Sanidad reforzará los MIR en Familia para cubrir las bajas

BURGOS

Más vale tarde que nunca, pero los primeros pasos del Programa Marco de Medicina Familiar y Comunitaria del Estado empiezan a dar los pasos necesarios para cubrir una falta de profesionales desesperada en algunos territorios como es Burgos. La ministra de Sanidad, María José Carcedo, aseguró en Burgos que la próxima convocatoria se incrementan un 15% las plazas de formación de Médico Interno Residente (MIR) donde se pone especial foco en la especialidad de Medicina de Familia y Comunitaria. «Entre esta última convocatoria y la próxima que se convocará en enero vamos a incrementar un 15% el número de plazas pero de manera singular en formación de Médicos de Familia y Comunitaria que es donde hay más déficit», explicó Carcedo en su visita al Centro de Referencia Estatal de Enfermedades Raras de Burgos por su décimo aniversario. Una propuesta que se enmarca dentro de la Estrategia Marco de Atención Primaria y Medicina Comunitaria que establece como «objetivo a medio y largo plazo, en previsión de la edad media de esta especialidad, ir ajustando la incorporación de profesionales a las jubilaciones previstas», expuso la ministra.Las cifras en Burgos avalan estás declaraciones. La provincia tiene asignadas en la convocatoria de plazas que se hizo pública en el BOE del 9 de septiembre un total de 102 plazas entre las 39 ofertadas en el Complejo Asistencial de Burgos (de las que están acreditadas 51); las 41 de Medicina de Familia y Comunitaria; y 22 de enfermería. Esta cifra es un 40% superior a las ofertadas en septiembre de 2018 que fueron 47 para el Complejo Asistencial de Burgos; nueve de Medicina de Familia de las 10 acreditadas; y cinco de las nueve reconocidas en Enfermería. De esta manera la oferta de médicos de Atención Primaria en una provincia con problemas de cobertura médica ha pasado de nueve a 41 en un año.

También se incrementa el número de centros en los que estos profesionales que han aprobado el examen MIR pueden realizar su formación. En 2015 los Hospitales de Santos Reyes y Santiago Apóstol perdieron su condición de centro acreditado de formación que han recuperado. Y en 2018 se establecía el periodo de formación de medicina de familia en siete centros de salud (Casa de la Vega, Comuneros, Cristóbal Acosta, Gamonal-Antigua, Gamonal Las Torres, García Lorca y San Agustín) y en la convocatoria de este mes se pasa a 18 centros de salud (a los de 2018 se suma en esta convocatoria Santa Clara, Ignacio López Sáiz, Los Cubos, Lerma, Huelgas, Burgos Rural Norte, Burgos Rural Sur, Miranda Este, Miranda Oeste, Lerma, Aranda Norte y Aranda Sur).Un trabajo en el que se incluye también el cuidado que de la Medicina de Familia se tiene a lo largo de la formación de los profesionales de la salud. «Queremos hacerla más atractiva, que se conozca más a través de la formación del grado y la especialidad».

Pero el reto implica también a las Comunidades Autónomas para que, una vez finalizado ese periodo de formación de tres años los médicos opten por quedarse en Burgos una de las asignaturas pendientes de la Sanidad burgalesa. Por ello, la ministra recuerda que a la media de hacer atractiva la medicina de familia hay que unir que «las comunidades autónomas pueden dar incentivos a determinados destinos para intentar fijar a profesionales en las localidades menos atractivas», señaló.ENFERMEDADES RARAS

María José Carcedo realizaba estas apreciaciones en la inauguración del Acto Conmemorativo del Décimo Aniversario del Centro de Referencia Estatal de Atención a las Enfermedades Raras y sus Familias. Un centro creado para eliminar las diferencias de atención entre territorios porque «fomentamos este tipo de centros que tienen vocación de dar el mismo trato de calidad a todos los pacientes con enfermedades raras que al tener baja prevalencia no permite tener centros específicos por cada enfermedad y estos centros atienden con carácter general a todo el país».El centro de Burgos tiene un presupuesto de dos millones de euros y entre sus muchos servicios de atención a enfermos, de programas de respiro familiar se encuentra también la atención a mujeres embarazadas o niños recién nacidos con diagnóstico de enfermedad rara. «Buscamos que se arrope a la familia en ese momento especialmente sensible y, a partir de ahí, acompaña en todas las vicisitudes de la enfermedad». El servicio, reconoció, pretende dar respuesta a una coordinación entre la atención sanitaria y social que se coordina con la investigación que se lleva cabo en el Instituto de Salud Carlos III de Madrid y que cuenta para este fin con un presupuesto de 40 millones de euros. Una cuestión clave para avanzar en el conocimiento de estas enfermedades cuyo principal escollo es la baja prevalencia para establecer procesos de investigación continuados en el tiempo pero que son cruciales. «En la medida en la que hay avances científicos, en la que se conocen más estas enfermedades se piensa más en ella y se diagnostica más en todo el sistema», sentenció Carcedo.El acto conmemorativo contó con la participación de la vicealcaldesa del Ayuntamiento, Nuria Barrio, la concejal Estrella Paredes, el director general del Imserso, Manuel Martínez, el directo gerente del CREER, Aitor Aparicio. La cita permitió al centro realizar menciones especiales a la Federación Española de Enfermedades Raras, al Instituto de Investigación de Enfermedades Raras, al centro Agrenska, al Centro de Investigación Biomédica en Enfermedades Raras y a la Asociación de la Prensa, entre otros colectivos. También se analizó en una mesa redonda las experiencias de profesionales del centro, la Asociación Española de Leucodistrofia, la Asociación Española de Paraparesia Espástica Familiar y responsables del programa SAMER.