EDUCACIÓN
La residencia juvenil Gil de Siloé mejorará su eficiencia energética
El centro estudiantil alberga a nueve estudiantes ucranianos que están en la UBU
A la derecha, Estela López y Miguel Ángel Millán. TOMÁS ALONSO
La residencia juvenil Gil de Siloé, gestionada por la Junta, se someterá a obras de rehabilitación energética en próximas fechas, según adelantó la directora general del Instituto de la Juventud, Estela López, durante la visita que realizó a las instalaciones. Aunque no especificó más sobre este proyecto, que también se aplicará en las residencias de Zamora y León, indicó que se está trabajando «en los detalles» de esta mejora.
López está realizando una serie de visitas a los centros que dependen de la Junta. En el caso de la residencia Gil de Siloé hay 103 estudiantes alojados, el máximo que permite el centro, que ha tenido que desechar otras solicitudes, que han ido en aumento, tal y como recordaba el director de la residencia, Miguel Ángel Millán. En concreto este incremento de la demanda ha sido del 25%, también ha habido «muchas renuncias» de universitarios que presentan diferentes solicitudes de estudios en centros universitarios y que renuncian cuando han sido admitidos en otras universidades.
En el caso de la residencia Gil de Siloé hay 103 estudiantes alojados, el máximo que permite el centro
El centro cuenta con nueve estudiantes ucranianos, desplazados como consecuencia de la invasión de Rusia, y que cuentan con la cobertura del programa UBU-Refugio, con el que la Consejería de Familia e Igualdad de Oportunidades está colaborando. La UBU aporta a los estudiantes la matrícula gratuita, mientras que en la residencia pagan la cuota mínima, de 112 euros.
El director del centro recordó que todos los estudiantes al llegar pasan por un periodo de adaptación, que en el caso de los alumnos ucranianos ha sido algo más complejo, por las circunstancias en las que han llegado y porque proceden de un país distinto con costumbres diferentes. Puso un ejemplo relacionado con la comida. «Hay algunos alimentos que en Ucrania no se comen, como los salazones, el atún en escabeche, que lo damos en muchos platos, lo que ha hecho que se hayan corregido esos detalles en el menú». Como se hace con las diferentes intolerancias alimentarias de los residentes, lo que hace que «seamos muy meticulosos».
«Hay algunos alimentos que en Ucrania no se comen, como los salazones, el atún en escabeche, que lo damos en muchos platos»
La directora general del Instituto de la Juventud recordó que también se bonifica a otros colectivos, como los estudiantes que tienen una trayectoria académica excelente, así como aquellos que son deportistas de alto nivel, jóvenes de familias numerosas o víctimas de la violencia de género o del terrorismo. Actualmente, el 20% de las 103 plazas de la Gil de Siloé están bonificadas. Y, añadió, desde el año 2013 las cuotas de la residencia están congeladas «para ayudar a las familias en momentos tan complicados».
La Junta tiene en Burgos cinco alojamientos juveniles. A la residencia de Gil de Siloé se suman los albergues ‘Fernán González’, ‘Espinosa de los Monteros’ y ‘Soncillo’ y el campamento ‘Espinosa de los Monteros’, que ofrecen a los jóvenes un total de 529 plazas.
Desde hace 28 años, la residencia da alojamiento al equipo de arqueólogos de los yacimientos de Atapuerca que vienen de fuera de Burgos y habilitan las instalaciones para acoger laboratorios, lo que les permite, recuerda Millán, ser testigos privilegiados y de primera fila de los hallazgos más famosos, como el maxilar y parte de la mejilla con más de 1,4 millones de años, bautizado Pink, descubierto este pasado verano.