El Correo de Burgos

Un problema en el forjado del Monasterio de San Juan obliga a colocar un refuerzo metálico

Se trata de una zona concreta de la cubierta del claustro interior / Tras realizar más catas se ha podido comprobar que el resto del antiguo forjado se encuentra en buen estado y no es necesario intervenir

Estado actual del Monasterio de San Juan.-ISRAEL L. MURILLO

Estado actual del Monasterio de San Juan.-ISRAEL L. MURILLO

Publicado por
V. MARTÍN
Burgos

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El pasado mes de febrero arrancaban las obras de reacondicionamiento del Monasterio de San Juan. Unos trabajos que han supuesto la inversión de 1,8 millones de euros y cuyo plazo de ejecución debería finalizar el próximo mes de noviembre, aunque previsiblemente no podrá ser así. La causa de ese retraso responde al mal estado de una parte de la cubierta del claustro interior donde «el hormigón no cuenta con la consistencia idónea y está prácticamente deshecho», tal y como explica el concejal de Licencias, Daniel Garabito, quien apunta que «ni siquiera se pudo retirar un testigo de la zona para conocer el estado exacto del forjado porque se deshacía en las manos».Temiendo que todo el forjado del claustro se encontrara en el mismo estado se procedió a sacar nuevos testigos que permitieran dilucidar si el mal afectaba a toda la estructura. «Afortunadamente el problema se concentra en uno de lados del claustro y la solución pasará por instalar un refuerzo metálico en la zona que permitirá asegurar la zona», comenta el responsable de Urbanismo.En este aspecto, Garabito explica que el mal estado de esta parte del forjado no responde a las inclemencias meteorológicas o al mero paso del tiempo sino a que «la resistencia característica del hormigón utilizado en obras realizadas entre finales de los 50 y principios de los 60 es menor porque la cantidad de cemento respecto a la de arena era muy pobre y eso da como resultado hormigones mucho más endebles».Además, Garabito añade que «mientras que en la actualidad se utilizan barras corrugadas que permiten que el acero se adhiera mejor al hormigón», en el caso concreto del monasterio, «las barras que se instalaron eran lisas, lo que reduce aún más la resistencia». En cualquier caso, el edil socialista explica que «afortunadamente no está afectado todo el forjado» y que «el arreglo puntual con un refuerzo metálico es más que suficiente para solucionar el problema».Estos trabajos están incluidos en la segunda fase del proyecto. Con la nueva cubierta del claustro interior el objetivo es ganar un nuevo espacio para actividades sociales y culturales. La actuación contempla la instalación de una cubierta ubicada a 11,5 metros de altura que combina madera y cristal y que será de similares características a la instalada en las ruinas de la iglesia del monasterio y permitirá que el espacio cuente con un espacio cubierto de 500 metros cuadrados, que estará climatizado.A esas labores se han sumado trabajos de limpieza en la iglesia y en dos fachadas del edificio, así como la consolidación de la torre que se encontraba en mal estado de conservación. También se mejorará la accesibilidad, permitiendo salvar los obstáculos que hasta ahora presentaba el edifico y se le dotará de nuevos aseos y accesos.El espacio contará además con nuevos accesos desde la zona ajardinada y el objetivo es abrir además una puerta tapiada hace años para garantizar las medidas de evacuación en caso de que hubiera una emergencia en el edificio.

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