Villatoro caldea la campaña electoral: «Ya no vamos a pasar ni una a nadie»

Villatoro, como Teruel, también existe. El problema es que «sólo se acuerdan de nosotros el día que truena». Por ejemplo, cuando la Asociación de Vecinos del barrio más «olvidado» de Burgos amenaza con movilizarse. Y al final volvió a ocurrir, coincidiendo con el arranque de la campaña electoral, pese a las promesas del alcalde, Daniel de la Rosa, tras reunirse el martes con el presidente del colectivo, Javier Rodríguez, y más residentes, para abordar los principales frentes abiertos.

«Que sepan que estamos aquí y que ya no vamos a pasar ni una a nadie», advertía Rodríguez minutos antes de la concentración, convocada la semana pasada, con el objetivo de visibilizar el «hartazgo» de un barrio en el que «las casas se están cayendo» debido a las grietas provocadas por filtraciones subterráneas. Sobre este problema, el más grave y enquistado desde mucho antes de que el PSOE accediese a la Alcaldía, nada se ha hecho por ahora aunque el equipo de Gobierno se comprometiese por fin a iniciar unas obras que, según lo previsto, se ejecutarán en un año.

Junto a una treintena de vecinos con pancartas de tela a modo de protesta, Rodríguez subraya que la problemática de las grietas no afecta a «cuatro casas» sino a todo el barrio. Incluso a aquellas viviendas construidas hace poco más de una década. Ante tal panorama, «hay vecinas con depresiones de caballo, con medicamentos, y algo hay que hacer con esta gente».

Luego está el cambio de calificación de los terrenos del polígono de Villalonquéjar más próximos a Villatoro, con el temor vecinal de que el día de mañana se instale una empresa química. O la conexión con la avenida Cantabria, que «ahora sí» parece que se podría desarrollar en dos fases. La primera, desde la entrada del barrio hasta el Bricomart y la segunda, más complicada, dependería de las negociaciones que se lleven a cabo con el centro comercial El Mirador y el propietario de una vivienda situada prácticamente al lado. También, cómo no, queda pendiente el ansiado acceso peatonal desde la rotonda del dinosaurio.

Lo de las barracas ya es harina de otro costa. Tras las enérgicas protestas del año pasado, cuando un nutrido grupo de vecinos cortó el tráfico durante cerca de media hora en la calle Laredo, Villatoro parece haberse resignado. De hecho, Rodríguez señala que «a muchos no nos han molestado», aunque lo que no gustaron fueron las «formas». En cualquier caso, «ya sabemos que van a estar tres o cuatro años como mínimo», de ahí la reivindicación -respaldada por los propios feriantes- de que se establezcan unos «servicios mínimos» y un trabajo de acondicionamiento que «igual hasta beneficia al barrio».

Llegados a este punto, con las elecciones municipales a la vuelta de la esquina, algunos partidos políticos se acercan a Villatoro para interesarse por su situación. Ayer mismo, el candidato de Vox a la Alcaldía, Fernando Martínez-Acitores, se comprometía a trabajar «duro» para devolver la «confianza e ilusión» a unos vecinos «hartos de las promesas vacías de los políticos».

De aquí al 28 de mayo, también desfilarán el PP y Vía Burgalesa. Quién sabe si algún partido más se apunta. No obstante, Rodríguez asevera que la única edil que «más o menos se ha interesado por las cosas del barrio» a lo largo de esta legislatura que a punto está de concluir es la ‘popular’ Carolina Álvarez. Sea como fuere, Villatoro exige que sus reclamaciones no caigan en saco roto porque «no somos menos que otros».