La sociedad burgalesa se vuelca con la candidatura a Capital Europea de la Cultura 2031
El Monasterio de San Juan acogió el acto simbólico de adhesión a la candidatura en el que participaron un centenar de representantes de diversos ámbitos del tejido burgalés / La cita también sirvió para presentar el logotipo ganador del concurso de ideas lanzado por la Sociedad de Promoción
Representantes de la sociedad burgalesa en el acto de adhesión.
La candidatura de Burgos como Capital Europea de la Cultura 2031 ha recibido el apoyo de las principales instituciones y agentes culturales, económicos y sociales de la sociedad burgalesa en un acto que se ha celebrado en el Monasterio de San Juan. Cerca de un centenar de figuras del tejido social burgalés mostraron su apuesta por el proyecto a través de un acto simbólico que supuso la firma de un documento de apoyo a la candidatura.
«Este es solo el primer paso», aseguró el alcalde de Burgos, Daniel de la Rosa, quien hizo hincapié en que «este debe ser un proyecto de todos los burgaleses». «Tenemos que lograr que cada ciudadano se vuelque con la candidatura», apostilló.
Para el primer edil «Burgos es la ciudad mejor posicionada» en esta carrera por hacerse con la Capitalidad Europea de la Cultura y asegura que «lo tenemos absolutamente todo para ganar». Un objetivo para el que el socialista cree que es necesario diseñar un proyecto «colaborativo, sostenible e inclusivo», que dé respuesta a los tres grandes retos de las ciudades intermedias europeas: la despoblación, el envejecimiento y la fuga de talento».
En este sentido, De la Rosa aseveró que «debemos tomar el testigo de la anterior corporación» pero «debe ser la próxima la que se encargue de dar impulso y alas a este proyecto», al tiempo que recordaba que «será en 2025 cuando se presente definitivamente la candidatura» y en «2026 cuando tenga lugar el fallo».
Por su parte, el profesor de la Universidad de Burgos, Gonzalo Andrés, realizó una intervención centrada en las características de una ciudad intermedia. Un modelo de ciudad del que aseguró «debe ser el futuro de un desarrollo urbanístico sostenible» y que cuenta «con las ventajas del medio rural y evita las desventajas de las grandes ciudades».
En este sentido recordó que Burgos debe ser un referente como ciudad intermedia y para ello es necesario «unir la cultura y el sector industrial». Una meta a la que el docente sumaba el reto clave de frenar la despoblación y la fuga de talento. «Si se observa el periodo 2011-2021, Burgos ya ha empezado a perder población y debemos parar esta sangría poblacional». De hecho, para Fernández la meta de Burgos debe ser sumar entre 20.000 y 40.000 nuevos ciudadanos de aquí a 2030.
Logotipo ganador del concurso promovido por la Sociedad de Promoción.
El logotipo
Durante el acto también tuvo lugar la presentación del logotipo que será la imagen del proyecto y que mañana aprobará el consejo de administración de la Sociedad de Promoción en su orden del día. La entidad promovía un concurso para buscar imagen hace tres semanas y en él han participado 15 propuestas de 11 empresas. El vencedor ha sido el diseño creado por la empresa madrileña Cromátika Comunicación Visual, con más de dieciocho años de experiencia en el sector.
El logotipo está inspirado en el Renacimiento, leitmotiv y eslogan de la candidatura y en concreto en una de sus señas de identidad: el arco de medio punto. Por otro lado, «nos basamos en el lema Renacimiento que, en palabras de la organización, supone aplicar los principios de la era cultural a una ciudad media como Burgos, es decir, establecer un equilibrio entre desarrollo económico y medio ambiente, consumo y conservación, competición y cooperación, personas y tecnología y ciencia y humanismo».
Así, con los arcos se genera un B en referencia a la ciudad de Burgos y la imagen suma además un círculo que «quiere representar el renacer, el sol», apuntó el creativo Fernando Espetón. «Se trata de un logotipo moderno, sencillo y de líneas limpias. En definitiva, el comienzo de una nueva era para la ciudad», apuntó.