otros partidos. Esa lectura es la correcta y es la que se tendría que haber producido de manera natural. Me siento totalmente legitimado y lo que no parece muy legítimo es presentar cualquier tipo de iniciativa, que tendrá toda la legitimidad del mundo pero ahora mismo no se entendería.

P.- Le han llamado hipócrita por criticar que el centro derecha busque un tripartito cuando Ud. hizo lo mismo dos veces. ¿Cree que los políticos pierden credibilidad con ese tipo de críticas?

R.- Las circunstancias de cómo se produce la moción de censura hace dos años y como se pretende llegar a un gobierno alternativo hace cuatro años cuando el PP ya pierde cinco concejales, cuando las urnas le demuestran que no cuentan con el apoyo de los burgaleses que tenían, y que se puede llegar a conformar una mayoría alternativa de cambio porque las fuerzas que están a su izquierda sí que crecen. Eso es lo que sucedió en 2015. Ya se detectaba el síntoma de cambio. Estas elecciones lo que han hecho es corroborarlo. Cuando un partido que lleva gobernando toda la vida y va cayendo consecutivamente y ya hay cierta incertidumbre de si tiene la legitimidad moral de poder liderar un gobierno, la obligación moral del resto de partidos es propiciar ese cambio. Son circunstancias distintas y mi interpretación en ambos caso no tiene nada que ver.

P.- En un escenario de multipartidismo la premisa básica es que hay que pactar para sumar mayoría. ¿Teme que la oposición le bloquee su acción de gobierno?

R.- Confío en que no sea así. Cuando estaba en la oposición ya demostré mi intención de que la seña de identidad de este ayuntamiento sea el consenso, que la herramienta fundamental sea el diálogo, el acuerdo entre diferentes. Entre similares es fácil. El reto político es que tú demuestres que priorizas los intereses de la ciudad por encima de los partidistas y es cuando llegas a acuerdos. Esto es lo que les he trasladado al resto de portavoces estos días y en líneas generales la respuesta ha sido satisfactoria. Es evidente que descartan la posibilidad de forzar nada artificialmente ahora y creen necesario dar estabilidad de entrada a este ayuntamiento, lo que yo agradezco. Seguiré motivándolos para que así sea.

P.- Por tanto no cree en los cordones sanitarios hacia otras fuerzas políticas.

R.- En absoluto. Para mi es un error mayúsculo que cualquier formación a cualquier nivel a cualquier otra formación democrática le ponga un veto. Otra cosa es que tengas aliados preferentes, sintonías mucho más próximas con unos partidos que con otros. Pero, sobre todo en política municipal, qué sentido tiene vetar a una formación que puede hacer una propuesta para mejorar una dotación, una infraestructura o rebajar una tasa de una escuela infantil se llame Podemos o se llame Vox. Ninguno. No entiendo el veto de Ciudadanos en este sentido. Por qué se mantiene en esa posición absurda, incomprensible de vetar al Partido Socialista a todos los niveles, en todos los acuerdos y las negociaciones. Al partido más constitucionalista e histórico de este país, un partido como Cs que dice ser liberal, centrado, posibilitador del cambio y la regeneración y está demostrando todo lo contrario… ¡Qué se lo hagan mirar!

P.- Sin embargo, usted ha intentado tentar a Cs para que gobierne con el PSOE en Burgos y el candidato a presidir la Diputación ha hecho lo mismo. ¿Realmente el PSOE ve una brecha en Cs en Burgos y Castilla y León para cambiar de socio o lo intentó solo por agitar el pacto con el PP a ver qué pasa?

R.- Conmigo no hubo opción de poder sentarnos a negociar nada. Reitero al señor Marañón -cabeza de lista por Burgos-; al señor Rodríguez -portavoz en la Diputación- y al señor Igea -aspirante a presidir la Junta- que, por favor, piensen en Castilla y León, en Burgos y en la provincia. Sé que estamos en partidos nacionales, pero, de verdad, exijan un poquito de autonomía, tengan un poquito de criterio propio. Negocien en clave local y provincial. Si prometieron por encima de todas las cosas derrotar al PP para regenerar esta tierra políticamente, cómo es posible que estén tratando de llegar a un acuerdo de gobierno con el Partido Popular. Siéntense con el que ha ganado las elecciones, desde la izquierda y desde el cambio, que es el Partido Socialista.

P.- ¿Luis Tudanca está detrás de la oferta conjunta a Cs del PSOE de Burgos en el Ayuntamiento y la Diputación?

R.- En absoluto. A Luis le trasladé que ojalá que este movimiento que se vive en Burgos, esta carambola que se vivió en el Pleno, ayude a desestabilizar un poco el escenario de acuerdos en la Comunidad autónoma y en la provincia. Él, como también yo soy, es de naturaleza optimista y está en que Ciudadanos pueda reflexionar y cambiar de estrategia, que es lo que le pide la gente en Castilla y León, pero tiene los pies en el suelo y es muy prudente.

P.- Tudanca hace bandera del rescate de la concesión de los servicios no asistenciales del HUBU. ¿Qué opina ahora como alcalde. Es lo principal que Burgos necesita que la Junta haga por la ciudad?

R.- Desde el punto de vista de las competencias autonómicas una de las prioritarias es esa; iniciar como gobierno el rescate del hospital de Burgos a la sanidad pública. Es un proceso largo, como se demostró en Alcira, complejo, en el que habrá que analizar muchos escenarios de indemnización, de tributación, incluso de judicialización, pero estoy convencido de que ese es el camino. Para bien o para mal, pero al final se consigue. ¿Queremos que el hospital siga siendo un lastre no sólo para Burgos sino para toda Castilla y León pagando por ese servicio mucho más que por otro tipo de dotaciones? La respuesta es no. Ya lo demostré desde la oposición. La primera proposición que llevo a este pleno es el acuerdo del pleno de Burgos para trasladar a la Junta de Castilla y León la necesidad de rescatar ese hospital. Luis será una de las primeras cosas que haría como presidente y yo estaría encantado.

P.- ¿Cómo valora la situación del PSOE en Castilla y León? Burgos es la segunda mayor ciudad del PSOE en la Comunidad por detrás de Valladolid y a eso se añade la mayoría absoluta en Miranda y gobiernos en otras capitales autonómicas.

R.- Con una alegría enorme. Sobre todo teniendo a un burgalés al frente de la secretaría general del PSOE regional. Para mi, poder sacar pecho de que mi partido haya obtenido un resultado electoral también histórico, de tener el mayor número de ciudades de Castilla y León con gobierno socialista, es algo que en el próximo comité autonómico Luis Tudanca podrá poner en valor.Más información en la edición impresa.

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