El hidrógeno renovable, como la «nueva revolución industrial limpia»

La Asociación Castellano y Leonesa del Hidrógeno (H2CYL) ha impulsado la primera reunión entre sus socios, así como entre los potenciales participantes de este colectivo, para ahondar en las potencialidades de la Comunidad Autónoma como generadora, consumidora y exportadora de hidrógeno renovable. Así lo explica el presidente de esta agrupación, Rafael Barbero, que también es director general de la Fundación Caja de Burgos.

Durante este primer encuentro, en la sala Ágora de Caja de Burgos, los asistentes han podido conocer el proyecto Hydeal (Hub de hidrógeno renovable y competitivo integrado más grande del mundo), de la mano de Thierry Lepercq, presidente y portavoz de la plataforma Hydeal Ambition.

Hydeal, nació hace tres años, y en estos momentos está en la fase de tramitación de los permisos construir la infraestructura necesaria y la tecnología para producir hidrógeno renovable. Así, calculan que a finales de 2026 podrían tener disponible la primera producción para los primeros proyectos que busquen consumir este tipo de energía en Castilla y León y en España. 

Este proyecto ha logrado la implicación de la empresa Enagás para el transporte del hidrógeno, que presentó un plan de desarrollo de casi 4.000 kilómetros de hidroductos para toda España y, en especial, en Castilla y León.

Lepercq confía en que la economía del hidrógeno verde representará «una nueva revolución industrial limpia» y asegura que es una oportunidad para Castilla y León como una de las principales productoras de energías renovables a partir de la eólica y la solar.

Desde Hydeal trabajan en buscar clientes entre las grandes empresas de siderurgia y las químicas, de Castilla y León y Asturias, puesto que como explica Lepercq son compañías que pueden firmar contratos a largo plazo con grandes volúmenes de consumo de energía que podrían pasarse al hidrógeno renovable. 

Pero señala que esta fuente de energía tiene otros usos como en movilidad, en los polígonos industriales y también para otros consumidores más pequeños. «El hidrógeno es competitivo y si hay hidrógeno competitivo fabricado en Castilla y León se podrá usar como una fuente de atracción de inversión y creación de empleo», matiza.

«El hidrógeno es competitivo y si hay hidrógeno competitivo fabricado en Castilla y León se podrá usar como una fuente de atracción de inversión y creación de empleo»Thierry Lepercq

A este último respecto, desde la Asociación Castellano y Leonesa del Hidrógeno, su presidente confía a que entre 2030 y 2035 puedan ser visibles los primeros proyectos de producción y consumo de hidrógeno renovable y se plantea como meta llegar a largo plazo a que existan 3.200 personas con empleos ligados a esta economía.

Barbero subraya que la economía del hidrógeno verde necesita primero energías renovables, que son las eólicas y fotovoltaicas, y en eso Castilla y León está en cabeza como el «gran productor nacional». 

Por tanto, desde su punto de vista las potencialidades son excepcionales y recuerda que existen empresas que ya están trabajando en desarrollo de la tecnología como Hyberbaric, con sede en Burgos. Por último, Castilla y León tiene una alta capacidad de consumo por su relevancia industrial. 

Pero Barbero va más allá al afirmar que Castilla y León puede ser a medio plazo «una gran exportadora de hidrógeno porque tenemos más capacidad de generación que de consumo». Así, confía en que desde esta Comunidad Autónoma «seremos capaces de enviar a Europa hidrógeno renovable que se consuma en Centro Europa y pasaremos de ser dependientes de energía a exportadores». 

H2CYL celebrará próximamente una asamblea para marcar un plan estratégico con los objetivos para Castilla y León al respecto del desarrollo de la economía del hidrógeno renovable. A los 45 socios que en tres meses asume la asociación H2CyL se une el interés de multinacionales. Cinco se han sumado recientemente de las que dos ni siquiera tienen presencia en la región.