La ampliación del Cenieh obliga a encapsular las obras para no afectar a los laboratorios

Aislar completamente los laboratorios del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (Cenieh) de las obras de ampliación de las últimas plantas. Es el objetivo inicial del proyecto de obras que acaba de arrancar en el Cenieh. El primer edificio del complejo de la Evolución Humana que se somete a obras de ampliación para ganar espacios y funcionalidad. El proyecto, dadas las características del la ICTS (Infraestructura Científica y Técnica Singular), obliga a «crear un espacio que haga independiente la zona de obra de los laboratorios para evitar cualquier tipo de contaminación por polvo que podrían afectar a las muestras o a las mediciones y lograr que el trabajo de investigación conviva con la reforma», explica el gerente del Cenieh, Carlos Álvarez Quevedo.

De esta manera, antes de empezar la obra hay que envolver las plantas cuarta y quinta con una «piel de pladur» para evitar que afecten al resto del edificio donde se llevará a cabo la actividad ordinaria de investigación. De esta manera, se cerrarán herméticamente las plantas superiores encapsulando la zona de obras que, así, será independiente de la zona de investigación.

Una convivencia que, también, obliga a una planificación milimétrica, día a día, de los trabajos. El objetivo es que las vibraciones no afecten al trabajo de investigación ya que algunas mediciones que se realizan se ven alteradas por ruidos y vibraciones del entorno. De esta manera «se va a hacer una planificación a dos semanas vista durante los seis meses de obra para saber cuando se producen esas vibraciones intensas y planificar, en función de ese calendario, el trabajo de los laboratorios que se ven afectados», añade el gerente del centro.

El proyecto permitirá transformar un espacio pensado como zona noble del centro para hacerlo más funcional y práctico puesto que nuevas líneas de investigación, como la paleoproteómica, no tienen cabida en unos laboratorios que ya están repletos. Este espacio, de unos 502 metros cuadrados, en inicio, se había planteado como un gran despacho para la dirección, una gran sala de juntas y una biblioteca a dos alturas con luz cenital. Antes del inicio de la reforma la planta cinco se dedicaba a comedor y se ubicaba una sala de bioenergía y la cuarta la biblioteca, a dos alturas, y una segunda parte del laboratorio de bioenergía.

Después de la obra esta zona será de dos pisos independientes con lo que ganarán 200 metros hasta tener una superficie, una vez acabados los trabajos de 700 metros. En la cuarta planta se ubicarán los laboratorios de paleoproteómica, una nueva línea de investigación con la que el Cenieh se adentrará en el ámbito de estudios del ADN y las proteínas. La quinta planta quedará libre para ir ampliando en nuevos laboratorios para cuando sea necesario.

Más de 1,8 millones de inversión

La UTE Construcciones y Restauraciones Vega y Construcciones Adolfo Alonso llevan a cabo la intervención con un presupuesto de adjudicación de 798.882 euros de los 840.663 por los que se licitó. A la convocatoria se presentaron tres empresas. En el proyecto figura la entrada de materiales por un lateral del edificio pero las características de la obra, que obliga a encofrar la zona de la biblioteca a doble altura, plantea la introducción de pilares de dos toneladas o más. 

«Lo hemos intentado, para generar el menor impacto posible en el entorno, pero no entran así que los materiales se introducirán por la cubierta y para ello se ha necesitado una grúa aún más grande de lo previsto», explican desde el Cenieh. La acometida de materiales será un momento crítico que, incluso, obligará a cerrar al tráfico uno de los carriles de la calle Doctor Fleming. «El proyecto tiene un periodo de ejecución de seis meses y se ha tratado de unir al periodo estival para molestar en lo menos posible al centro educativo que tenemos en frente».

A esta intervención hay que sumar el diseño del nuevo laboratorio de paleoprotémica en el que ya se está trabajando. «Es una línea incipiente de investigación, muy prometedora, en la que el centro quiere estar en primera línea». El centro ultima con la Oficina de Gestión de Proyectos del Ministerio de Ciencia y Tecnología el acondicionamiento «especial» de esta zona de extracción de proteínas de los fósiles.

Es una intervención complicado que implica una nueva obra de un millón de euros. «Hay que crear una especie de caja para que el laboratorio tenga unas condiciones de presión y temperatura predeterminada y evitar la contaminación de muestras», añade García Quevedo. Un aislamiento completo del resto de la instalación.

El objetivo es que esta nueva intervención se pueda solapar con la obra que acaba de arrancar con la colocación de la gran grúa junto al Cenieh. De esta manera, la primera fase de desdoblamiento de las plantas superiores se podría acabar hacia septiembre, y el plan establece que el encapsulamiento del laboratorio de paleoproteómica pueda acometerse a partir de septiembre.

Este segundo trabajo tiene un plazo de ejecución de cuatro meses, tiempo en el que se iniciará la contratación del equipamiento que, en este caso, «no es especialmente complejo». El objetivo es que el laboratorio ya esté en funcionamiento el próximo año.

En esta linea de trabajo el Cenieh ya ha estado inmerso. Cuentan con un proyecto de formación de investigadores ( EC Marie S. Curie ITN PUSHH) de 250.000 euros concedido por la Comisión Europea. A él se añade la iniciativa Molecules for Evolution (MOLEVOL), centrado en desarrollar la investigación de proteínas y ADN antiguo en Evolución Humana. Tiene algo mas de un millón de euros de financiación aportados por los Fondos NextGenerationEU, Plan de Recuperación Transformación y Resiliencia y el Ministerio de Ciencia e Innovación. Está liderado por María Martinón y su ejecución se desarrollará hasta diciembre de 2025.

Una vez cuenten con las instalaciones, cuya obra acaba de comenzar, se iniciaría también la contratación del personal de investigación y técnico para seguir adentrándose en el universo de las proteínas. De su potencial ya hubo un avance. Homo antecessor, la especie de Atapuerca cuyos fósiles descansan en el Cenieh, es el hombre fósil más antiguo del que se obtuvo proteínas. Aportaron información valiosa como su relación de parentesco con denisovanos y neandertales.